Venezuela: “Lo que viene es un estado de excepción”
8 de enero de 2019
La juramentación de Maduro para un segundo mandato como presidente de Venezuela es percibida como un hito importante en la cronología de la crisis nacional, pero no necesariamente como el episodio final de esa historia.
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Este jueves (10.1.2019), Nicolás Maduro será juramentado como jefe del Estado venezolano pese a la falta de reconocimiento nacional e internacional de su reelección en los comicios del 20 de mayo de 2018, tachados de fraudulentos por distintas instancias. Estados Unidos y la Unión Europea se han pronunciado en contra de un segundo mandato. Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía –integrantes del Grupo de Lima, creado en 2017 para lidiar con la crisis político-institucional venezolana– sopesan prohibir la entrada de funcionarios chavistas a sus respectivos territorios si Maduro se erige en presidente de facto. Y el Parlamento local, de mayoría opositora, anunció que asumiría la representación ejecutiva del país ante el resto del mundo si Maduro “usurpa” el cargo. Sin embargo, Maduro no parece prestarle oídos a sus detractores.
“El Grupo de Lima, con excepción de México, le exigió a Maduro que se abstuviera de juramentarse; pero, ¿qué puede hacer si Maduro ignora su exhortación? Hace tiempo, la Organización de Estados Americanos amenazó al régimen chavista con aplicar la Carta Democrática Interamericana en su contra, pero esa es un arma sin filo porque nunca se previeron mecanismos para reforzarla en caso de que hiciera falta ir más allá”, comenta Ivo Hernández, de la Universidad de Münster. “Las herramientas de presión diplomática a la mano son anacrónicas, no bastan para meter en cintura a autocracias de nuevo cuño como la de Maduro. ¿Cómo intervenir multilateralmente –si es que se decide intervenir– en los asuntos internos de Estados para poner fin a sus crisis cuando éstas alcanzan dimensiones como la venezolana? Esa será la pregunta de rigor de ahora en adelante”, advierte Hernández.
10 de enero, fecha clave
“En Venezuela, lo que viene es un estado de excepción; empezarán a regir reglas de juego ajenas a la Constitución para responder a una emergencia. El artículo 233 de la Carta Magna venezolana establece que el Parlamento puede restaurar el orden democrático en el país en ausencia del presidente legítimo; pero, a falta de legitimidad, Maduro y su entorno tienen el control de las armas, nexos con redes terroristas internacionales y negocios con narcotraficantes. El Estado ha sido secuestrado por forajidos. Deberán aplicarse formas de coacción interna y externa para sacarlos del poder, pero ninguna de ellas está regulada constitucionalmente. ¿Cómo va a ser enfrentado ese estado de excepción? En este momento, nadie lo sabe”, señala el experto de Münster. Ana Soliz, investigadora de la Universidad Helmut Schmidt de las Fuerzas Armadas Alemanas, es más optimista.
Según la politóloga, aislar al Gobierno de Maduro es necesario, pero sin cerrar todos los canales de comunicación con el chavismo. Si no se le ofrecen posibilidades de diálogo, el régimen puede terminar endureciendo aún más sus posturas y actuando como quien ya no tiene nada que perder, dice. Soliz propone preparar el terreno para que Maduro caiga por su propio peso: “Si él inicia oficialmente su segundo mandato este 10 de enero, la ilegitimidad de su Gobierno justificaría las acciones legales del Parlamento para reinstaurar el orden democrático en Venezuela. El camino más razonable para hacerlo sería inhabilitando a Maduro, nombrando al presidente del Parlamento como jefe de Estado y llamando nuevamente a elecciones. En esas condiciones, Maduro debería reconocer que dar su brazo a torcer es la única salida que le queda”, explica.
Maduro, los militares y el petróleo
“Aunque la retórica de Juan Guaidó, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional, es combativa, él se ha cuidado de no convocar a protestas. Lo que sí ha hecho es pedirle a las Fuerzas Armadas que respalden al Parlamento”, cuenta Nikolaus Werz, profesor emérito de la Universidad de Rostock. “No obstante, dados los privilegios de los que gozan muchos militares en el marco de la Revolución Bolivariana, lo más probable es que los uniformados sigan apoyando a Maduro”, agrega. Werz describe al líder chavista flotando en una suerte de limbo; a corto plazo, Maduro sólo puede ser sacado del poder por una “implosión económica” o sacado del atolladero por un incremento en la cotización del petróleo, sugiere.
El economista Alejandro Márquez Velázquez disiente: aún si el precio del crudo subiera intempestivamente, la industria petrolera venezolana no podría beneficiarse de esa tendencia porque carece del personal cualificado para ello. “Lo mismo aplica para otros sectores de la producción nacional. La fuga de cerebros y de mano de obra limita la capacidad de Venezuela para aprovechar coyunturas potencialmente favorables para su economía. Y muchos de los emigrantes sólo regresarán al país cuando existan garantías de cambio y estabilidad política”, arguye Márquez Velázquez, investigador-docente del Instituto Latinoamérica (LAI), de Berlín.
(jov)
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Venezuela, de elección en elección
Después de los comicios en los que la oposición le arrebató la mayoría de los escaños en el Parlamento venezolano, el partido de Nicolás Maduro ha usado su hegemonía institucional para evitar nuevos reveses en las urnas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Cubillos
Comicios controvertidos
La reelección de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela fue reconocida por Bolivia, China, Cuba, Ecuador, Irán, Rusia, el oficialismo sirio y Turquía. Los países que no ven en Maduro a un mandatario legítimo son Argentina, Australia, Brasil, Canadá,Chile, México, Paraguay, Perú y Estados Unidos. Tampoco la Unión Europea reconoce su reelección. (21.5.2018)
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Cubillos
Maduro aspira a la reelección
Tres hombres que alguna vez tuvieron nexos con el oficialismo dicen querer impedir que Maduro gane las presidenciales del 20 de mayo: Reinaldo Quijada atribuye la crisis nacional a un “desgobierno absoluto” y el líder pentecostal Javier Bertucci describe a sus seguidores como “chavistas inconformes”, pero es el exmilitar Henri Falcón quien luce como el principal rival de Maduro. (18.5.2018)
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Cubillos
Purga castrense
Analistas advierten el desarrollo de una purga extraordinaria en la institución castrense venezolana: Maduro expulsó de las Fuerzas Armadas a once jóvenes soldados y degradó a trece oficiales de alto rango por presunta traición a la patria y sospechas de espionaje. Días más tarde, el 2 de marzo, nueve uniformados fueron llevados ante un tribunal militar por instigación a la rebelión. (28.2.2018)
Imagen: picture-alliance/Photoshot/B. Vergara
Volátil calendario
El CNE anunció que las elecciones presidenciales, originalmente pautadas para diciembre de 2018, se realizarían el 22 de abril, a pesar de que la Unión Europea y dieciséis países americanos advirtieron de antemano que no reconocerían los resultados de esos comicios tal como estaban siendo programados. El 1 de marzo siguiente, los comicios fueron pospuestos hasta el 20 de mayo. (7.2.2018)
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Elecciones presidenciales
Los miembros de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (foto) aprobaron la solicitud hecha por el Ejecutivo de adelantar las elecciones presidenciales (pautadas originalmente para diciembre de 2018) y decretó que los votantes debían ir a las urnas antes de mayo. El Gobierno pateó así la mesa donde negociaba con la oposición. El último diálogo había tenido lugar en 2016. (23.1.2018)
Imagen: Reuters/Miraflores Palace
“La masacre de El Junquito”
Así fue bautizado extraoficialmente el desenlace del operativo con que las fuerzas de seguridad venezolanas pretendían capturar a Óscar Pérez (foto), quien se esmeró en presentarse como el enemigo número uno del régimen chavista. Pérez, exinspector de la Policía científica del país, y otros seis rebeldes empeñados en derrocar a Maduro murieron bajo una lluvia de balas y cohetes. (15.1.2018)
Imagen: Getty Images/AFP/I. Zugasti
Elecciones municipales
Estados y organismos multilaterales se niegan a reconocer la legitimidad de los gobernadores elegidos el 15 de octubre de 2017 en circunstancias opacas y juramentados poco después (foto) en ceremonias inconstitucionales. Indiferente a la protesta internacional, el Gobierno venezolano convoca a comicios municipales. Buena parte de la oposición los boicotea. (10.12.2017)
Imagen: picture-alliance/Zumapress/E]Avn
Elecciones regionales
Tiene lugar la elección de gobernadores que, por ley, debía haberse realizado un año antes; alineado con el Ejecutivo, el Consejo Nacional Electoral la había suspendido sin mayores explicaciones el 18 de octubre de 2016. La desconfianza en el CNE hace que la mayor alianza opositora se divida entre quienes participan en comicios, a pesar de las dudas, y quienes los boicotean. (15.10.2017)
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS.com/J. C. Hernandez
Asamblea Nacional Constituyente
Nicolás Maduro fue ratificado unánimemente como presidente del país por los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente que él mismo pidió elegir el 30 de julio de 2017 en condiciones tachadas de inconstitucionales (por reporteros de la agencia de noticias Reuters) y fraudulentas (por Smartmatic, la empresa a cargo de procesar los votos electrónicamente en Venezuela). (10.8.2017)
El Parlamento hizo una consulta popular (foto) en la que, según sus registros, participaron 7,3 millones de personas. El 98,4 por ciento de ellas se pronunció contra el llamado de Maduro a elegir una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) sin voto universal ni directo. Eso no impidió que la elección de la ANC se llevara a cabo el 30 de julio de 2017. (16.7.2017)
Imagen: Picture Alliance/AP Photo/A. Cubillos
“Golpe judicial”
Las calles son tomadas por la segunda gran ola de protestas contra el Gobierno de Maduro. La oposición convocó a manifestaciones días después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojara de sus facultades legislativas a los miembros del Parlamento, de mayoría opositora. Estas protestas terminarán en julio de 2017 con más de cien muertos y centenares de presos políticos. (1.4.2017)
Imagen: picture-alliance/AP/F. Llano
Diálogo truncado
Oficialismo y oposición se acusan mutuamente de sabotear la búsqueda de una tregua para solucionar la crisis de gobernabilidad y de incumplir los acuerdos alcanzados. Chavistas y antichavistas también esgrimen reproches contra los auspiciantes del diálogo –el Vaticano y UNASUR– que empezó el 30 de octubre. Las negociaciones no fueron retomadas en enero de 2017 como se había anunciado. (7.12.2016)
Imagen: Reuters/Miraflores Palace
Plebiscito accidentado
La oposición protestó ante la máxima autoridad electoral alegando que sus requisitos para la realización de un referendo revocatorio buscaban imposibilitar el proceso. Más tarde, el 20 de octubre, el CNE suspendería por completo la organización del plebiscito –que debía celebrarse antes del 10 de enero de 2017– en respuesta a acusaciones de fraude hechas por voceros del oficialismo. (21.9.2016)
Imagen: Reuters/C. G. Rawlins
Guerra entre poderes
El Tribunal Supremo de Justicia (foto) declaró inválidas todas las sesiones y decisiones del Parlamento posteriores al 28 de julio. Fue en esa fecha cuando la corte de mayor rango declaró que la Asamblea Nacional estaba en desacato por reincorporar a diputados opositores cuyos nombramientos habían sido impugnados por el oficialismo en enero de 2016. (5.9.2016)
Imagen: Getty Images/AFP/F. Parra
Una meta, cuatro rutas
La mayor alianza de partidos opositores (MUD) presentó varias estrategias constitucionales para acortar el mandato de Maduro: exigir su renuncia, enmendar la Carta Magna para reducir la duración de los Gobiernos de seis a cuatro años y llamar a la elección de una Asamblea Constituyente con miras a refundar la república. Finalmente, la MUD optaría por organizar un referendo revocatorio. (8.3.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Guiterrez
Impugnados diputados opositores
Tras refutar los resultados electorales en varias circunscripciones, el PSUV logró que el Tribunal Supremo de Justicia –dominado por fichas del oficialismo– suspendiera la proclamación de tres diputados antichavistas y limitara las prerrogativas de la oposición al reducir su incipiente hegemonía en el Parlamento, de una mayoría calificada de dos tercios a una de tres quintos. (06.01.2016)
Imagen: Reuters/M. Bello
Cambios de última hora
El Poder Judicial, que es de facto el brazo ejecutor y normativo del Gobierno de Maduro, fue renovado por los diputados oficialistas salientes cuando el período parlamentario 2011-2016 ya había culminado y los empleados del Tribunal Supremo de Justicia (foto) ya se hallaban de vacaciones. Todos los jueces nuevos, leales al PSUV, han favorecido al Ejecutivo con sus decisiones. (26.12.2015)
Imagen: Getty Images/AFP/A. Alvarez
Preludio de la crisis de gobernabilidad
El hombre fuerte de Caracas, Nicolás Maduro, prometió aceptar los resultados de las elecciones legislativas del 6 de diciembre de 2015; pero tan pronto se constató que la oposición había obtenido la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional, el partido de Gobierno (PSUV), que controlaba todos los poderes públicos, tomó medidas para restringir las prerrogativas del Parlamento. (9.12.2015)