'En cuanto leí las declaraciones del señor Rumsfeld coloqué el 'casete tipo' que tengo elaborado para dar respuesta a los voceros norteamericanos cada vez que atacan a Venezuela', dijo en nombre del Ejecutivo el vicepresidente del país, José Vicente Rangel. En una entrevista publicada por el semanario dominical brasileño 'Veja', Rumsfeld volvió a expresar su preocupación por la compra de esos fusiles, lo que ha hecho en varias oportunidades en las últimas semanas en su país y en otros.

Caracas repite incansablemente frente a ello, que esa preocupación no existiría si la transacción comercial se hubiese concretado con empresarios estadounidenses. La 'grabación' oficial venezolana, transcrita en una nota de Rangel, dice que 'ante la preocupación que muestra el Señor de la Guerra -léase Rumsfeld-, por lo que califica de 'apetito de Venezuela por las armas', conviene decir que en la actualidad se debate en el Congreso norteamericano la aprobación de 80.000 millones de dólares para gastos de guerra'.

Con ello, añadió Rangel, 'el gasto por este concepto de esa nación llega a 300.000 millones de dólares', por lo que, cuando Rumsfeld 'habla de apetito por las armas de Venezuela, su cinismo es ilimitado'. Caracas aprovechó para insistir, asimismo, que 'Venezuela reequipa a su Fuerza Armada atendiendo necesidades de la institución y de defensa del régimen constitucional y democrático, y lo hace en ejercicio pleno de su soberanía'.

También repite que no lo hace 'con propósito bélico', lo que se comprueba en que 'Venezuela no ha recibido queja, protesta u observaciones críticas (...) por parte de algún país de la región'. 'Más bien -prosiguió Rangel-, en todos ha habido una actitud respetuosa y comprensiva', especialmente en Colombia, donde el presidente, Alvaro Uribe, ha expresado no tener reparos.