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Venezuela, de emergencia en emergencia

Evan Romero-Castillo5 de febrero de 2016

Desde que estalló la crisis del Zika, Brasil sobresale como uno de los países latinoamericanos más afectados. Sin embargo, Venezuela parece ser el peor preparado para hacerle frente a ésta o a cualquier otra epidemia.

Según Carlos Valero, en Venezuela escasea el 70 por ciento de los 150 medicamentos “de acceso obligatorio”.
Según Carlos Valero, en Venezuela escasea el 70 por ciento de los 150 medicamentos “de acceso obligatorio”.Imagen: Federico Parra/AFP/Getty Images

Desde que la expansión del Zika por Latinoamérica acaparó la atención de la prensa mundial, la población de Brasil ha sobresalido como una de las más afectadas. Aunque aún no se sabe a ciencia cierta si existe una relación causa-efecto entre este virus y los casos de microcefalia registrados en ese país, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia sanitaria global para desentrañar la aciaga coincidencia geográfica y temporal del Zika y esos trastornos neurológicos. Sin embargo, comparado con otros Estados, Venezuela parece ser el que peor preparado está para hacerle frente a ésta o a cualquier otra epidemia.

El 26 de enero, la Asamblea Nacional declaró una “crisis humanitaria” en el país caribeño debido al desabastecimiento de medicamentos e insumos médicos, al deterioro de los equipos con que trabajan los profesionales de la salud y a las fallas estructurales del sistema sanitario. El politólogo Carlos Valero, diputado del partido Un Nuevo Tiempo y especialista en políticas públicas, señaló que en Venezuela escaseaba el 70 por ciento de los 150 medicamentos catalogados por la OMS como “de acceso obligatorio”. El presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven), Freddy Ceballos, fue más lejos.

“Están muriendo pacientes por la crisis que estamos viviendo”, declaró el dirigente gremial el pasado lunes (1.2.2016), al pedirle a la OMS y a otros organismos internacionales que enviaran medicinas a Venezuela. Ceballos aseguró que las empresas asociadas a Fefarven sólo estarían en capacidad de producir algunos medicamentos si el Gobierno de Nicolás Maduro –que perpetúa el férreo control estatal de cambio instaurado en 2003 por su predecesor, Hugo Chávez– les concede las divisas necesarias para pagarle a los proveedores en el exterior; pero agregó que para poner coto a la marcada escasez era imprescindible la ayuda internacional.

Cuando los males no vienen solos…

En entrevista con DW, Rafael Orihuela, otrora ministro de Sanidad y Asistencia Social (1992-1993) y director del Hospital Universitario de Caracas, subraya el peligro que representa para la ciudadanía el desabastecimiento de los productos más elementales –“desde analgésicos hasta antigripales, desde el acetaminofén hasta antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno”– en un momento en que a las enfermedades endémicas se suman flagelos adicionales como la malaria, el paludismo, la varicela, el chikunguña, el Zika y la llamada fiebre hemorrágica venezolana, causada por un arenavirus altamente infeccioso y letal.

“Y ni hablar de los medicamentos para las dolencias cardíacas, las relacionadas con la tensión arterial, las enfermedades degenerativas como el cáncer, los anticonvulsivantes, los antidepresivos u otros administrados en el ámbito psiquiátrico. Hace unas tres semanas se acentuó la carestía de antibióticos, que pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Estamos frente a un colapso de los servicios de salud estatales y privados”, señala Orihuela. En lo que respecta al Zika, el experto en enfermedades tropicales recuerda la inacción del Gobierno de Maduro cuando la OMS lanzó una primera advertencia en marzo de 2015.

Voluntad política

Hoy, la actitud del Ejecutivo no es muy distinta, acota. “Esta semana, el Ministerio para la Salud emitió un boletín según el cual había 4.000 personas infectadas con el virus del Zika; pero lo más probable es que sean 400.000. Hasta ahora, los brotes de microcefalia han sido mínimos. Pero, de existir una relación entre el Zika y esos trastornos, seremos testigos de más casos a mediados de este año”, pronostica Orihuela. Consultado sobre la efectividad de la crisis humanitaria declarada por la mayoría opositora en el Parlamento, el especialista concede que “eso es lo único que los legisladores pueden hacer: exhortar al Gobierno a que actúe”.

Orihuela explica que si la alarma es atendida, se pueden acelerar los procesos administrativos para que las autoridades del sector salud reciban créditos especiales del Estado o préstamos contingentes –“de dinero, de medicamentos o de insecticidas”– proveídos por otros países u organismos internacionales. “Lamentablemente, ya han pasado días y el Gobierno no reacciona”. Esa postura tiene antecedentes ominosos: “Hace ocho meses, Médicos sin Fronteras puso a la orden medicamentos, personal y recursos para eliminar focos de paludismo en el sur de Venezuela y el Gobierno de Maduro no aceptó la oferta. Aquí falta voluntad política y la disposición a admitir que Venezuela atraviesa una crisis muy severa”, cuenta Orihuela.

Orihuela: “Los inventarios de las farmacias dejan en evidencia unas carencias enormes”.Imagen: Reuters/C.G. Rawlins
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