Un metro y 60 centímetros de agua llegaron a medirse en Venecia. Algo que no ocurría desde hace 10 años. Los turistas fueron evacuados de la plaza San Marcos como medida de precaución, informó el alcalde de la ciudad. Esta pareja fue una de las pocas que pudo disfrutar del espectáculo de ver el 70 por ciento del centro histórico de Venecia bajo el agua.

El puente Rialto, el más antiguo de Venecia, suele estar lleno de turistas por todas partes. Esta vez los curiosos debieron concentrarse en la parte seca, mientras que los más valientes se atrevieron, muchas veces obligados por las circunstancias, a meter los pies al agua para salvar sus maletas o retirar sus pertenencias de los hoteles.

Ni las calles inundadas detuvieron a los visitantes. Muchos turistas están tan decididos a recorrer la ciudad, al menos las partes que normalmente no tienen agua, que no se amilanan ante los problemas que imponen las lluvias y los vientos. Uno de esos problemas fue la suspensión temporal de los vaporettos, los ferrys que transportan a quienes desean viajar de un punto a otro de la urbe.

Que el banco tenga agua, que la plaza esté inundada o que los vaporettos dejen de circular son aspectos menores ante la verdadera dimensión de este temporal que azotó a Liguria y Veneto: seis personas murieron, la mayoría como consecuencia de la caída de árboles. Ante ese escenario, un poco de agua no es un verdadero problema.

Venecia sufre de una presencia turística casi permanente. Quizás el exceso de agua permita que la ciudad se tome un descanso de la invasión de visitantes. Al menos algunas zonas se vieron forzadas a bajar su ritmo habitual. De cualquier modo, el nivel que alcanzó el agua en determinados lugares hizo imposible siquiera sentarse a comer algo.

En otras zonas de Venecia los turistas tuvieron un poco más de suerte, y el agua no les impidió disfrutar de una buena comida. Sin duda, podrán contar a quien quiera escucharlos que estuvieron en la ciudad de los canales cuando se hizo imposible distinguir canal alguno y la urbe se convirtió en un enorme lago repleto de personas con impermeables.