Vecinos versus niños en Alemania
6 de septiembre de 2010En el barrio de Schwabing de la capital bavára Múnich vive gente acomodada. Schwabing se caracteriza por sus edificios antiguos, cafés y bares. En aquel ámbito hay una vinoteca que se destaca entre las tiendas de comestibles. Tiene un papel pegado en su puerta de vidrio, que dice: ¡No en la vinoteca! Abajo del trazo se ve una imagen de prohibición para coches de bebés.
El cochecito en la calle les molesta
La actitud contra bebés y niños no sólo existe en Múnich. Un par de meses atrás transeúntes descubrieron en el populoso barrio berlinés Prenzlauer Berg, un sector parecido a Schwabing, una señal de tránsito que prohíbe entrar con coches para niños. En aquel barrio también el número de las familias con chicos ha crecido en los últimos tiempos. Pero también hay habitantes quienes están en contra del cambio estructural de su sector urbano.
La misma polémica, pero con otra dimensión, existe en Hamburgo. En la cuidad hanseática los vecinos se quejaban del “ruido” que hacían los niños de un jardín infantil en el vencindario. La pelea escaló tanto que los vecinos llevaron el caso a las cortes...y ganaron al final. El jardín de infancia tuvo que cerrar sus puertas, pocos meses más tarde.
Una iniciativa contra la hostilidad frente a los niños
Los casos se acumulan, aunque debido al desarrollo demográfico, Alemania no puede permitirse la hostilidad contra los niños. Esta situación ha obligado al gobierno alemán a anunciar medidas contra la falta de tolerancia con los niños. “El ruido de chicos y chicas no es un efecto perjudicial del medio ambiente de cual los ciudadanos tengan que ser protegidos", dijo el ministro de Obras Públicas y Transporte, Peter Ramsauer a la agencia de prensa AFP.
Por consiguiente, el gobierno federal de Berlín va a cambiar el reglamento de construcción. Así se podrá construir un jardín de infantes en cualquier zona residencial sin que el vecindario tenga opción de cuestionarlo. Antes, los gestores de los jardines infantiles tenían que pedir una licencia excepcional a los municipios para poder construir un lugar donde cuidar a los chicos.
Otra medida planeada es el cambio de la Ley de Protección de Emisiones que el gobierno quiere actualizar para fortalecer jurídicamente a los jardines infantiles. Con ésto se pretende frenar las denuncias que aún llevan al cierre de jardines infantiles en Alemania. La pregunta aún no respondida es si el Gobierno de Merkel cumplirá con la promesa de hacer de Alemania, un país más amable con los niños y sus familias.
Autora: Gözde Peşman
Editor: José Ospina-Valencia