El hecho de que tengan lugar elecciones presidenciales adelantadas este 20 de mayo despierta pocas esperanzas de cambio en Venezuela. El país caribeño está sumido en una de las peores crisis económicas de su historia.
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Desde que declaró su independencia de España, en 1810, Venezuela ha atravesado numerosas crisis político-institucionales; pero la que hoy la sacude parece ser la peor de su historia por sus implicaciones económicas y, en consecuencia, sociales. El discurso anticorrupción de la “Revolución Bolivariana” no impide que funcionarios chavistas oculten miles de millones mal habidos en paraísos fiscales. La cotización del petróleo va en aumento, pero la producción de Venezuela mengua considerablemente. La devaluación del bolívar –la moneda local–, la hiperinflación y la escasez de dinero efectivo asfixian a las industrias, a los comercios y a los ciudadanos.
Aún quienes sobreviven con sus sueldos tienen dificultades para conseguir alimentos, medicinas o repuestos automotrices debido a la contracción de las importaciones, que se acentuó aún más en 2017. Cuando el Gobierno venezolano no niega la carestía, se la atribuye a la caída de los precios del crudo, a las sanciones económicas que Estados Unidos le impuso y al hecho de que el mercado financiero internacional le haya cerrado las puertas. Sin embargo, ese grado de escasez no se padece en otros países exportadores de “oro negro” y ya se sentía en Venezuela antes de que Washington tomara las medidas punitivas en cuestión.
Elecciones controvertidas
Analistas apuntan a una excesiva dependencia de la renta petrolera y al férreo control de cambio de divisas como el origen de muchos de los males que aquejan a la economía venezolana. A excepción de los aliados del hombre fuerte de Caracas, Nicolás Maduro, el resto del mundo describe lo que ocurre en la nación sudamericana como una verdadera catástrofe. Y el hecho de que allí tengan lugar elecciones presidenciales adelantadas este domingo (20.5.2018) despierta muy pocas esperanzas de cambio. Los comicios en sí han sido criticados duramente por las democracias occidentales.
“Las elecciones de este 20 de mayo fueron convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente, una institución que no tiene potestad para ello y que fue creada en circunstancias reñidas con la Carta Magna. Por otra parte, Henri Falcón y Javier Bertucci, los políticos que se promocionan como candidatos opositores, han tenido vinculaciones con el régimen chavista. Maduro no tiene verdaderos rivales. Estos comicios no pasan de ser un montaje, puro teatro. Lo que sí es real es el sufrimiento que lleva a los habitantes de Venezuela a salir masivamente del país”, dice el politólogo Ivo Hernández, de la Universidad de Münster, en entrevista con DW.
Falcón versus Maduro
Según las encuestadoras, la verdadera contienda será protagonizada por Falcón, pese a la desconfianza que le tienen muchos antichavistas, y Maduro, a pesar de su impopularidad. Falcón aspira a que hasta los opositores más reacios lo respalden a última hora y Maduro, a que la oposición se mantenga dividida, como lo ha hecho desde el segundo semestre de 2017. Para ganar simpatías, Falcón ha prometido poner coto a la inflación dolarizando la economía y, según el economista Alejandro Márquez Velázquez, para no perder voluntades, Maduro ha apostado al temor de los más pobres a perder los pocos beneficios que les aporta su Gobierno.
“Aunque los sondeos de opinión sugieren que mucha gente rechaza la gestión del Ejecutivo, se estima que alrededor de la mitad de la población del país depende de los alimentos subsidiados para comer. Quienes los reciben son presionados para que vayan a las urnas y se ha denunciado que son obligados a demostrar que han votado por el oficialismo cuando salen de los centros electorales”, señala Márquez Velázquez, docente en la Universidad Libre de Berlín. Tras gozar de poderes especiales durante varios años para sanear la economía nacional, Maduro jura que ahora sí la salvará; pero la credibilidad no parece estar de su lado.
La promesa de la dolarización
“Maduro acuñó una criptomoneda, el petro, creyendo que ésta le permitiría obtener divisas y ese experimento fracasó como fracasaron también sus reformas del sistema cambiario. La variable que amerita intervención para interrumpir el ciclo de hiperinflación es el tipo de cambio. Y yo creo que, a corto plazo, la propuesta del candidato Falcón de frenar la inflación mediante la dolarización de la economía puede funcionar. La sostenibilidad de esa medida es debatible porque no se sabe si favorece a un petroestado como Venezuela, que necesita diversificar sus productos de exportación a mediano plazo”, sostiene Márquez Velázquez.
Hernández, el catedrático de Münster, disiente.“Desde que se impuso en 2003, el sistema de otorgamiento discrecional de divisas le ha dado pie a la corrupción y a distorsiones económicas trágicas. Los beneficiarios, las personalidades y empresas cercanas al oficialismo, han contribuido a desfalcar el erario público. Pero, a mis ojos, el problema más serio es que Venezuela ya no produce lo que solía llenar sus arcas de divisas y el crudo que produce sólo le sirve para pagar deudas. Tanto Maduro como Falcón se equivocan al no atreverse a nombrar el elefante rojo en el cuarto, el problema más grande del país: la quiebra inminente de PDVSA”, dice.
Evan Romero-Castillo (jov)
Venezuela, de elección en elección
Después de los comicios en los que la oposición le arrebató la mayoría de los escaños en el Parlamento venezolano, el partido de Nicolás Maduro ha usado su hegemonía institucional para evitar nuevos reveses en las urnas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Cubillos
Comicios controvertidos
La reelección de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela fue reconocida por Bolivia, China, Cuba, Ecuador, Irán, Rusia, el oficialismo sirio y Turquía. Los países que no ven en Maduro a un mandatario legítimo son Argentina, Australia, Brasil, Canadá,Chile, México, Paraguay, Perú y Estados Unidos. Tampoco la Unión Europea reconoce su reelección. (21.5.2018)
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Cubillos
Maduro aspira a la reelección
Tres hombres que alguna vez tuvieron nexos con el oficialismo dicen querer impedir que Maduro gane las presidenciales del 20 de mayo: Reinaldo Quijada atribuye la crisis nacional a un “desgobierno absoluto” y el líder pentecostal Javier Bertucci describe a sus seguidores como “chavistas inconformes”, pero es el exmilitar Henri Falcón quien luce como el principal rival de Maduro. (18.5.2018)
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Cubillos
Purga castrense
Analistas advierten el desarrollo de una purga extraordinaria en la institución castrense venezolana: Maduro expulsó de las Fuerzas Armadas a once jóvenes soldados y degradó a trece oficiales de alto rango por presunta traición a la patria y sospechas de espionaje. Días más tarde, el 2 de marzo, nueve uniformados fueron llevados ante un tribunal militar por instigación a la rebelión. (28.2.2018)
Imagen: picture-alliance/Photoshot/B. Vergara
Volátil calendario
El CNE anunció que las elecciones presidenciales, originalmente pautadas para diciembre de 2018, se realizarían el 22 de abril, a pesar de que la Unión Europea y dieciséis países americanos advirtieron de antemano que no reconocerían los resultados de esos comicios tal como estaban siendo programados. El 1 de marzo siguiente, los comicios fueron pospuestos hasta el 20 de mayo. (7.2.2018)
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Elecciones presidenciales
Los miembros de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (foto) aprobaron la solicitud hecha por el Ejecutivo de adelantar las elecciones presidenciales (pautadas originalmente para diciembre de 2018) y decretó que los votantes debían ir a las urnas antes de mayo. El Gobierno pateó así la mesa donde negociaba con la oposición. El último diálogo había tenido lugar en 2016. (23.1.2018)
Imagen: Reuters/Miraflores Palace
“La masacre de El Junquito”
Así fue bautizado extraoficialmente el desenlace del operativo con que las fuerzas de seguridad venezolanas pretendían capturar a Óscar Pérez (foto), quien se esmeró en presentarse como el enemigo número uno del régimen chavista. Pérez, exinspector de la Policía científica del país, y otros seis rebeldes empeñados en derrocar a Maduro murieron bajo una lluvia de balas y cohetes. (15.1.2018)
Imagen: Getty Images/AFP/I. Zugasti
Elecciones municipales
Estados y organismos multilaterales se niegan a reconocer la legitimidad de los gobernadores elegidos el 15 de octubre de 2017 en circunstancias opacas y juramentados poco después (foto) en ceremonias inconstitucionales. Indiferente a la protesta internacional, el Gobierno venezolano convoca a comicios municipales. Buena parte de la oposición los boicotea. (10.12.2017)
Imagen: picture-alliance/Zumapress/E]Avn
Elecciones regionales
Tiene lugar la elección de gobernadores que, por ley, debía haberse realizado un año antes; alineado con el Ejecutivo, el Consejo Nacional Electoral la había suspendido sin mayores explicaciones el 18 de octubre de 2016. La desconfianza en el CNE hace que la mayor alianza opositora se divida entre quienes participan en comicios, a pesar de las dudas, y quienes los boicotean. (15.10.2017)
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS.com/J. C. Hernandez
Asamblea Nacional Constituyente
Nicolás Maduro fue ratificado unánimemente como presidente del país por los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente que él mismo pidió elegir el 30 de julio de 2017 en condiciones tachadas de inconstitucionales (por reporteros de la agencia de noticias Reuters) y fraudulentas (por Smartmatic, la empresa a cargo de procesar los votos electrónicamente en Venezuela). (10.8.2017)
El Parlamento hizo una consulta popular (foto) en la que, según sus registros, participaron 7,3 millones de personas. El 98,4 por ciento de ellas se pronunció contra el llamado de Maduro a elegir una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) sin voto universal ni directo. Eso no impidió que la elección de la ANC se llevara a cabo el 30 de julio de 2017. (16.7.2017)
Imagen: Picture Alliance/AP Photo/A. Cubillos
“Golpe judicial”
Las calles son tomadas por la segunda gran ola de protestas contra el Gobierno de Maduro. La oposición convocó a manifestaciones días después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojara de sus facultades legislativas a los miembros del Parlamento, de mayoría opositora. Estas protestas terminarán en julio de 2017 con más de cien muertos y centenares de presos políticos. (1.4.2017)
Imagen: picture-alliance/AP/F. Llano
Diálogo truncado
Oficialismo y oposición se acusan mutuamente de sabotear la búsqueda de una tregua para solucionar la crisis de gobernabilidad y de incumplir los acuerdos alcanzados. Chavistas y antichavistas también esgrimen reproches contra los auspiciantes del diálogo –el Vaticano y UNASUR– que empezó el 30 de octubre. Las negociaciones no fueron retomadas en enero de 2017 como se había anunciado. (7.12.2016)
Imagen: Reuters/Miraflores Palace
Plebiscito accidentado
La oposición protestó ante la máxima autoridad electoral alegando que sus requisitos para la realización de un referendo revocatorio buscaban imposibilitar el proceso. Más tarde, el 20 de octubre, el CNE suspendería por completo la organización del plebiscito –que debía celebrarse antes del 10 de enero de 2017– en respuesta a acusaciones de fraude hechas por voceros del oficialismo. (21.9.2016)
Imagen: Reuters/C. G. Rawlins
Guerra entre poderes
El Tribunal Supremo de Justicia (foto) declaró inválidas todas las sesiones y decisiones del Parlamento posteriores al 28 de julio. Fue en esa fecha cuando la corte de mayor rango declaró que la Asamblea Nacional estaba en desacato por reincorporar a diputados opositores cuyos nombramientos habían sido impugnados por el oficialismo en enero de 2016. (5.9.2016)
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Una meta, cuatro rutas
La mayor alianza de partidos opositores (MUD) presentó varias estrategias constitucionales para acortar el mandato de Maduro: exigir su renuncia, enmendar la Carta Magna para reducir la duración de los Gobiernos de seis a cuatro años y llamar a la elección de una Asamblea Constituyente con miras a refundar la república. Finalmente, la MUD optaría por organizar un referendo revocatorio. (8.3.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Guiterrez
Impugnados diputados opositores
Tras refutar los resultados electorales en varias circunscripciones, el PSUV logró que el Tribunal Supremo de Justicia –dominado por fichas del oficialismo– suspendiera la proclamación de tres diputados antichavistas y limitara las prerrogativas de la oposición al reducir su incipiente hegemonía en el Parlamento, de una mayoría calificada de dos tercios a una de tres quintos. (06.01.2016)
Imagen: Reuters/M. Bello
Cambios de última hora
El Poder Judicial, que es de facto el brazo ejecutor y normativo del Gobierno de Maduro, fue renovado por los diputados oficialistas salientes cuando el período parlamentario 2011-2016 ya había culminado y los empleados del Tribunal Supremo de Justicia (foto) ya se hallaban de vacaciones. Todos los jueces nuevos, leales al PSUV, han favorecido al Ejecutivo con sus decisiones. (26.12.2015)
Imagen: Getty Images/AFP/A. Alvarez
Preludio de la crisis de gobernabilidad
El hombre fuerte de Caracas, Nicolás Maduro, prometió aceptar los resultados de las elecciones legislativas del 6 de diciembre de 2015; pero tan pronto se constató que la oposición había obtenido la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional, el partido de Gobierno (PSUV), que controlaba todos los poderes públicos, tomó medidas para restringir las prerrogativas del Parlamento. (9.12.2015)
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
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