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Vargas Llosa ante Academia Sueca: "Defendamos la democracia liberal“

7 de diciembre de 2010

La literatura, la libertad y el compromiso político. El escritor peruano Mario Vargas Llosa fue fiel a sus grandes temas al pronunciar este 7 de diciembre el tradicional discurso como Premio Nobel de Literatura 2010.

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, durante su discurso ante la Academia de Estocolmo.Imagen: AP

Fue una intervención emotiva ante un auditorio que hablaba mayoritariamente español por primera vez en 20 años. El frío del invierno escandinavo, en una ciudad donde los montículos de nieve se acumulan ya en los arcenes, no disuadió del viaje a una gran comitiva de representantes peruanos, así como de España, el país que ha adoptado a Vargas Llosa como uno más de los suyos.

"Me gustaría que mi madre estuviera aquí", fueron algunas de las primeras palabras del novelista al empezar su conferencia titulada "Elogio de la lectura y la ficción", pronunciada en español y que constituye uno de actos que más atención mediática despiertan todos los años en la capital sueca.

A su familia, maestros y colaboradores

En el recinto ubicado en Gamla Stan, la Ciudad Vieja de Estocolmo, Vargas Llosa evocó con ternura a su familia y su infancia en Bolivia y Perú ante los ojos de su esposa, Patricia, y sus tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana. Después de rendir homenaje a sus grandes maestros -el francés Gustave Flaubert y el estadounidense William Faulkner, entre otros-, el flamante Nobel de Literatura desgranó lo que ha convertido desde hace años en su manera personal de entender su oficio, especialmente marcada por el compromiso político y social.

"Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida", señaló el literato, con la voz sinceramente afónica por un resfriado. "Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad". De forma paralela a su labor literaria, Vargas Llosa es un apasionado comentarista político que llegó a ser candidato a la presidencia de su país en 1990.

"Como todas las épocas han tenido sus espantos, la nuestra es la de los fanáticos, la de los terroristas suicidas", dijo también el escritor al hablar de temas de actualidad como las armas de destrucción masiva y el peligro de un "cataclismo nuclear". "Defendamos la democracia liberal", pidió.

Las frases entroncaban con la larga tradición de los Discursos Nobel como alegato político. El propio Vargas Llosa había citado hace unos días al francés Albert Camus como fuente de inspiración. El autor de "El extranjero" pronunció en 1957 una célebre intervención ante la Academia Sueca pidiendo la reconstrucción moral de Europa tras la Segunda Guerra Mundial.

Cuba y Venezuela, Bolivia y Nicaragua: dictadura y "pseudo-democracias”

Su actitud resoluta en sus convicciones políticas, recordó por otro lado Vargas Llosa, ya le han valido en el pasado el oprobio general. Dos años después de perder las elecciones frente a Alberto Fujimori, el novelista fue duramente criticado en Perú por pedir sanciones contra su país tras la disolución del Parlamento. "Lo volvería a hacer mañana" si hubiese un golpe de Estado, aseveró. El autor de "Conversación en La Catedral", sin embargo, se expresó en términos conciliadores y generosos de su tierra natal -"llevo al Perú en mis entrañas"- y elogió su situación actual.

Las críticas fueron en cambio sus palabras sobre los gobiernos de Cuba y Venezuela, así como sobre las "pseudo-democracias populistas" en Bolivia y Nicaragua.

Una mención especial le dedicó asimismo a España, un país al que "quiero tanto como al Perú", aseguró. Vargas Llosa llegó a Madrid como estudiante en 1958 y empezó años después una fulgurante carrera literaria en el centro de lo que más adelante empezaría a ser conocido como el "boom" latinoamericano.

No le hemos cumplido a los indígenas de América Latina

"El paraíso en la otra esquina", de Mario Vargas Llosa.

El escritor peruano Mario Vargas Llosa dedicó hoy partes de su Discurso Nobel a la problemática de los indígenas en América Latina, algo que considera uno de los grandes desafíos pendientes del subcontinente. "Desde hace dos siglos la emancipación de los indígenas es una responsabilidad exclusivamente nuestra y la hemos incumplido", dijo Vargas Llosa en su intervención con un claro componente político ante la Academia Sueca, en la Ciudad Vieja de Estocolmo. "Ella sigue siendo una asignatura pendiente en toda América Latina. No hay una sola excepción a este oprobio y vergüenza", agregó el novelista.

En su discurso pronunciado en español, Vargas Llosa también recordó su pasado como simpatizante de izquierda y "marxista" cuando era un estudiante en la Universidad de San Marcos en Lima. El autor de "Conversación en La Catedral" es desde hace años un convencido liberal del espectro político de la derecha.

“Yo también fui marxista…”

"En mi juventud, como muchos escritores de mi generación, fui marxista y creí que el socialismo sería el remedio para la explotación y las injusticias sociales", contó el escritor. Vargas Llosa, que también tiene la nacionalidad española, es desde hace años uno de los críticos más duros de la Revolución Cubana, a la que atribuye entre otros su desencanto paulatino con la izquierda.

El literato ha atacado también a menudo a gobiernos de corte indigenista como el de Evo Morales en Bolivia o el de Rafael Correa en Ecuador, a los que acusa de populismo. "Defendamos la democracia liberal, que con todas sus limitaciones, sigue significando el pluralismo político, la convivencia, la tolerancia, los derechos humanos", zanjó.

Tras su discurso de hoy, el novelista recibirá el viernes la medalla y el diploma del máximo galardón literario en una ceremonia festiva en la Sala de Conciertos de Estocolmo. El premio tiene una dotación de 10 millones de coronas suecas (casi 1,5 millones de dólares).

dpa

Editor: José Ospina-Valencia

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