"Son millones de billetes de 500 bolívares y de 5.000 bolívares que van a entrar muy pronto en circulación", señaló Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, un país sumido desde hace meses en una espiral inflacionaria.
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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo hoy (02.12.2016) que pronto entrarán en circulación nuevos billetes de mayor denominación, en medio de una espiral inflacionaria. Es la primera aceptación pública sobre la próxima emisión de billetes de 500 bolívares y hasta 5.000 bolívares, cuando el papel moneda de mayor valor es actualmente de 100 bolívares.
Según cifras independientes, la inflación cerrará el año en entre 600 y 700 por ciento, superando la mayor tasa histórica registrada a comienzos de los años 90, que superó por poco el 100 por ciento.
En un acto oficial en Caracas, Maduro dijo que el Banco Central de Venezuela (BCV) dará información precisa sobre la nueva denominación de los billetes. Se espera que los nuevos billetes faciliten las operaciones cotidianas, en momentos en que el cambio en el mercado negro alcanzó un registro de 4.400 bolívares, lo que hizo más vulnerable el valor de la moneda local.
Inflación galopante
El Gobierno mantiene un sistema de control de cambio desde 2003, que actualmente tiene dos tasas, una preferencial de 10 bolívares por dólar, y otra complementaria de 660 bolívares por dólar. Los nuevos billetes representan la aceptación del Gobierno de la inflación galopante, aunque el BCV rechaza publicar cifras oficiales de la evolución de los precios.
Maduro denunció que desde la oposición se continúa con una "guerra económica", pues hoy el sistema bancario fue blanco de un "ataque cibernético a la plataforma de operaciones por internet". Dijo que debido al "ataque" se hicieron lentas las operaciones con tarjetas de débito.
FEW (dpa, Reuters)
El remolino de los precios del petróleo (enero, 2016)
Casi a diario, los precios del petróleo alcanzan mínimos históricos. Una coyuntura mundial débil y la sobreproducción causan incertidumbre desde hace ya más de un año. Algunos países resienten los duros efectos.
Imagen: picture-alliance/dpa/W. Hong
Resaca de una larga fiesta
¿Quién lo hubiera dicho? La rica Noruega convierte su economía. Durante muchos años, el país sacó provecho del auge petrolero. El hidrocarburo del Mar del Norte transformó a Noruega, que pasó de ser un país agrario pobre, a uno de los más ricos del mundo. Ahora los noruegos dan marcha atrás: en vez de apostar todo por el petróleo y el gas, vuelven a concentrarse cada vez más en la pesca.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Hagen
Doble impacto
Además de las sanciones occidentales, los bajos precios del petróleo afectan a Rusia. En 2015, el crecimiento económico del país gobernado por Vladimir Putin disminuyó en casi cuatro por ciento. Consecuencia: el rublo ha perdido casi la mitad de su valor frente al dólar. Analistas de la consultoría financiera Bloomberg estiman que 2016 será otro año de recesión para Rusia.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Druzhinin
Ritmo decreciente
Nigeria es el más grande productor petrolero de África. El nuevo presidente, Muhammadu Buhari, prometió aumentar el gasto público. Pero esta promesa podría caer, víctima de las bajas cotizaciones petroleras. Según el Banco Mundial, tres cuartas partes de los ingresos del país provienen de la industria del petróleo. Muchos proyectos de infraestructura permanecen congelados.
Imagen: picture-alliance/dpa
Nuevas realidades
Además de Nigeria, muchos otros países elaboran sus presupuestos usando como referencia estimados de los precios petroleros. Si el cálculo es demasiado alto, se produce un vacío presupuestario. La gráfica muestra los precios del petróleo necesarios para que los respectivos países logren un equilibrio en sus presupuestos.
Luego de las sanciones
Irán pretende introducir medio millón de barriles adicionales de petróleo en los mercados, tras el levantamiento de las sanciones económicas. Con ello, el país persa parece resultar perjudicado, pues el incremento ejercerá mayor presión sobre los precios. Pero Irán culpa a su archirrival Arabia Saudita por los bajos precios petroleros.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Taherkenareh
Subvenciones y lujos
Arabia Saudita se opone a una disminución en las cuotas de producción a fin de contener a Irán y al fracking estadounidense. Pero ahora incluso el segundo mayor productor de petróleo del mundo se halla en dificultades. El FMI habla de un “déficit masivo” en el presupuesto saudita. El régimen de Arabia Saudita quiere ahora compensarlo introduciendo nuevos impuestos y eliminando subvenciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Grimm
¿Cuánto aguantará la olla?
Al igual que en Arabia Saudita, en Catar, Omán y los Emiratos Árabes Unidos se recurre a las reservas. Estos países poseen amplios fondos estatales. Pero también tienen en conjunto un déficit presupuestario de 260.000 millones de dólares, según estimaciones de JP Morgan.
Imagen: M. Naamani//AFP/Getty Images
¿Cambio de poder?
Venezuela dispone una de las mayores reservas petroleras del mundo. Durante años, el gobierno socialista financió programas sociales con los ingresos petroleros. Pero ahora, el presidente Nicolás Maduro se ve forzado a declarar una emergencia económica. Entre la población, el apoyo al chavismo cae casi tanto como los precios del petróleo.
Imagen: Reuters
Taladros peligrosos
Gracias a la tecnología del fracking, Estados Unidos se ha transformado en el mayor productor de petróleo del mundo. Pero los bajos precios hacen que esta tecnología no sea rentable. Estados Unidos es uno de los mayores consumidores de energía del mundo. Los conductores se alegran por los bajos precios de la gasolina e invierten en autos más grandes. Esto es un peligro para el medio ambiente.