Vaticano: escándalo llega hasta dineros del papa Francisco
30 de septiembre de 2020
El dimitido cardenal Giovanni Angelo Becciu habría usado fondos de donaciones de los fieles para financiar la compra de inmuebles en Londres, entre ellos uno de 350 millones de euros.
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"El Óbolo de San Pedro es una ayuda económica que los fieles ofrecen al Santo Padre, como expresión de apoyo a la solicitud del Sucesor de Pedro por las múltiples necesidades de la Iglesia universal y las obras de caridad en favor de los más necesitados”. Así define la página web del Vaticano ese instrumento que usa la Iglesia para recaudar fondos e ir en ayuda de los pobres. Precisamente de ese Óbolo de San Pedro habrían salido parte de los dineros que financiaron la compra de un apartamento en Chelsea (Londres) por parte de altos cargos de la Iglesia católica en 2014, operación que está en el centro de un escándalo.
Este miércoles (30.09.2020) el diario italiano La Repubblica sacó a la luz más antecedentes. La historia es la siguiente. Un bloque de apartamentos en Sloane Avenue, en Londres, fue adquirido con dinero de la Iglesia por unos 350 millones de euros. La polémica adquisición, defendida por el cardenal Giovanni Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, como "una inversión oportuna que hoy mucha gente nos envidia”, levantó sospechas dentro de las autoridades vaticanas. Tras indagaciones y redadas policiales, se incautaron documentos e incluso hubo detenciones.
Pero mientras esa investigación sigue su curso, Becciu se ha visto involucrado en otros asuntos sospechosos. Por ejemplo, ha sido criticado por supuestamente entregar 100.000 euros, también de donaciones, a negocios administrados por sus hermanos, en particular una cooperativa que opera en Cerdeña para ayudar a los refugiados. Francisco lo confrontó por ello, y la suma de casos y acusaciones habría determinado que Jorge Mario Bergoglio pidiera la renuncia de Becciu la semana pasada. Éste, de 72 años, dijo no entender lo ocurrido y se declaró dolido con el papa. Ahora, el cardenal podría ser juzgado en el Vaticano por cargos de corrupción, según el diario La Repubblica.
"Dejen defenderme”
Una investigación de la revista italiana L'Espresso asegura que Becciu, que fue despojado de todas sus atribuciones cardenalicias por el papa, había montado una red de corrupción para mover inversiones vaticanas hacia fondos especulativos. Cuando todos estos hechos ocurrieron, él era Sustituto de la Secretaría de Estado, y por lo tanto tenía autoridad directa sobre el Óbolo de San Pedro.
Según documentos a los que accedió La Repubblica, la compra del inmueble de la discordia se financió en parte recurriendo a las donaciones de los fieles. Según el Promotor de Justicia, Gian Piero Milano, y su adjunto, Alessandro Diddi, "la Secretaría de Estado financia la operación londinense con la línea de crédito del Credit Suisse y del Banco de la Suiza Italiana por 200 milllones de dólares, garantizados a través de bienes de valor patrimonial de la Secretaría de Estado y de donaciones del Óbolo de San Pedro”. La Repubblica cifra en 24 millones de euros el dinero tomado de las donaciones.
La fiscalía además cuestionó que el valor de la propiedad había aumentado enormemente antes de la compra, un incremento "que no parece encontrar una razón económica válida”. Por si fuera poco, este martes la agencia ANSA aseguró que se detectaron otras inversiones inmobiliarias en Londres por unos 110 millones de euros que también involucran a Becciu. Éste, tras renunciar, convocó a los medios el pasado viernes 25 de seotiembre y reveló que "el papa dice que ya no confía en mí porque los magistrados le han dicho que cometí actos de malversación”. Luego se declaró inocente y "suplicó” a Francisco "que me deje defenderme”.
DZC (La Repubblica, AFP, L'Espresso, ANSA)
Cinco años de papado de Francisco (2018)
Desde que asumió en 2013, Jorge Mario Bergoglio ha tratado de presentar una nueva imagen de la Iglesia católica dando un ejemplo de humildad. Algunos apoyan sus esfuerzos, mientras otros lo consideran mera pose.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Lingria
'¡Buona sera!'
El 13 de marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio saludó a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro, en el corazón de Roma, con un sencillo "buenas tardes", poco después de que el cónclave lo eligiera como nuevo papa. De esta forma, dio una señal y comenzó su mandato con el tono más cercano que ha marcado su liderazgo de la Iglesia católica.
Imagen: Reuters
Comité reformista
El nuevo pontífice de inmediato abordó temas que la Iglesia había estado discutiendo desde antes de su elección. Por ejemplo, estableció un comité de nueve personas para reformar la organización y dirección de la Iglesia. El principio guía: la Iglesia Católica Romana no es un fin en sí misma, sino que debe divulgar las enseñanzas de la Biblia y acercar el Vaticano a los fieles.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/L'Osservatore Romano
Apoyo a los débiles
Las muertes de migrantes que cruzan desde África a Europa son una "espina en el corazón", dijo Francisco en su primer viaje a Lampedusa. Al momento de su visita, en el verano de 2013, miles de inmigrantes estaban en esa isla italiana esperando recibir los permisos legales para seguir su travesía hacia el continente europeo.
Imagen: AFP/Getty Images
Símbolo de humildad
En perfecta concordancia con su mensaje de la "iglesia pobre", la imagen del papa Francisco con el treinteañero Renault 4, que recibió de regalo de un pastor en Verona, dio la vuelta al mundo. El pontífice supuestamente quería manejar él mismo el automóvil, pero no le fue permitido por razones de seguridad. El símbolo de la modestia ha perdurado.
Imagen: Reuters
Francisco, la celebridad
El estilo de Francisco rápidamente lo convirtió en un ícono para los católicos más progresistas. Incluso los no cristianos han aplaudido al papa y se frotaron los ojos con asombro ante el fuerte contraste con su antecesor, el conservador y poco carismático Benedicto XVI. Tras 10 meses en el cargo, Francisco se convirtió en el primer papa en aparecer en la portada de la revista "Rolling Stone".
Imagen: picture alliance/dpa/ROLLING STONE
Polémico constructor de puentes
Francisco se toma muy en serio su trabajo como pontífice. Ha hecho de mediador en conflictos en África Central y Colombia, y también ayudó a distender las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Con la mirada puesta en la frontera de México con EE.UU., llamó al presidente Donald Trump a construir puentes en vez de muros.
Imagen: picture-alliance/dpa/Agentur Andina/J. C. Guzmán
Unidad religiosa
Francisco también ha tratado de construir lazos con distintas confesiones y religiones. Oró en el Muro de los Lamentos en Jerusalén y se reunió con el gran muftí Mohammad Hussein. En Egipto, visitó al jefe de la iglesia copta, Tawadros II, y al gran imán Ahmed al-Tayeb. En Myanmar, habló con monjes budistas y en La Habana se reunió con el líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kyrill I (en la foto).
Imagen: Getty Images/AFP/A. Roque
Cercano al pueblo
Francisco casó espontáneamente a una pareja durante un viaje dentro de Chile, en enero de 2018. Los dos miembros de la tripulación estaban viajando con el papa entre la capital, Santiago, y la ciudad de Iquique, en el norte del país. Durante el trayecto, le contaron de sus planes de casarse por la iglesia, ocasión que Francisco aprovechó para unirlos en matrimonio.
Imagen: Reuters/Osservatore Romano
Escándalos de abuso sexual
Francisco tropezó en Chile. Allí, la Iglesia ha vivido tiempos difíciles, especialmente desde que se conocieron numerosos casos de abusos a menores. El obispo Juan Barros (a la derecha en la foto) supuestamente estaba al tanto de estos abusos, pero guardó silencio. Francisco negó las acusaciones contra el obispo y las calificó de "injurias". Luego debió disculparse, pero no ha removido a Barros.
Imagen: Getty Images/C. Reyes
Críticas internas
El curso reformista de Francisco ha sido demasiado extremo para algunos. Esta imagen en Roma acusa al papa de no mostrar misericordia dentro de la misma Iglesia. Algunos católicos piensan que su giro es demasiado secular, su humildad demasiado audaz y su despliegue, demasiado mediático. La esencia de la religiosidad -la espiritualidad-, podría perderse del todo, temen algunos.