Veinte huérfanos de combatientes del EI vuelven a Rusia
3 de julio de 2021
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Las autoridades kurdas en el noreste de Siria entregaron este sábado (03.07.2021) a una delegación rusa a 20 huérfanos de esa nacionalidad cuyos padres estaban afiliados al grupo yihadista Estado Islámico (EI), constató un corresponsal de la AFP. Tras proclamar en marzo de 2019 la caída del "califato" del EI en Siria, los kurdos piden la repatriación de miles de mujeres extranjeras e hijos de yihadistas que mantienen en campos superpoblados.
El sábado, "20 niños de nacionalidad rusa, que se encontraban en el campo de Roj", fueron entregados a una delegación de su país, indicó a la AFP el servicio de comunicación del departamento de Relaciones Exteriores de la administración semiautónoma kurda.
"Son todos huérfanos, tienen entre 3 y 16 años, están en buen estado de salud", informó la misma fuente, añadiendo que más de 200 ciudadanos rusos en total han sido repatriados gracias a la coordinación con ese país.
Un corresponsal de la AFP en Qamishli (noreste) asistió al acto organizado en la sede de este departamento para entregar a los niños a la delegación rusa. Rusia y Uzbekistán figuran entre los principales países que cooperan con los kurdos para repatriar a sus ciudadanos. En abril, Moscú ya repatrió a 34 huérfanos.
Pese a los repetidos llamados kurdos, la mayoría de los países, especialmente los europeos, se resisten a repatriar a sus ciudadanos. Algunos, como Francia, han aceptado un número limitado de menores, entre ellos los huérfanos.
Esta semana, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) alertó sobre el encarcelamiento "de cientos de niños, principalmente chicos, algunos de apenas 12 años" en "prisiones para adultos". Las autoridades kurdas reconocen esta detención de menores, pero subrayan la necesidad de crear una quincena de centros de rehabilitación para estos y critican la inacción y la escasa cooperación de la comunidad internacional.
La guerra en Siria, iniciada en 2011, se ha ido haciendo más compleja con los años por la implicación de las potencias extranjeras y la multiplicación de las facciones armadas y de grupos yihadistas. (AFP)
Kurdo-sirios: entre la esperanza y el temor
El fotoperiodista Karlos Zurutuza recorrió el norte de Siria después de la llegada de las tropas turcas. Allí se encontró con familias que huían y con hombres que se quedaron cuidando sus hogares.
Imagen: Karlos Zurutuza
Huyendo de la guerra
Según información de Naciones Unidas, desde el comienzo de la ofensiva turca casi 200.000 personas han huido de sus hogares, convirtiéndose en desplazados internos. Según estos reportes, muchos kurdos buscan refugio en las zonas del Kurdistán iraquí. El problema es que solo quienes tienen un permiso de residencia kurdo-iraquí pueden cruzar la frontera.
Imagen: Karlos Zurutuza
Solo quedan hombres
Muchos pueblos del noreste de Siria están casi abandonados. Mujeres y niños huyeron de la zona fronteriza hacia el interior del país, como la capital provincial, Al-Hasaka. "Pero las condiciones son cada vez peores en Al-Hasaka, porque han venido demasiados refugiados, así que nosotros decidimos quedarnos acá", dice Suna, madre de tres niños, a DW.
Imagen: Karlos Zurutuza
Vida sombría
El alguna vez abarrotado bazar de la ciudad siria de Amude se ha convertido en un lugar sombrío, donde ahora solo algunos hombres se reúnen. Desde el comienzo de la ofensiva turca, muchos comerciantes decidieron cerrar sus negocios. Los disparos de granadas desde el otro lado de la frontera comienzan al atardecer. Quienes se quedaron en la ciudad, raramente salen de noche.
Imagen: Karlos Zurutuza
Está de vuelta
La estatua del exgobernante Hafiz al Assad vuelve a dar la bienvenida a quienes llegan a Kamischli, la ciudad más importante del noreste de Siria. La relación entre el autogobierno kurdo y el régimen del presidente Bashar al Assad, hijo de Hafiz al Assad, ha sido tensa desde el comienzo de la guerra civil, en 2011.
Imagen: Karlos Zurutuza
Sigue la incertidumbre
Los kurdo-sirios se sienten traicionados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ordenó el retiro de las tropas de su país presentes en la región. "Sabemos lo que nos hizo Trump, pero aún no sabemos qué hará Putin", dice Massud, un cliente en una peluquería. Por ahora, Estados Unidos convenció a Turquía de la conveniencia de aplicar un alto el fuego.
Imagen: Karlos Zurutuza
"Prefiero no decir nada"
Después de años de opresión bajo el régimen de los Al Assad, muchas personas de la ciudad siria de Derik prefieren evitar decir lo que piensan, menos ahora que el gobierno ha revitalizado su presencia en la zona. "Todo el país estaba bajo el control de los servicios secretos y eso puede volver a ser así pronto, por eso nadie dirá nada", dice un transeúnte.
Imagen: Karlos Zurutuza
Cinco ataúdes, cinco destinos
En todas las ciudades del noreste de Siria, la gente debe hacerse cargo de los cadáveres que a diario llegan desde el frente de combate. Los ataques aéreos lanzados por la aviación turca han alcanzado a objetivos civiles y militares. Los hospitales, como el de Derik, donde los combatientes heridos son atendidos, fueron evacuados para evitar nuevas víctimas.
Imagen: Karlos Zurutuza
Miles de víctimas
Los kurdos en Siria sufrieron la muerte de alrededor de 11.000 personas durante los enfrentamientos contra el Estado Islámico. Si bien el EI ya no domina territorios, la matanza no se ha detenido. Docenas de civiles y cientos de militares han fallecido, según los últimos informes, desde que Turquía lanzó su ofensiva en el noreste sirio.
Imagen: Karlos Zurutuza
Solos
Tras el estallido de la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, los kurdos no tomaron partido por ninguna de las dos partes, ni por el régimen ni por la oposición. Con la retirada de las tropas estadounidenses vuelven a quedar solos, sin ningún tipo de respaldo.