Venezuela no dejó de generar noticias tras los comicios presidenciales del 20 de mayo, pero, desde entonces, la prensa internacional dejó de reportar sobre lo que allí ocurre. Dos expertos procuran explicar ese fenómeno.
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En Venezuela no pasa un día sin que su crisis político-institucional se manifieste en todos los ámbitos de la vida de sus habitantes. En lo que va de mes se han registrado protestas por la falla recurrente del suministro de agua, la virtual desaparición del servicio de transporte público, la escasez de medicamentos para el tratamiento de quienes viven con el virus de inmunodeficiencia humana y la pulverización de los sueldos devengados por los profesionales de la salud; sus quincenas equivalen a cerca de 0,27 o 0,54 dólares en el mercado negro de divisas que surgió gracias a las distorsiones creadas por el sistema económico revolucionario.
Este lunes (2.7.2018), mientras los médicos y los enfermeros tomaban las calles para exigir mejoras salariales y la inflación subía a un ritmo diario del 2,4 por ciento, el Gobierno inauguraba una semana de ceremonias para premiar con ascensos a los militares que firmaron previamente un manifiesto de lealtad al hombre fuerte de Caracas, Nicolás Maduro… En otras palabras, quien diga que Venezuela no ha generado noticias desde los comicios presidenciales celebrados el 20 de mayo de 2018 estaría haciendo gala de ceguera. Pero es un hecho que, desde entonces, la prensa internacional ha dejado de reportar sobre lo que allí ocurre.
Lo último que se supo sobre ese país sudamericano fue que las democracias occidentales y los organismos multilaterales se habían negado a reconocer la reelección de Nicolás Maduro como presidente porque las votaciones del 20 de mayo –convocadas por la espuria Asamblea Nacional Constituyente– no fueron limpias. No obstante, Maduro sigue llevando las riendas de Venezuela sin que nada parezca perturbarlo. ¿Cómo se explica el silencio en torno a esa nación cuando quienes emigran de su territorio ejercen una enorme presión socioeconómica sobre los vecinos y los que se quedan siguen expuestos a un régimen de visos tiránicos?
Oposición atomizada
Ivo Hernández, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Münster, atribuye la falta de atención de los medios y de la comunidad internacional democrática a factores externos e internos. La primera vuelta (27.5.2018) y la segunda (17.6.2018) de los comicios presidenciales colombianos, y las elecciones presidenciales mexicanas (1.7.2018) acapararon los titulares porque se esperaba que estos procesos dieran pie a cambios geopolíticos importantes, no sólo de cara a Venezuela, arguye el especialista. “El mandatario electo de Colombia, Iván Duque, ya busca formas de denunciar a Maduro ante la Corte Penal Internacional”, comenta.
“En cambio, la política exterior del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, despierta incertidumbre; aún no sabemos si terminará apoyando o no las mociones del Grupo de Lima –integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía– para propiciar la reinstauración del Estado de derecho en Venezuela”, agrega Hernández. Estos sucesos regionales, sumados a ciertos fenómenos locales –las discordias en el seno de los grupos que adversan a Maduro–, han contribuido a que la crisis venezolana quede eclipsada.
“La oposición está dividida en tres grandes bloques. Uno de ellos está muy desacreditado por haberse plegado al régimen; quienes lo conforman son unos personajes muy ambiguos que guardan silencio porque no tienen nada que decir que no los deje mal parados. Otro bloque se opone frontalmente a Maduro; quienes lo integran articulan opiniones fuertes a través de las redes sociales –porque ningún medio de comunicación les concede espacio para expresarse– e intentan persuadir a los Gobiernos democráticos del mundo de que Venezuela necesita ayuda internacional para salir del atolladero en que se halla”, señala el catedrático de Münster.
Abstencionismo, mal cálculo
“Luego está un grupo intermedio, cuyos miembros buscan negociar con uno u otro bando, tanteando para ver quién les ofrece qué cosa. No tiene sentido dar nombres de formaciones políticas porque las divisiones en cuestión han ocasionado cismas en todos los partidos”, acota Hernández. El sociólogo venezolano Héctor Briceño, actualmente de paso por la Universidad de Rostock, coincide parcialmente con el profesor de Münster. A sus ojos, ese “hueco negro” que parece haberse tragado toda alusión a la coyuntura venezolana es atribuible a la incapacidad de los adversarios de Maduro para actuar coordinadamente.
“La estrategia abstencionista implementada por un segmento del antichavismo el pasado 20 de mayo fue legitimada tácitamente por la comunidad internacional democrática, pero terminó convirtiéndose en un problema más grande para la oposición que para el Gobierno; la decisión de los grandes partidos de boicotear las elecciones convocadas por el oficialismo lo que hizo fue atomizar aún más a la oposición. Y allí está ahora, sin poder llamar a una simple manifestación de calle ni definir quiénes son sus portavoces frente al mundo”, sostiene Briceño, profesor del Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) de Caracas.
Más allá de las elecciones
“Hasta cierto punto, la ausencia de información de las últimas semanas sobre la cotidianidad política venezolana se debe a que los Estados democráticos y los organismos multilaterales no saben a quiénes reconocer como voceros de la oposición. ¿Con quién hablar? ¿Con la MUD, la mayor alianza electoralista de partidos antichavistas, que prácticamente dejó de existir? ¿Con el actual presidente del Parlamento, Omar Barboza, o con su predecesor, Julio Borges? ¿Con María Corina Machado y Leopoldo López, los líderes antichavistas más renuentes a dialogar, o con los más recientes candidatos a la presidencia?”, recalca Briceño.
Según el sociólogo del CENDES, contra todo pronóstico, fue la élite chavista la que salió fortalecida de la última contienda electoral. “Y, últimamente, es Maduro quien ha hecho más ruido en los medios para presentarse como un mandatario preocupado por el bienestar de sus compatriotas”, cuenta Briceño. A su juicio, el actual reto de la oposición es crear un mecanismo de organización interna distinto del de la MUD, es decir, que no se base en lo estrictamente electoral. “La naturaleza misma de los partidos políticos venezolanos debe cambiar y ajustarse a las nuevas circunstancias. El problema es que esa adaptación tarda años”, esgrime el sociólogo.
Evan Romero-Castillo (ERS)
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Venezuela, de elección en elección
Después de los comicios en los que la oposición le arrebató la mayoría de los escaños en el Parlamento venezolano, el partido de Nicolás Maduro ha usado su hegemonía institucional para evitar nuevos reveses en las urnas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Cubillos
Comicios controvertidos
La reelección de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela fue reconocida por Bolivia, China, Cuba, Ecuador, Irán, Rusia, el oficialismo sirio y Turquía. Los países que no ven en Maduro a un mandatario legítimo son Argentina, Australia, Brasil, Canadá,Chile, México, Paraguay, Perú y Estados Unidos. Tampoco la Unión Europea reconoce su reelección. (21.5.2018)
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Cubillos
Maduro aspira a la reelección
Tres hombres que alguna vez tuvieron nexos con el oficialismo dicen querer impedir que Maduro gane las presidenciales del 20 de mayo: Reinaldo Quijada atribuye la crisis nacional a un “desgobierno absoluto” y el líder pentecostal Javier Bertucci describe a sus seguidores como “chavistas inconformes”, pero es el exmilitar Henri Falcón quien luce como el principal rival de Maduro. (18.5.2018)
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Cubillos
Purga castrense
Analistas advierten el desarrollo de una purga extraordinaria en la institución castrense venezolana: Maduro expulsó de las Fuerzas Armadas a once jóvenes soldados y degradó a trece oficiales de alto rango por presunta traición a la patria y sospechas de espionaje. Días más tarde, el 2 de marzo, nueve uniformados fueron llevados ante un tribunal militar por instigación a la rebelión. (28.2.2018)
Imagen: picture-alliance/Photoshot/B. Vergara
Volátil calendario
El CNE anunció que las elecciones presidenciales, originalmente pautadas para diciembre de 2018, se realizarían el 22 de abril, a pesar de que la Unión Europea y dieciséis países americanos advirtieron de antemano que no reconocerían los resultados de esos comicios tal como estaban siendo programados. El 1 de marzo siguiente, los comicios fueron pospuestos hasta el 20 de mayo. (7.2.2018)
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Elecciones presidenciales
Los miembros de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (foto) aprobaron la solicitud hecha por el Ejecutivo de adelantar las elecciones presidenciales (pautadas originalmente para diciembre de 2018) y decretó que los votantes debían ir a las urnas antes de mayo. El Gobierno pateó así la mesa donde negociaba con la oposición. El último diálogo había tenido lugar en 2016. (23.1.2018)
Imagen: Reuters/Miraflores Palace
“La masacre de El Junquito”
Así fue bautizado extraoficialmente el desenlace del operativo con que las fuerzas de seguridad venezolanas pretendían capturar a Óscar Pérez (foto), quien se esmeró en presentarse como el enemigo número uno del régimen chavista. Pérez, exinspector de la Policía científica del país, y otros seis rebeldes empeñados en derrocar a Maduro murieron bajo una lluvia de balas y cohetes. (15.1.2018)
Imagen: Getty Images/AFP/I. Zugasti
Elecciones municipales
Estados y organismos multilaterales se niegan a reconocer la legitimidad de los gobernadores elegidos el 15 de octubre de 2017 en circunstancias opacas y juramentados poco después (foto) en ceremonias inconstitucionales. Indiferente a la protesta internacional, el Gobierno venezolano convoca a comicios municipales. Buena parte de la oposición los boicotea. (10.12.2017)
Imagen: picture-alliance/Zumapress/E]Avn
Elecciones regionales
Tiene lugar la elección de gobernadores que, por ley, debía haberse realizado un año antes; alineado con el Ejecutivo, el Consejo Nacional Electoral la había suspendido sin mayores explicaciones el 18 de octubre de 2016. La desconfianza en el CNE hace que la mayor alianza opositora se divida entre quienes participan en comicios, a pesar de las dudas, y quienes los boicotean. (15.10.2017)
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS.com/J. C. Hernandez
Asamblea Nacional Constituyente
Nicolás Maduro fue ratificado unánimemente como presidente del país por los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente que él mismo pidió elegir el 30 de julio de 2017 en condiciones tachadas de inconstitucionales (por reporteros de la agencia de noticias Reuters) y fraudulentas (por Smartmatic, la empresa a cargo de procesar los votos electrónicamente en Venezuela). (10.8.2017)
El Parlamento hizo una consulta popular (foto) en la que, según sus registros, participaron 7,3 millones de personas. El 98,4 por ciento de ellas se pronunció contra el llamado de Maduro a elegir una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) sin voto universal ni directo. Eso no impidió que la elección de la ANC se llevara a cabo el 30 de julio de 2017. (16.7.2017)
Imagen: Picture Alliance/AP Photo/A. Cubillos
“Golpe judicial”
Las calles son tomadas por la segunda gran ola de protestas contra el Gobierno de Maduro. La oposición convocó a manifestaciones días después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojara de sus facultades legislativas a los miembros del Parlamento, de mayoría opositora. Estas protestas terminarán en julio de 2017 con más de cien muertos y centenares de presos políticos. (1.4.2017)
Imagen: picture-alliance/AP/F. Llano
Diálogo truncado
Oficialismo y oposición se acusan mutuamente de sabotear la búsqueda de una tregua para solucionar la crisis de gobernabilidad y de incumplir los acuerdos alcanzados. Chavistas y antichavistas también esgrimen reproches contra los auspiciantes del diálogo –el Vaticano y UNASUR– que empezó el 30 de octubre. Las negociaciones no fueron retomadas en enero de 2017 como se había anunciado. (7.12.2016)
Imagen: Reuters/Miraflores Palace
Plebiscito accidentado
La oposición protestó ante la máxima autoridad electoral alegando que sus requisitos para la realización de un referendo revocatorio buscaban imposibilitar el proceso. Más tarde, el 20 de octubre, el CNE suspendería por completo la organización del plebiscito –que debía celebrarse antes del 10 de enero de 2017– en respuesta a acusaciones de fraude hechas por voceros del oficialismo. (21.9.2016)
Imagen: Reuters/C. G. Rawlins
Guerra entre poderes
El Tribunal Supremo de Justicia (foto) declaró inválidas todas las sesiones y decisiones del Parlamento posteriores al 28 de julio. Fue en esa fecha cuando la corte de mayor rango declaró que la Asamblea Nacional estaba en desacato por reincorporar a diputados opositores cuyos nombramientos habían sido impugnados por el oficialismo en enero de 2016. (5.9.2016)
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Una meta, cuatro rutas
La mayor alianza de partidos opositores (MUD) presentó varias estrategias constitucionales para acortar el mandato de Maduro: exigir su renuncia, enmendar la Carta Magna para reducir la duración de los Gobiernos de seis a cuatro años y llamar a la elección de una Asamblea Constituyente con miras a refundar la república. Finalmente, la MUD optaría por organizar un referendo revocatorio. (8.3.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Guiterrez
Impugnados diputados opositores
Tras refutar los resultados electorales en varias circunscripciones, el PSUV logró que el Tribunal Supremo de Justicia –dominado por fichas del oficialismo– suspendiera la proclamación de tres diputados antichavistas y limitara las prerrogativas de la oposición al reducir su incipiente hegemonía en el Parlamento, de una mayoría calificada de dos tercios a una de tres quintos. (06.01.2016)
Imagen: Reuters/M. Bello
Cambios de última hora
El Poder Judicial, que es de facto el brazo ejecutor y normativo del Gobierno de Maduro, fue renovado por los diputados oficialistas salientes cuando el período parlamentario 2011-2016 ya había culminado y los empleados del Tribunal Supremo de Justicia (foto) ya se hallaban de vacaciones. Todos los jueces nuevos, leales al PSUV, han favorecido al Ejecutivo con sus decisiones. (26.12.2015)
Imagen: Getty Images/AFP/A. Alvarez
Preludio de la crisis de gobernabilidad
El hombre fuerte de Caracas, Nicolás Maduro, prometió aceptar los resultados de las elecciones legislativas del 6 de diciembre de 2015; pero tan pronto se constató que la oposición había obtenido la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional, el partido de Gobierno (PSUV), que controlaba todos los poderes públicos, tomó medidas para restringir las prerrogativas del Parlamento. (9.12.2015)