Venus es lo más parecido al infierno. Una inmensa capa de nubes de ácido sulfúrico lo cubre completamente. Aún así, las revelaciones obtenidas con la ayuda de la sonda europea de observación Venus Express, lo comparan con el hasta ahora único lugar habitable del universo: nuestra Tierra.

Según los últimos análisis de la Agencia Espacial Europea (ESA) publicados este jueves 28 de noviembre en París, en el polo sur de Venus tienen lugar remolinos de nubes y descargas eléctricas en forma de rayos. Más aún. Los científicos han descubierto que en Venus también existe un efecto invernadero causado por la acción de dióxido de carbono (CO2), casi como en la Tierra.

Ondas electromagnéticas

Si es cierto que ya desde hace tres décadas se presumía que en Venus se formaban rayos, los investigadores europeos han sido los primeros en probar esa teoría, con ayuda de Venus Express.

Provista de un magnetoscopio la sonda registró ondas electromagnéticas en las fronteras de la atmósfera de Venus. Los rayos se disparan de nube en nube a una altura de unos 56 kilómetros sobre la superficie del planeta cubierto de ácido sulfúrico.

“Nosotros no hemos podido ver los rayos pero hemos probado su existencia”, dice Dimitry Titov, del Instituto alemán Max Planck, de Katlenburg-Lindau, que trabaja por encargo de la ESA. “En Venus hay cientos de rayos por día, como en la Tierra”, agrega Titov.

Imposible generación de agua líquida

También tormentas y rayos habrían dado origen a la Tierra estimulando reacciones en los océanos y generando aminoácidos, los elementos básicos de la vida. No así en Venus: “Las temperaturas de 450° son demasiado altas para permitir la existencia de agua líquida”, reconoce Titov. La capa atmosférica de nube que lo cubre tiene, por el contrario, temperaturas “soportables” entre 0 y 20°.

El culpable de las infernales temperaturas de Venus es, como era de esperarse, el efecto invernadero. Un fenómeno facilitado por la inmensa densidad de su atmósfera que supera a la terráquea en 100 veces. El efecto invernadero hace subir las temperaturas en 8° pro kilómetro a su paso hacia la superficie.

¿Por qué tan inhóspito?

Pero la pregunta que motiva a la ESA es ¿por qué Venus, que tanto se asemeja a la Tierra en masa y tamaño, se desarrolló como un planeta tan inhospitalario? El lanzamiento de la sonda Venus Express en noviembre de 2005, busca desde hace dos años la respuesta a esta interrogante.

Aparte de los remolinos de viento en el polo norte de Venus, los científicos han encontrado remolinos de nubes en el polo sur que se mueven mucho más rápido. Se trata de remolinos de 4.000 a 5.000 kilómetros que giran completamente en dos días y medio. “Una circulación semejante existe en las regiones tropicales de la Tierra”, apunta Titov. Entender las leyes de Venus también puede ayudar a comprender las de la Tierra, es la convicción de los investigadores.

“Estrella” del amanecer y el atardecer

Venus, el segundo planeta del interior del sistema solar, con 12.000 kilómetros de diámetro es casi tan grande como la Tierra. Venus, también llamado como “la estrella de la aurora y el ocaso” gira en torno al sol en 225 días. Rota empero mucho más lentamente en torno a su propio eje. Así que un día venusiano dura 243 días terrenales. Luego no todo es lo mismo en la Tierra como en el “cielo”.