Apostar desde Alemania a quién ganará los comicios presidenciales venezolanos este 7 de octubre no es tan fácil como algunos creen. “Los sondeos de opinión no son de fiar; son muy dispares porque las empresas que los llevan a cabo son co-protagonistas del forcejeo político”, comenta Manuel Silva-Ferrer, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín y del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco), en la Universidad Central de Venezuela, quien acaba de pasar dos meses en Caracas.

“En lugar de estudiar la información que ofrecen las encuestadoras, yo analizo el comportamiento de los aspirantes a la presidencia: Hugo Chávez, quien busca ser reelegido tras catorce años en el poder, actúa como un potencial derrotado, atacando al candidato único de la oposición, Henrique Capriles Radonski, con tácticas de guerra sucia y atizando el miedo a una guerra civil. Con ello, Chávez procura convencer a los votantes –sobre todo a los indecisos– de que sólo su reelección puede garantizar la estabilidad en el país”, acota Silva-Ferrer.

De la transparencia de estos comicios depende, hasta cierto punto, que la jornada electoral transcurra sin episodios de violencia política. “Hacer trampa será muy difícil”, señala Klaus Bodemer, ex director del Instituto de Estudios Latinoamericanos (ILAS) de Hamburgo, adscrito al Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA), contando con que la misión de observadores enviada a Venezuela por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) asumirá una actitud vigilante e imparcial.

“No habrá violencia en Venezuela”

“Chávez ha invitado a miembros de partidos de izquierda extranjeros para que acompañen el proceso electoral venezolano. No habrá observadores de la Unión Europea ni del Centro Carter. Pero eso sólo será un problema si se registran fraudes masivos; cosa que no espera ni siquiera la oposición, que estará representada en los centros de votación por gente muy bien preparada. Además, he oído que el sistema de votación electrónica es muy bueno”, sostiene Nikolaus Werz, especialista en Política Comparada de la Universidad de Rostock.

“Si se llegan a presentar irregularidades, éstas se harán públicas muy rápidamente”, opina Werz. No obstante, aparte del temor difuso a un escamoteo de votos, hay otros factores –la marcada polarización política imperante en el país, por ejemplo– que podrían caldear los ánimos y propiciar conflictos. En las últimas semanas, varios militantes de la oposición han sido heridos o asesinados por presuntos adeptos del oficialismo. ¿Cabe anticipar un enfrentamiento entre chavistas y antichavistas?

“Hay encuestas que muestran a Chávez 15 puntos por encima de Capriles Radonski. Si el desenlace de las elecciones es así de claro, no creo que haya violencia política”, dice Werz. ¿Y qué hay de las Fuerzas Armadas y las milicias bolivarianas? “Puede que la guardia pretoriana del presidente, que es numerosa, reaccione espontáneamente si Chávez pierde los comicios; pero es improbable que los militares den un golpe”, asegura Bodemer. “Yo apostaría a que no habrá estallido social alguno en Venezuela”, enfatiza Silva-Ferrer.

“Ese escenario apocalíptico no es el producto de un análisis objetivo de la actual situación en Venezuela, sino que forma parte de la estrategia del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para amedrentar a los indecisos, que son los que van a determinar el resultado de las elecciones; estos comicios se van a definir por una diferencia de entre 2 y 5 puntos”, prevé Silva-Ferrer, agregando que en Alemania votarán cerca de 1.300 venezolanos, concentrados mayoritariamente en Fráncfort del Meno, Berlín y Hamburgo.

Autor: Evan Romero-Castillo

Editor: Enrique López