1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW
PolíticaVenezuela

Venezuela: “Juramentación pese al fraude”

13 de enero de 2025

La juramentación de Nicolás Maduro como presidente por otro período es vista con ojos críticos por la prensa en alemán.

Nicolás Maduro jura otra vez como jefe de Estado, ante el presidente del Parlamento.
Nicolás Maduro jura otra vez como presidente. (10.01.2025).Imagen: Jhonn Zerpa/Miraflores Palace/Handout/REUTERS

El diario económico Handelsblatt, de Düsseldorf, titula un artículo "Juramentación pese al fraude" y habla de "una evidente manipulación de las elecciones” en Venezuela: "‘Listo‘, dijo Nicolás Maduro, tras haber sido confirmado por otros seis años en el cargo por el presidente del parlamento. Maduro, que dirige Venezuela con mano dura desde hace 12 años, afirmó que ni el fascismo ni el imperialismo podrían impedir que gobernara en paz con el pueblo.

Sin embargo, él ha conducido al otrora rico país petrolero y su sistema democrático a la mayor crisis política y económica de su historia. El Producto Interno Bruto (PIB) del país se ha reducido en cerca de un 75 por ciento desde 2013. Se trata de una de las mayores depresiones económicas en tiempos de paz de la historia moderna. Un 80 por ciento de las y los venezolanos viven hoy en la pobreza. Según estimaciones, 7,5 millones de personas han dejado el país”.

"Occidente debe reaccionar”

El matutino suizo Neue Zürcher Zeitung afirma que Maduro se apropió ilegalmente de un tercer período y opina: "Protegido por un enorme despliegue de seguridad, Nicolás Maduro fue juramentado el viernes para otro período, de seis años. Pero su posición está claramente debilitada. (…)

Los gobiernos democráticos occidentales no deben pasar sin más a la orden del día. Un claro endurecimiento de las sanciones es el instrumento apropiado para seguir ejerciendo presión sobre el debilitado dictador. Afirmar que la experiencia indica que las sanciones no sirven de nada en Venezuela no es correcto. No hay nada a lo que Maduro tema más que a las sanciones de Occidente. En noviembre promulgó una ley que contempla penas de cárcel de hasta 25 años para quienes favorezcan tales medidas.

El presidente Biden se dejó engañar por Maduro y atenuó las duras sanciones impuestas por Donald Trump a cambio de la promesa -después incumplida-, del autócrata de llevar a cabo elecciones libres. Chevron y otras empresas petroleras siguen disponiendo de permisos especiales del gobierno estadounidense para operar en Venezuela. Estos deberían cancelarse. También las sanciones personales contra el círculo ampliado de poder deben ampliarse. Solo si también la Unión Europea las asume se impedirá que quienes se benefician del régimen -como ha ocurrido en parte en el pasado- puedan eludirlas en Europa. (…)

Los venezolanos demócratas se sintieron decepcionados por la tibia reacción de Occidente al fraude electoral de Maduro. Ahora ha llegado el momento de que Occidente respalde enérgicamente los esfuerzos en pos de la libertad en Venezuela”.

"Continuidad en lugar de disrupción”

El periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, en su versión en internet, comenta: "Cómo habría hervido de rabia la izquierda europea si el viernes hubiera sido investido como jefe de Estado en Venezuela un hombre al que se pudiera etiquetar de ‘derechista'?

Una vez más se falseó una elección, la oposición es víctima desde hace casi dos décadas de una Justicia arbitraria, el Ejército no solo es un Estado dentro del Estado, sino, en realidad, la base de poder; millones están en el exilio y la mitad de la población que permanece vive en una pobreza extrema.

¿Y qué? Pese a todas las experiencias de la historia reciente del continente, la ‘izquierda' todavía se asocia con justicia y progreso, y da igual qué desastre hayan causado los comunistas en Cuba, los sandinistas en Nicaragua, o también gobiernos de izquierda moderada en Ecuador o Chile. En ese caldo de cultivo crece en Latinoamérica no solo el desencanto con la democracia cono forma de Estado, sino también la añoranza de líderes como Bukele en El Salvador o Milei en Argentina.

Su ‘disrupción' ha liberado más energía de lo que hubieran creído posible muchos en un país paralizado por un esclerótico peronismo. Pero, a este lado del Atlántico, Milei todavía es considerado causa de problemas y no una solución. La ‘revolución bolivariana' de Nicolás Maduro puede seguir adelante. Moscú, Pekín y Teherán garantizan continuidad”.

(ers/cp)

Ir a la siguiente sección Descubra más