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Venezuela: la polarización pone en jaque al periodismo

15 de marzo de 2019

¿Cómo trabajan actualmente los periodistas en un país tan polarizado como Venezuela? Emilio Materán, director del diario La Voz, de Caracas, conversó al respecto con DW.

Emilio Materan venezolanischer Journalist
Emilio Materán, director de "La Voz".Imagen: Privat

¿Cómo es la labor cotidiana de un periodista hoy en Venezuela?

Trabajar en la actualidad como periodista en Venezuela es muy difícil. No solamente por los riesgos que se corre. Tenemos una Venezuela totalmente polarizada desde el punto de vista político. La política le ha hecho mucho daño al ejercicio del periodismo. Aquí los periodistas han tomado bandos políticos; unos se han identificado con la oposición y otros con el oficialismo. Yo pienso para los periodistas que trabajan en la oposición es mucho más difícil porque son reprimidos. No pueden cubrir fuentes oficiales. No se le permite ni siquiera el ingreso en muchos casos a las ruedas de prensa oficiales. En el caso de los periodistas que se han identificado con el Gobierno es mucho más fácil. Pero hemos visto con mucha preocupación cómo muchos periodistas, por no decir todos los que trabajan en las fuentes oficiales, más que hacer una pregunta, emiten una opinión (…) Eso lo puedes ver en el canal 8, que es el canal de televisión del Estado, no del gobierno. Han convertido ese canal lastimosamente en un canal de propaganda política.

¿Hay autocensura?

Por supuesto que existe. Aquí los permisos para transmitir por televisión y por radio los da el gobierno (…) Ya se han cerrado más de doscientas emisoras de radio en lo que va de gestión del chavismo, contando la gestión del presidente Chávez y la del presidente Maduro. En cuanto a periódicos, en el interior de la República,  por lo menos cien han tenido que cerrar por razones directamente relacionadas con la política, el otorgamiento de recursos preferenciales para la compra de papel, por ejemplo. Esto, sin contar los casos en que se ha llamado los dueños de cadenas de radio que se les ha dicho: si no sale este periodista, les vamos a quitar la concesión.

El Nacional optó por internet, por problemas para obtener papel.Imagen: picture-alliance/F. Llano

Entonces, muchos periodistas, muchas televisoras y muchas radios -y por supuesto los periodistas que trabajan para ellos- se autocensuran para no generar problemas. Por ejemplo cuando hay marchas y concentraciones de la oposición, ningún medio privado, y por supuesto mucho menos los públicos, hacen reseñas de eso, para no generarse problemas. Es muy poca la cobertura que se le está dando a los actos de Guaidó; apenas en la noche salen en los noticieros, pero no en vivo.

¿Se mezcla la opinión con la información?

Totalmente. Los periodistas, más que informar, asumen posiciones. Y no durante los programas de opinión, que sería quizás lo correcto. Yo no estoy en contra que el periodista exprese una opinión, está en todo su derecho. Pero se encuentra muchísimo, inclusive en los noticieros que son netamente informativos, sobre todo en los del Estado, una mezcla donde tú no sabes si se están informando, están preguntando o están generando opinión. 

¿No hay periodistas imparciales?

Muchos periodistas, y me incluyo entre ellos, tratamos de hacer un periodismo objetivo (…) Sin embargo yo creo que es imposible en este momento, en la Venezuela en que vivimos, ser totalmente imparcial. Basta con escuchar hoy cualquier noticiero para darte cuenta si el periodista es pro o contra Maduro; creo que a los 30 segundos ya tú tendrías una opinión de si un periodista está a favor o en contra del Gobierno.

¿Qué lección puede aprender el periodismo venezolano de esta crisis?

En primer lugar, el daño que le ha hecho al ejercicio del periodismo esta radicalización. Yo creo que el periodismo debe estar al lado de la gente, de sus necesidades, no al lado de la manipulación. No es que la manipulación exista solamente para los que trabajan en el Gobierno; Yo creo que la oposición venezolana ha cometido muchísimos errores y en muchísimos casos hay medios que no lo comentan. El periodismo venezolano tiene que aprender de lo que está pasando, para convertirse en un periodismo informativo: que se diga lo bueno y que se diga lo malo de un gobierno, o de un partido opositor, o de un dirigente, y que sea la gente la que la que en definitiva haga su análisis sobre si es correcto o incorrecto lo que está haciendo cada persona.

Con un presidente como Guaidó, ¿qué pasaría con los periodistas de los medios estatales?

Es una pregunta muy interesante, porque no sabemos cuál será la política de Guaidó. Lo que pienso es que Guaidó y cualquier persona que venga de la oposición, ha entendido cómo es la situación de los medios, y no podemos hacer lo mismo. Es decir, no podemos ir a los medios estatales para quitar a todos los periodistas y colocar a otros periodistas con otra forma de pensar. Creo que Guaidó o quien venga como presidente de la República de Venezuela, tiene que entender el daño que se le ha hecho a los medios estatales y al ejercicio del periodismo.

Es muy importante para la supervivencia de todo medio -yo diría que del mundo- que tengas una información balanceada; pero no que solamente lo digas en tu eslogan, sino que en realidad lo hagas y seas balanceado con todas las tendencias, tanto del gobierno como de la oposición, como de los que no se identifican con ninguno de los dos, que también los hay. 

 

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