Luis Arce recibió un país dividido y sumido en una crisis por la pandemia. Dos expertos analizan el desarrollo de su mandato, los logros sanitarios y las deudas pendientes que deberá saldar en los próximos meses.
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Las protestas opositoras en Bolivia tuvieron este lunes (08.11.2021) su tercer capítulo, tras las manifestaciones convocadas en agosto y octubre. Si bien el movimiento fue más visible en Santa Cruz, donde se produjeron bloqueos y cortes de calles, las señales de descontento se observaron también en otros rincones. En la Asamblea Legislativa, por ejemplo, donde los silbidos de parlamentarios opositores incomodaron por momentos al presidente Luis Arce, que daba su discurso ante los congresistas al cumplir su primer año en el poder.
"Vivimos tiempos de incertidumbre y una crisis profunda, producto de la ruptura del orden constitucional que devino en masacres, pero hemos vuelto a la estabilidad y a la senda del crecimiento”, dijo el mandatario. A esa crisis profunda el analista y abogado Marco Montellano la llama "división o polarización de la sociedad boliviana”. El experto dice a DW que ese problema, surgido precisamente en la ruptura del orden constitucional de 2019, cuando Evo Morales debió abandonar el poder y el país, no ha terminado de resolverse.
"De manera maniqueísta y simplificadora se ha tratado de partir en dos la explicación de lo acontecido. Desde el gobierno dicen que hubo un golpe de Estado, y otros dicen que hubo un fraude electoral. Es una disputa narrativa aún no resuelta y que no se va a resolver, porque ninguna de los dos ideas explican lo sucedido”, añade Montellano. Para él, hay un elemento imposible de obviar en todo este embrollo: "Tal como ocurrió también cuando cayó Evo Morales y asumió la oposición, la Justicia sigue operando como brazo represor del poder de turno”. Eso explicaría que hay 70 altos cargos del gobierno anterior detenidos, entre ellos, la expresidenta Jeanine Áñez.
Reconciliación pendiente
"El presidente Arce recibió al país con dos grandes desafíos: uno sanitario y otro económico. El punto más alto es el sanitario, porque la gestión sobre la obtención de las vacunas fue realmente muy buena, y es allí donde mejor se evalúa al presidente Arce. Y sobre la crisis económica, lo que ha intentado el gobierno es estabilizar la economía, y de ello deriva un desafío para el año 2022, que es lograr crecimiento económico”, explica a DW el académico y doctor en Ciencias Políticas Marcelo Arequipa.
Montellano ofrece otra perspectiva. "Yo creo que si algo había generado ciertas expectativas era la promesa de reconciliación nacional. Pero se trató de meras líneas discursivas. Arce, en la campaña, hablaba de la ‘presidenta Áñez', reconociendo el gobierno, y ahora la llama 'golpista'. El vicepresidente David Choquehuanca hablaba de equilibrar las alas izquierda y derecha del cóndor para poder volar, y ahora advierte que los movimientos sociales van a salir a las calles a defender al gobierno del paro indefinido. Creo que el Ejecutivo está muy confrontacional”, dice el analista. "No veo intención de diálogo, sino más bien la idea de torcer el brazo a la oposición”, añade.
"La tensión política que tenemos en el país la arrastramos desde un poquito antes de que Arce asumiera el poder. El presidente decidió inmiscuirse en esta tensión política a partir de agosto de este año, y entonces, claro, no hay posibilidad ahora mismo de hablar de reconciliación, porque lo que quieren es ajustar las cuentas respecto de lo que hizo la señora Áñez, en términos de lo que ellos denominan golpe de Estado”, puntualiza Arequipa. Este mismo lunes (8.11.2021), durante su discurso ante el Parlamento, Arce fue muy duro con la oposición, especialmente a sectores vinculados a la exmandataria, a los que calificó de "golpistas”.
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La sombra de Evo
Otro factor siempre presente es la figura del expresidente Evo Morales. "Evo podrá haber salido del poder Ejecutivo, pero sigue siendo la figura más importante del MAS”, dice Montellano. "Solo para dar un número: 18 de las 34 misiones diplomáticas de Bolivia son ocupadas por exministros y exdiputados oficialistas, cercanos a Morales. Es tal el peso de Evo, que muchos dirigentes de Oriente, en vez de reunirse con el presidente Arce en el palacio de gobierno, viajan al Chapare para negociar con Evo. Él sigue usando aviones del Estado y helicópteros de la Fuerza Aérea para moverse. No ha perdido un gramo de poder”, estima el abogado.
Arequipa piensa que la sombra de Morales sin ninguna duda está presente, pero tiene matices. "Pervive en su partido y en el gobierno, sí, pero pervive de manera mucho más determinante para la oposición. Hace unos meses, Evo Morales dijo públicamente que había que hacer una purga al interior del gobierno de Arce, porque había algunos que eran considerados traidores. A partir de esa declaración, uno revisa la prensa y se ve que Arce no ha sacado a nadie. Creo que esa es vía conducente para ver que, en realidad, es un error de la oposición creer en la fantasía de que es Evo el que gobierna”.
Respecto de las protestas de esta jornada, Montellano dice que se trata de un paro a media fuerza, y que es dudoso que la oposición logre repetir el escenario de 2019, cuando a las manifestaciones se sumaron sectores antaño afines al gobierno. "La gente va a salir a defender el gobierno de Arce y va a desbloquear. Además, la economía de la población no permite un escenario como el de hace dos años. La oposición tampoco está unida y ha sido incapaz de reforzar sus liderazgos”.
(cp)
Bolivia: hitos de una crisis política
Tras renunciar Evo Morales, en medio de protestas contra un presunto fraude electoral y tras perder apoyo militar, Bolivia vivió casi un año de crisis y transición hacia lo que se perfila como un nuevo gobierno del MAS.
Imagen: Ueslei Marcelino/Reuters
Dijeron que no, pero...
La crisis se propició tres años antes. El 21 de febrero de 2016 se realizó un referéndum constitucional en Bolivia para evaluar una modificación a la Carta Magna, que permitiera al jefe de Estado reelegirse en dos ocasiones sucesivas. El "No" ganó con el 51,3 % de los votos, lo que significaba que Evo Morales quedaba imposibilitado de competir en las presidenciales de 2019. No obstante, compitió.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Bolivia's Communication Ministry/R. Martinez
Derecho humano a ser candidato
Morales argumentó ante la Justicia que si no podía competir en las elecciones se coartaba el "derecho humano" de todo ciudadano a elegir y ser electo. El Tribunal Constitucional dio por buena esta premisa y Morales inscribió su candidatura ante el Tribunal Supremo Electoral en diciembre de 2018. Las protestas opositoras no se hicieron esperar.
Imagen: Reuters/D. Mercado
Carlos Mesa vuelve al ruedo
Carlos Mesa, expresidente del país y una de las voces más críticas con Morales, dijo que la decisión de la Justicia era una "herida de muerte a la democracia". Otros opositores incluso hablaron de un "golpe de Estado" institucional y del comienzo de una "dictadura". El 6 de octubre de 2018, Mesa anunció que enfrentaría a Morales en las elecciones e inscribió su candidatura en noviembre de ese año.
Imagen: AFP/A. Raldes
Un giro sorpresivo
Finalmente, el 20 de octubre de 2019 se realizaron las elecciones generales. El 88,31 % de los votantes participó del proceso, cuyos resultados se fueron entregando a cuentagotas, lo que despertó sospechas en la oposición y en organismos internacionales. En un comienzo, Morales no logró los votos necesarios para ganar en primera vuelta, pero un giro sorpresivo le dio finalmente el triunfo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Karita
Triunfo estrecho
Tras varios días, se entregaron por fin los resultados definitivos: Morales obtuvo el 47,08 %, contra el 36,51 % de Carlos Mesa. Con esas cifras, el mandatario superaba por más de 10 puntos a su principal rival y cumplía con la norma que da el triunfo en primera ronda a quien venza por esa cantidad de votos a su más cercano perseguidor. La oposición acusó fraude y salió a las calles.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Karita
Llamados a manifestaciones
Carlos Mesa llamó a sus seguidores a defender los votos y forzar la realización de una segunda vuelta. "Todos nosotros tenemos que estar decididos, sin ningún tipo de reparo, a salir a la calle para demostrar que no aceptamos el fraude", dijo el exmandatario. Las protestas y los enfrentamientos comenzaron poco después de las elecciones, y fueron ganando violencia con el paso de los días.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
La rabia no cede
El gobierno de Evo Morales y la OEA acordaron la realización de una auditoría, una medida que no aplacó la rabia en la calle. Poco después, el jefe de la misión de la OEA renunció y las protestas arreciaron nuevamente en distintas ciudades del país. Al 9 de noviembre se contaban 3 muertos y casi 350 heridos, en un ambiente de creciente polarización.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
Surgen nuevos líderes
A la figura de Carlos Mesa se sumaron otros liderazgos. Quizás el más convocante fue el de Luis Fernando Camacho, líder del comité cívico de Santa Cruz. Camacho logró convocar a distintas organizaciones para pedir la renuncia de Morales. "Nosotros hemos asumido una posición totalmente ciudadana. No queremos segunda vuelta, queremos un nuevo proceso eleccionario", exigía Camacho.
Imagen: Getty Images/AFP/D. Walker
Rebelión policial
Al ya agitado ambiente se sumaron la noche del viernes 8 de noviembre de 2019 los policías, que en distintas regiones del país se amotinaron. Un agente dijo a la prensa que "no podemos seguir con este narco-gobierno, con esta democracia injusta". Si bien el Gobierno dijo que no desplegaría militares para enfrentar la rebelión, Evo Morales sí denunció que había un golpe de Estado "en marcha".
Imagen: Reuters/L. Gonzalez
Renuncia
El 10 de noviembre de 2019, tras 14 años en el poder, Evo Morales renunció. La presión de las protestas, y la pérdida del apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía, apuraron su decisión. Morales aseguró que su salida fue causada por un "golpe de Estado". Los disturbios se extendieron en varias ciudades tras su renuncia, con incendios, saqueos y ataques a viviendas como la del propio exmandatario.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Karita
México concede asilo político a Evo Morales
Tras la renuncia de Morales, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó en rueda de prensa que el político boliviano había aceptado la oferta de asilo ofrecida por México. Ebrard expresó que México "ha decidido conceder asilo por razones humanitarias" a Morales "en virtud de la urgencia que afronta en Bolivia, donde su vida e integridad corren peligro".
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Granados
Presidenta interina
El 12 de noviembre, la senadora Jeanine Áñez fue proclamada nueva presidenta interina de Bolivia. Tras la renuncia de todos los que constitucionalmente podían suceder a Morales, la abogada de 52 años pasó de segunda vicepresidenta a presidenta del Senado, accediendo así a la vía sucesoria. Desde México, Morales aseguró que este era "el golpe más artero y nefasto de la historia" de su país.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Karita
De México a Cuba, y a Argentina
En diciembre de 2019, el exmandatario boliviano viajó a Argentina en un operativo secreto, para ser acogido como refugiado, con la condición -luego incumplida- de no hacer declaraciones políticas. Morales viajó a Buenos Aires desde Cuba, donde se hizo un chequeo médico. Lo acompañaron el exvicepresidente Álvaro García Linera, la exministra de Salud Gabriela Montaño y el excanciller Diego Pary.
Imagen: picture alliance/ZUMA Wire/M. Ramos
Incendios, pandemia, corrupción, denuncias contra Morales
Entre cambios drásticos en política exterior, acusaciones de persecución a partidarios del MAS, escándalos de corrupción en el manejo de la pandemia de COVID-19, declaración de desastre nacional por incendios forestales, denuncias contra Evo Morales por "estupro", "asesinatos y torturas", Áñez llegó a cumplir su tarea como presidenta interina: el llamado a nuevas elecciones, pospuesto dos veces.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. P. d. Carpio
Nuevas elecciones, casi un año después
Tras dos fechas pospuestas, por la pandemia mundial de coronavirus, el electorado boliviano votó finalmente en nuevas elecciones este 18 de octubre de 2020, para elegir otro presidente y vicepresidente. Casi un año después de la renuncia de Evo Morales, que el exmandatario aún achaca a un "golpe", los bolivianos eligieron también a 130 diputados y 36 senadores, para renovar el Congreso bicameral.
Imagen: Martin Mejia/AP Photo/picture-alliance
Arce celebra el retorno del MAS, a boca de urna
Pasada la medianoche de la jornada electoral, se conoció que las encuestas a boca de urna otorgan más del 50 % de los votos al candidato del MAS, Luis Arce. Le seguirían Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, con más del 30%, y Luis Fernando Camacho, de Creemos, con alrededor del 14 %. Arce celebró en La Paz un triunfo que dio por seguro, mientras el recuento oficial iba por alrededor del 7%.
Imagen: Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images
Evo: "Tarde o temprano vamos a volver"
Evo Morales, que dirigió desde Argentina la campaña electoral del MAS, también celebró el triunfo. "Tarde o temprano vamos a volver" a Bolivia, afirmó. Sin embargo, dirigentes del MAS como la presidenta del Senado y la Asamblea Legislativa de Bolivia, Eva Copa, manifestaron que aún "no es el momento adecuado" para su regreso, porque Morales todavía tiene "problemas que solucionar".
Imagen: Manuel Cortina/NurPhoto/picture-alliance
Mesa será "cabeza de oposición"
Con el recuento oficial de votos aún en curso, Carlos Mesa, líder y candidato presidencial de Comunidad Ciudadana, compareció en La Paz ante los medios, para reconocer que los sondeos a boca de urna auguran un "claro triunfador en primera vuelta": el exministro Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS). Comunidad Ciudadana ejercerá de "cabeza de la oposición", informó en Twitter.
Imagen: Luis Gandarillas/AFP/Getty Images
Presidenta interina felicita y pide esperar resultados oficiales
También la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, que había retirado su candidatura tras verse relegada en las encuestas, reconoció que (aún sin el cómputo oficial) la victoria del MAS parece segura. Felicitó a sus candidatos, pidiéndoles "gobernar pensando el Bolivia y en la democracia". A los ciudadanos y partidos, les pidió "paciencia" y "madurez" para esperar los resultados oficiales.
Imagen: Presidencia de Bolivia/AFP/Getty Images
Felicitaciones de Trump, Maduro, la OEA, la UE y la ONU
Los principales aliados regionales del expresidente Evo Morales -los presidentes de Venezuela, Cuba, Nicaragua, México, y Argentina- fueron los primeros en celebrar el retorno del MAS al poder en Bolivia. Pero también EE. UU., la OEA, la UE y la ONU felicitaron al virtual futuro presidente, Luis Arce. Washington anunció su disposición de trabajar con el nuevo gobierno.