Varsovia dice que discusión por fondos de UE es "política"
19 de noviembre de 2020
El Gobierno de Polonia asume que seguirá percibiendo los fondos de la Unión Europea que le corresponden, así como los del fondo de reconstrucción para combatir el impacto de la pandemia.
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"En este momento estamos trabajando con normalidad. La discusión se está dando a nivel político", declaró este jueves (19.11.2020) el ministro de Finanzas, Fondos y Política Regional, Tadeusz Koscinski.
"Creo que se llegará a una decisión, gracias a la cual se transferirá el dinero del presupuesto de la UE y del Fondo de Reconstrucción de una forma u otra. Pero se lo dejo al primer ministro", declaró Koscinski, informó la agencia PAP.
El ministro agregó que su departamento no considera la suspensión del pago de los fondos de la UE a Polonia, preguntado sobre el riesgo que existe para el país de que no los perciba tras el veto anunciado por su Gobierno y el de Hungría al presupuesto comunitario para 2021-2027.
Ambos Gobiernos cumplieron con su amenaza de vetar el acuerdo alcanzado con la Eurocámara sobre el marco financiero plurianual para 2021-2027 y la decisión sobre los recursos propios que alimentan ese presupuesto.
Varsovia y Budapest los rechazaron (y se necesita la aprobación unánime de los socios comunitarios para que salgan adelante) por su descontento con el nuevo mecanismo que permitirá suspender los fondos europeos a un país si viola el Estado de Derecho, un sistema que sí fue aprobado esta semana porque solo requería mayoría cualificada.
Los líderes de los 27 se reúnen este jueves mediante teleconferencia para abordar la evolución de la pandemia y también tratarán el veto húngaro y polaco al Presupuesto.
La reunión se produce después de que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, acusara el miércoles en el Parlamento de su país a la UE de difundir "propaganda" en relación con la polémica por la vinculación entre el respeto a los principios del Estado de Derecho y la percepción de los fondos comunitarios.
"El imperio de la ley y su ruptura se ha convertido en un instrumento de propaganda en la UE", declaró Morawiecki.
El primer ministro insistió: "rechazamos esta posición, rechazamos este acercamiento. Sabemos bien desde los tiempos del Partido Unido de los Trabajadores Polacos, de la época comunista, del empleo de estos instrumentos de propaganda".
"Decimos un 'sí' fuerte a la UE, pero decimos un 'no' fuerte a los diversos mecanismos que nos tratan como a niños y a Polonia y otros miembros de la UE de manera desigual", agregó Morawiecki. (EFE).
Lech Walesa, ícono de "Solidaridad"
Consiguió doblegar al comunimo en Polonia. Hoy puede mirar hacia atrás consciente de que su liderazgo sindical ayudó a cambiar el mundo.
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Rebelde, premio Nobel y expresidente
El antiguo líder del sindicato Solidaridad y posteriormente presidente de Polonia consiguió doblegar al comunismo polaco. Lech Walesa ha recibido incontables reconocimientos por sus logros políticos. El 29 de septiembre (de 2013) cumplió 70 años.
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Instigador
Cuando en el verano de 1980 se disparó el precio de la carne, se desató una oleada de huelgas por toda Polonia. Walesa, que había trabajado como electricista en un astillero de Gdansk desde 1967 y que había pasado un tiempo en la cárcel por su activismo a favor del sindicalismo libre, estaba fichado por las autoridades. Aún así, el 14 de agosto se convirtió en líder del movimiento Solidaridad.
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Solidaridad
Tras ocupar los astilleros de Gdansk, trabajadores de toda Polonia probaron suerte con esta táctica. Walesa era el único que negociaba con el Gobierno en nombre del recientemente fundado sindicato Solidaridad. Esta movimiento de trabajadores, sin parangón hasta entonces, pronto se convirtió en una organización independiente con más de 10 millones de miembros.
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Con la bendición de la Iglesia
Tras décadas de gobierno comunista, la mayoría de los polacos seguía manteniendo su fe en la Iglesia católica, resistiéndose a adoptar el ateísmo promovido por el Estado. La influyente Iglesia polaca apoyó desde el principio las movilizaciones obreras. El obispo Henryk Jankowski se codeaba con Walesa, que había sido educado en la fe católica.
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Una larga lucha
El 31 de agosto de 1980 concluyeron las huelgas masivas con un acuerdo entre el comité sindical y la delegación de Gobierno. Se pactó el derecho legal a la huelga, la fundación de un sindicato independiente, mejoras en el sistema social y la liberación de prisioneros políticos. En noviembre, un tribunal de Varsovia legalizó el movimiento Solidaridad.
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De líder a prisionero
Hasta diciembre de 1981, Walesa dirigió el Comité de Coordinación Nacional de Solidaridad. Cuando, ese mismo mes, el líder del partido comunista y primer ministro Wojciech Jaruzelski decretó la ley marcial, Walesa fue encarcelado durante casi un año en una prisión cercana a la Unión Soviética.
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1983: Premio Nobel de la Paz
En 1982, la revista Time declaró a Walesa como el "hombre del año". Tras esta distinción, llegaron otros reconocimientos. Cuando se anunció a Walesa como destinatario del Nobel de la Paz en 1983, el líder sindicalista pensó que el Gobierno comunista no le dejaría entrar de nuevo en el país si asistía a la ceremonia de entrega. Su esposa y su hijo de 13 años recogieron el Premio en Oslo.
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Dona el dinero del Premio Nobel
Cientos de creyentes fueron testigos de cómo Walesa dedicó el Premio Nobel a la Virgen Negra, en la ciudad de Częstochowa, al sur del país, uno de los lugares más importantes de peregrinación de la Iglesia católica. Walesa donó el dinero del galardón sueco a una fundación de ayuda a los necesitados.
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Pulso al Gobierno
En 1983, Walesa pidió permiso para volver a los astilleros de Gdansk, pero debió permanecer bajo arresto domiciliario hasta 1987. El movimiento Solidaridad continuó convocando huelgas en minas, astilleros y sector transportes entre 1981 y 1988.
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El Papa
Walesa conoció al papa Juan Pablo por primera vez en julio de 1983, durante una visita del prelado a su país. Ocho años después, Walesa besó la mano del pontífice convertido en el primer presidente de la Polonia postcomunista. Lo hizo mientras sostenía en la mano la primera edición de la Constitución polaca, de 200 años de edad.
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Retirarse con dignidad
A finales de 1995, Walesa había perdido el apoyo del pueblo polaco y no fue reelegido presidente. Pero todavía disfrutaba del aprecio del resto del mundo, incluyendo al Dalai Lama, que se arrodilló ante el hombre que logró grandes cambios en Polonia.
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Amistad germano-polaca
En Alemania se considera que Walesa allanó el camino de la reunificación. En el vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín, Walesa acudió como símbolo de la reconciliación entre Polonia y Alemania.
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Un icono decadente
Hoy día se mira a Lech Walesa con actitud crítica, entre otras razones, por sus declaraciones discriminatorias contra los homosexuales. Una película del famoso director Andrzej Wajda, proyectada este año en el Festival de Venecia, presenta al exlíder no exento de defectos.
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Multitud de reconocimientos
El camino de Lech Walesa desde electricista a premio Nobel y presidente de Polonia ha sido largo. Actualmente cuenta con doctorados honoríficos y distinciones. Puede echar la vista atrás y recordar cuando, hace más de tres décadas, lideró a quienes buscaban un cambio político en Polonia.