1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Venezuela: el saldo del asalto a la ANV

Tobias Käufer
6 de julio de 2017

Presuntos simpatizantes del gobierno atacaron el miércoles la Asamblea Nacional en Caracas y dejaron una estela de destrucción. El daño político es aún mayor.

Krise in Venezuela Überfall auf Parlament
Imagen: Reuters/C. G. Rawlins

Son imágenes que no se olvidan fácilmente. El diputado Armando Armas se veía cubierto en sangre en el suelo, golpeado por sujetos enmascarados que irrumpieron en el recinto de la Asamblea Nacional, precisamente en el día en el que Venezuela conmemoró su independencia. Imágenes más y más perturbadoras se difundían por las redes sociales. Diputados sangrando y luchando por recuperar la compostura. Un grupo de personas enfurecidas que golpeaba con inmensa brutalidad. La Asamblea Nacional debería ser una zona protegida, pero las fuerzas de seguridad del gobierno fracasaron completamente. No queda claro quién dejó entrar a la turba en el Parlamento. El hecho de que hayan logrado asaltar el recinto legislativo y emprender una cacería humana contra los opositores del gobierno es uno de los muchos y enormes escándalos que tienen lugar en Venezuela en estos días.

La oposición culpa a los grupos paramilitares del chavismo de haber sido los responsables de la violencia. Los colectivos son milicias armadas por el gobierno socialista para "defender la revolución". Hace sólo unos días, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, había amenazado: "Lo que no logramos con votos, lo haremos con las armas".  Otro incidente también cabe en el mismo marco. El número dos del partido socialista gobernante PSUV, Diosdado Cabello, elogió y celebró en su programa de televisión "Con el Mazo Dando" a un militar que había gritado y luego empujado al presidente del parlamento julio Borges. Cuando Cabello dio la bienvenido al Coronel en el estudio, el público aplaudió frenéticamente.

Henrique Capriles (centro) es atacado con gas lacrimógeno durante una manifestación el 29 de mayo Imagen: Picture alliance/AP Photo/F. Llano

Graves acusaciones de la oposición

Testigos y políticos de la oposición acusan a simpatizantes del gobierno del caos y el asalto brutal. El ataque marca otra nueva incisión en la lenta transición hacia una guerra civil en Venezuela. Desde hace muchas semanas el país vive una oleada de protestas contra el gobierno socialista de Nicolás Maduro. El presidente gobierna con la ayuda de decretos y un declarado estado de emergencia. Elecciones regionales y comunales deberían haberse celebrado hace tiempo, pero no las hay. En su lugar, Maduro ordenó la convocatoria de una asamblea constituyente. La mayoría opositora en la Asamblea Nacional lo rechazó. El ataque fue aparentemente una respuesta al voto de los diputados. El líder de la oposición, Henrique Capriles, acusó al gobierno de haber preparado el asalto desde el martes. En concreto, acusó al coronel Bladimir Lugo, responsable de la seguridad del Parlamento, de haber dejado pasar a las milicias. El ministro de Defensa, Padrino López, inicialmente se mostró muy neutral: "Condenamos todas las formas de violencia, de cualquier parte que venga". A continuación invitó a la oposición a unirse a la lucha contra la violencia.

Sin perspectivas de un diálogo

El saldo definitivo del ataque contra el Parlamento aún no está a la vista. El gobierno persigue su plan de imponer una Asamblea Constituyente, a pesar del amplio rechazo en al población y duras críticas desde el extranjero. El proceso de dialogo entre al oposición y el gobierno, iniciado hace meses por el Vaticano ha fracasado. El registro de las últimas semanas de protestas es devastador. Según la ONG independiente "Foro Penal", unas 90 personas han muerto ya en las protestas. Desde principios de abril, un total de 3.278 personas han sido detenidas, 400 de ellas fueron juzgadas en tribunales militares. Según la ONG, hay 391 presos políticos en Venezuela. También existen informes sobre tortura por parte de las fuerzas de seguridad.

Ir a la siguiente sección Descubra más