¿Qué ha quedado de las esperanzas depositadas en el líder de la oposición venezolana? Poco, según artículos de la prensa germanoparlante, que abordan las turbias elecciones para la jefatura del Parlamento de Venezuela.
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El periódico suizo Neue Zürcher Zeitung considera que el presidente venezolano nuevamente se ha afirmado en su sillón, y apunta: "En la elección del presidente del Parlamento, Nicolás Maduro volvió a poner de manifiesto su inclinación dictatorial. Bloqueando el ingreso de la oposición, el presidente de Venezuela veló porque fuera elegido el candidato que le acomodaba. (…) Pero los acontecimientos del domingo no alterarán mayormente la constelación de poder en Venezuela. Son, sobre todo, de naturaleza simbólica. (…)
Actualmente se desmorona el respaldo a Guaidó entre sus partidarios dentro y fuera del país. Incluso Estados Unidos, que intentó impulsar el derrocamiento de Maduro por medio de Guaidó hace un año, vuelve a hacer negocios con Venezuela. Y también la oposición venezolana ha vuelto a perder la unidad que había alcanzado transitoriamente bajo el liderazgo de Guaidó. A ello se suman revelaciones sobre la corrupción de líderes parlamentarios opositores. Uno de ellos fue el que Maduro hizo elegir el domingo como presidente del Parlamento”.
Dos presidentes
El diario Süddeutsche Zeitung, de Múnich, destaca que tras meses de estancamiento, la lucha de poder vuelve a agudizarse en Caracas: "Desde hace un año, Maduro y Guaidó libran una encarnizada lucha por la conducción de Venezuela. (…) El político de 36 años que se proclamó jefe de Estado en enero del año pasado, acusó a Maduro, entre otras cosas, de haber falseado elecciones y de haber llevado al país al caos. Sin embargo, en los meses posteriores, Guaidó fracasó en el intento de asumir efectivamente el poder. Su movimiento de protesta se fue desinflando paulatinamente. Formalmente, Venezuela, es desde entonces, un país con dos presidentes. Y ahora también tiene dos presidentes su Parlamento”.
La revolución que se esfumó
"Hace un año, Juan Guaidó apareció de la nada y prometió derribar al gobernante de Venezuela. Pero no ha conseguido nada”, sentencian los autores de un artículo del Handelsblatt, periódico económico de Düsseldorf. Y apuntan: "Hace aproximadamente seis semanas, Guaidó pensó que podría volver a animar a la población de Venezuela a efectuar una nueva protesta masiva contra el gobierno. Eran las semanas en que Sudamérica estaba en ebullición, cuando en Colombia el presidente se veía asediado, en Chile el jefe de Estado se tambaleaba y en Bolivia el gobernante escapaba al exilio. Pero el llamado del jefe parlamentario y autodesignado presidente de Venezuela casi no fue escuchado. Apenas unas mil personas se reunieron ese 16 de noviembre en Caracas para protestar contra el autoritario Nicolás Maduro, el régimen chavista y la insoportable situación económica. (…)
Fue la prueba definitiva de que la población ha perdido la confianza en Guaidó y su promesa de un rápido fin del chavismo. La revolución que el joven político prometió en enero de 2019 se esfumó, antes de que pudiera estallar realmente. Y la estrella de Guaidó, que comenzó a alzarse hace un año, resultó ser una estrella fugaz”.
(cp)
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Los venezolanos encuentran refugio y solidaridad en Colombia
Maicao es famosa por su tráfico de drogas y personas, violencia y explotación sexual. Los refugiados venezolanos que viven allí son un blanco fácil. Pero un centro de recepción dirigido por ACNUR ofrece una salida.
Imagen: DW/Eline van Nes
Esperar en fila por comida
Los migrantes venezolanos hacen fila para verificar su número de registro y otros detalles antes de recibir su almuerzo. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU sirve comida tres veces al día.
Imagen: DW/Eline van Nes
Un techo en circunstancias difíciles
Filas de carpas provistas por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se extienden para los venezolanos migrantes en el centro de recepción en Maicao y brindan la mayor comodidad posible en estas circunstancias.
Imagen: DW/Eline van Nes
Buscar una salida
El centro de recepción recientemente inaugurado en Maicao, en la región de La Guajira, una colaboración entre ACNUR y las autoridades colombianas, es el primero de su tipo en Colombia. Las agencias gubernamentales locales y nacionales solicitaron ayuda a ACNUR debido al constante flujo de migrantes y refugiados venezolanos que cruzan la frontera hacia Maicao.
Imagen: DW/Eline van Nes
Sin un propósito y con la salud amenazada
Domingo Fernández, un experiodista y profesor de 72 años, solía escuchar sobre los refugiados y verlos en las noticias, pero nunca pensó que terminaría en un refugio también. Habiendo trabajado la mayor parte de su vida, ahora se siente inútil. Cada mañana se levanta, espera su desayuno y riega el área cerca de la entrada de su tienda de campaña porque el polvo está afectando sus pulmones y ojos.
Imagen: DW/Eline van Nes
Esperando una vida mejor
Rusmari Luna trajo un brazalete de Venezuela que su madre le hizo para el viaje. Tuvo que irse con sus hijos porque ya no podía mantenerlos. Ella cuenta que algunas personas en Venezuela entregan sus hijos a otras familias, otras los abandonan en las calles. También dice que encontraba esas historias difíciles de creer, pero ahora entiende lo desesperadas que están algunas de esas personas.
Imagen: DW/Eline van Nes
Soñar con casa
Rosmery Castillo dejó Venezuela hace un mes con dos de sus hijos y dejó un tercero con su hermano. Era enfermera en Valencia, pero la alta inflación desaparecía su salario mínimo y la dejaba sin casi nada para comprar comida. Ella planea regresar a Venezuela tan pronto como la situación mejore para estar con su madre y su abuela, a quienes tuvo que dejar atrás.
Imagen: DW/Eline van Nes
Compartir el techo y la voluntad de sobrevivir
Rosmery Castillo (34, izquierda) y Vanesa Añez (19) no se conocían cuando ambas llegaron al centro de recepción de ACNUR al mismo tiempo. Ahora comparten una carpa.
Imagen: DW/Eline van Nes
Una mano amiga
Una clínica de la Cruz Roja Colombiana en el centro de recepción atiende los problemas de salud que pueden sufrir los migrantes y refugiados, como los problemas pulmonares causados por el polvo del desierto de La Guajira.
Imagen: DW/Eline van Nes
Solidaridad y entendimiento
La xenofobia siempre está acechando en el fondo, pero La Guajira tiene una conexión histórica con la ciudad venezolana de Maracaibo. Muchas personas de La Guajira se mudaron a Venezuela durante el conflicto colombiano de las FARC. Hay solidaridad entre personas de ambos lados. También hay muchos desplazados internos en Colombia, que entienden cómo es para los venezolanos estar en esta situación.
Imagen: DW/Eline van Nes
Tomar la ruta legal
El cruce oficial entre Colombia y Venezuela está marcado por algunas vallas y soldados haciendo guardia. Hay una forma oficial de cruzar entre Colombia y Venezuela, pero también unos 150 atajos ilegales, muchos de los cuales terminan justo en frente del cruce oficial.