La oposición anunció que no reconocerá los resultados de las elecciones regionales celebradas en Venezuela. Leandro Uría prevé que volverán los días de protestas masivas y habrá más sanciones internacionales.
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Fue un resultado que muy pocos esperaban, pero muchos temían. El oficialismo se quedó en Venezuela con 17 de los 23 Estados del país. Y podrían ser 18.
Varios encuestadores de renombre afirmaban fuera de grabador que debía darse un resultado exactamente inverso pero favorable a la oposición, y decían que por el efecto de las irregularidades electorales y la presión del aparato chavista -que llegó a tomar lista de asistencia a los comicios de funcionarios, de empleados públicos y de beneficiarios de bolsas de comida subsidiada, y llegó a enviar partidarios para "asistir en el voto” a discapacitados o a personas de edad elevada- la justa electoral iba a terminar empatada. Es decir que oficialismo y oposición se disputarían el triunfo en una elección de final abierto, con aproximadamente 11 gobernaciones cada uno.
Pese al "error” de los expertos de opinión pública en cuanto al resultado final, sí acertaron ciento por ciento en el nivel de participación, superior al 60 por ciento y bastante alto para este tipo de elecciones, un indicio que llevó a no pocos analistas a afirmar que, en realidad, no estaban equivocados cuando hablaban de empate técnico entre chavismo y oposición.
La elección en sí enfrentó desde el vamos muchas denuncias de irregularidades, pero la oposición creía que podía contrarrestarlas con un operativo especial, que bautizó Operación Remate contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Se trataba de recrear el espíritu que llevó al contundente triunfo opositor en las legislativas de 2015 de modo de que el apoyo popular permitiera ejercer una presión lo suficientemente fuerte como para evitar las manipulaciones electorales del chavismo.
En un país en el que los principales líderes opositores están inhabilitados o en prisión, se imprimieron boletas confusas y se cambiaron centros electorales a último momento para desorientar aún más a los militantes opositores.
Por eso, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) desarrolló esquemas de emergencia para intentar acercar a los votantes a los centros de votación que les adjudicaron a último momento. Y creían haber enfrentado con creces el desafío: tal es así que importantes líderes opositores como Julio Borges o Henrique Capriles declararon que sus partidarios habían superado los obstáculos para votar poco antes de que la MUD se atribuyera -sobre las 19 horas de ayer- un triunfo electoral histórico en Venezuela. Pero había nubarrones en el horizonte.
Poco después de las 20 horas locales, la votación había ingresado en territorio desconocido gracias a los centros electorales que permanecían abiertos a pesar de que no había afluencia de votantes. Por eso, la MUD pedía a sus "testigos” (fiscales de mesa), un último esfuerzo para que permanecieran en los centros de votación y no abandonaran el voto de los venezolanos. Fue en vano.
Henry Falcón, gobernador opositor del Estado de Lara, declaró incluso que la Guardia Nacional Bolivariana se había apropiado de centros de votación después de las 18 horas, sin que la autoridad electoral comunicara el cierre oficial de los comicios.
Tras una larga demora, pasadas las 22 locales, Tibisay Lucena, la titular del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, daba a conocer los resultados, calificados después como fraude masivo por los opositores y aplaudidos por el chavismo, que habló de una jornada electoral ejemplar y del profundo espíritu democrático de Venezuela.
En realidad, ya antes había signos por doquier de que los comicios podían desbarrancarse. Maduro había declarado muy suelto de cuerpo que las autoridades electorales no eran las que habían convocado la elección de gobernadores, sino la Asamblea Constituyente, elegida en julio pasado en unos comicios muy cuestionados, en los que la propia empresa informática encargada del recuento de los votos acusó al gobierno de inflar el resultado en un millón de votos.
Como si ese no fuera un signo muy evidente de lo que iba a terminar pasando con esta votación, Maduro fue más allá: dijo que los gobernadores que asuman deberían jurar obediencia a la resistida Asamblea Constituyente como condición sine qua non para asumir su cargo.
De este modo, el voto de millones de venezolanos corría el riesgo de resultar en vano, aun si las autoridades electorales reconocían el triunfo opositor en los estados disputados. No hizo falta llegar a tanto: el chavismo arrasó, según el gobierno y las autoridades electorales. Y Maduro puede ilusionarse con que los gobernadores jurarán ante ese resistido organismo. También puede creer que él alcanzó su objetivo real de manipular esta votación para legitimar la resistida Constituyente y dotar de "nuevas armas a la Revolución Bolivariana” en medio de una crisis galopante.
Pero nadie debería llevarse a engaño. Lo que realmente está sucediendo es que volverán los días de violencia y de protestas masivas en Venezuela y se agravarán las sanciones internacionales, mientras el país avanza hacia la suspensión de pagos de la deuda, lo que aumentará el calvario que sufre el pueblo venezolano por culpa de su dirigencia.
Venezuela: ¿quién es quién en el oficialismo?
Chavistas prominentes le han dado la espalda al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Esta galería presenta a aquellos que sobresalen por su lealtad al “hombre fuerte” de Caracas, Nicolás Maduro Moros.
Imagen: Getty Images/J. Barreto
Nicolás Maduro
Ungido por Hugo Chávez poco antes de su muerte, Nicolás Maduro (en primer plano, flanqueado por la élite militar del país) llegó a la presidencia de Venezuela tras vencer al líder opositor Henrique Capriles Radonski en unos comicios controvertidos. Su control sobre la mayoría de los poderes públicos y sus esfuerzos para neutralizar a un Parlamento insumiso han llevado a que se le tilde de tirano.
Imagen: Reuters/C.G. Rawlins
Diosdado Cabello
Militar retirado, es descrito con frecuencia como el segundo “hombre fuerte” del PSUV y, más precisamente, como el líder del ala castrense del partido de Gobierno. Ha ocupado varios cargos importantes, desde diputado y gobernador hasta presidente interino durante el vacío de poder que quedó tras el golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002, que duró algunas horas.
Imagen: picture alliance/AP Photo/Cubillos
Cilia Flores
Nicolás Maduro conoció a Cilia Flores –con quien se terminaría casando– cuando la abogada formaba parte del equipo de defensa legal de Hugo Chávez, quien había sido encarcelado tras encabezar un fallido golpe de Estado en 1992. Desde 1999, Flores ha recalado en la jerarquía estatal como diputada, presidenta del Parlamento, procuradora y primera dama …o “primera combatiente”, como dice Maduro.
Imagen: imago/Xinhua
Tareck el Aissami
Criminólogo formado en la Universidad de Los Andes, entró a formar parte de la jerarquía chavista como diputado (2006). Luego ocupó los cargos de viceministro del Interior (2007), ministro del Interior (2008-2012), gobernador de Aragua (2012-2017) y vicepresidente de la república, apoyándose en la reputación que se ganó de radical defensor del proyecto socialista bolivariano.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Llano
Delcy Rodríguez
La abogada se desempeñó como ministra de Comunicación e Información en 2013 y 2014, pero ganó prominencia internacional como canciller de Venezuela por su talante irreverente; fue durante su gestión que se oficializó la ruptura de Venezuela con la Organización de Estados Americanos (OEA). Rodríguez fue elegida presidenta de la controvertida Asamblea Nacional Constituyente el 4 de agosto de 2017.
Imagen: Reuters/C. Jasso
Vladimir Padrino López
General en jefe del Ejército, jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional y ministro para la Defensa, cargo que ocupa desde el 24 de octubre de 2014 pasó a ocupar el Ministerio de la Defensa en sustitución de Carmen Meléndez. Durante una entrevista declaró que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana estaba blindada contra los llamados de la oposición (29.1.2017).
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Néstor Reverol
Ministro del Interior, designado en cadena nacional por el presidente Nicolás Maduro el 3 de agosto de 2016, un día después de que fiscales estadounidenses lo acusaran formalmente de recibir pagos provenientes del narcotráfico a cambio de colaborar con la exportación de cocaína hacia Estados Unidos cuando se desempeñaba como director de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA).
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Llano
Antonio Benavides Torres
Comandante general de la Guardia Nacional, designado el 8 de julio de 2016 en sustitución de Néstor Reverol. Su carrera acumula polémicas vinculadas al tema de la violencia y la represión: fue uno de los defensores de la actuación militar contra las protestas antigubernamentales de 2014, considerada excesiva y desproporcionada por parte de voceros de varias organizaciones no gubernamentales.
Imagen: picture-alliance/dpa
Maikel Moreno
Designado presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el 24 de febrero de 2017. Bajo su gestión, esa institución despojó al Parlamento de sus facultades a finales de marzo de 2017, incurriendo en lo que la oposición y organizaciones multilaterales como la OEA perciben como un golpe de Estado. Esa moción dio pie a la ola de protestas antigubernamentales que comenzó el 1 de abril.
Imagen: picture alliance/AP Images/A. Cubillos
Tarek William Saab
Su carrera parlamentaria comenzó en 1999 y terminó en 2004, cuando fue elegido gobernador del estado oriental de Anzoátegui. Entre 2014 y 2017 fue Defensor del Pueblo. El 4 de agosto de 2017 fue juramentado como Fiscal General por la Asamblea Nacional Constituyente, elegida el 30 de julio de 2017 en circunstancias reñidas con la Carta Magna. Preside la Comisión por la Verdad y la Vida.
Imagen: Imago/Xinhua
Tibisay Lucena
Preside la máxima autoridad electoral de Venezuela desde el año 2006. El Consejo Nacional Electoral (CNE) es criticado severamente por su falta de independencia, por la oposición y por organismos multilaterales como la Organización de Estados Americanos (OEA). Lucena es acusada de retrasar comicios e incurrir en otro tipo de arbitrariedades para beneficiar al régimen de Maduro.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Elías Jaua
Ministro de Educación y vicepresidente de las Misiones Socialistas. Diputado al Parlamento venezolano por el estado de Miranda para el periodo 2016-2021. Al ser designado para encabezar la comisión presidencial sobre la Asamblea Nacional Constituyente, convocada el 1 de mayo de 2017 por Nicolás Maduro, Jaua allanó el camino para la elección de quienes redactarían una nueva Carta Magna.
Imagen: picture-alliance/dpa
Aristóbulo Istúriz
Docente de profesión, ha militado en varios partidos políticos, empezando por el socialdemócrata Acción Democrática y culminando con el PSUV. Fue alcalde de Caracas y desde 1999 ha ocupado varios despachos, entre ellos la vicepresidencia Ejecutiva y los ministerios de Comunas y Educación. El 4 de agosto de 2017 fue nombrado primer vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Miraflores
Iris Varela
Conocida como “Fosforito” por la facilidad con que se exalta, su carácter agresivo la ha convertido en una figura emblemática del oficialismo. Actualmente es ministra de Asuntos Penitenciarios y, como tal, ha amenazado a la fiscal general, la chavista disidente Luisa Ortega Díaz, con encerrarla en una cárcel de mujeres.
Imagen: Dedwison Alvarez/AFP/Getty Images
Héctor Rodríguez
El joven abogado es una de las figuras más visibles de la nueva generación de dirigentes del PSUV. Fue ministro de la Juventud en 2013 y 2014, y ministro de Educación en 2015. Ganó un cargo en el Parlamento en las elecciones legislativas de diciembre de 2015 y asumió el liderazgo de la bancada oficialista que quedó en minoría.