El eje del cambio: Los Verdes y el FDP quieren un gobierno de reformas

El ganador de las elecciones parlamentarias de este 26 de septiembre, Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), pero también el perdedor, Armin Laschet, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), quieren ser cancilleres. Pero sea quien sea el que consiga forjar un gobierno, probablemente no funcionará sin Los Verdes y los liberales del FDP, y con claras concesiones a ambos. Una nueva gran coalición de CDU y SPD es poco probable. El tercer puesto de Los Verdes (14,8%) y el cuarto del FDP (11,5%) determinarán quién accederá a la cancillería.

Los Verdes, así como los liberales, hablan de una "renovación” de Alemania. "Queríamos más, pero no lo hemos conseguido", explicó la candidata verde a canciller Annalena Baerbock. Pero es evidente que hay "una misión para el futuro".

En realidad, Los Verdes y el FDP no son muy cercanos entre sí. En la campaña electoral, tendieron a enfatizar sus diferencias: sobre protección del clima, impuestos y política social. Pero el líder liberal, Christian Lindner, ofreció a los Verdes hablar pronto sobre una posible participación en el gobierno. Annalena Baerbock lo aceptó inmediatamente. 

Este dúo de partidos pequeños va a desempeñar un papel decisivo en la formación del primer gobierno después de Merkel.

El FDP ha inclinado la balanza muchas veces

En la historia de la República Federal de Alemania, los liberales han contribuido a menudo a conformar los gobiernos. A veces con los conservadores, a veces con los socialdemócratas; pero nunca en una constelación de tres partidos junto con Los Verdes.

Hay dos posibilidades de participación en el gobierno para el FDP y Los Verdes: una llamada semáforo - por los colores simbólicos de cada partido - (SPD, rojo; Verdes y FDP, amarillo) o Jamaica (Unión, negro; Verdes y FDP, amarillo).

Los Verdes prefieren a Scholz; el FDP a Laschet

Mientras los liberales aún no se imaginan cogobernar con los socialdemócratas, los Verdes ya tienen experiencia de gobierno en una coalición con el SPD, de 1998 a 2005, cuando Gerhard Schröder era canciller y Joschka Fischer vicecanciller.

Los Verdes tienen una clara preferencia por el llamado semáforo, es decir, una alianza con el partido ganador, el SPD, y el FDP. Los puntos en común del partido Verde con el SPD son mayores que con los cristianodemócratas, dicen. Los líderes del partido Verde, Annalena Baerbock y Robert Habeck, pertenecen al ala de los pragmáticos, partidarios de la "Realpolitik”.

Las "líneas rojas” de los liberales

El FDP traza dos líneas rojas para la participación en el gobierno: No a la elevación de impuestos y al aumento de la deuda pública. Y el líder del FDP ha puesto otra condición: "Quiero ser ministro de Economía", ha subrayado repetidamente Christian Lindner.

Pero el co-líder de Los Verdes, Robert Habeck, también tiene el ojo puesto en este cargo. El exdirigente verde Cem Özdemir, que obtuvo un mandato directo en Stuttgart, podría imaginarse a sí mismo en el Ministerio de Asuntos Exteriores.

La protección del clima y los jóvenes

El tema principal para Los Verdes en ambas constelaciones posibles es su primer objetivo: la protección del clima.

El FDP confía sobre todo en el poder innovador de la economía. Hasta ahora, el partido liberal rechaza imposiciones estatales en materia de cambio climático, como la que exigen los Verdes.

A pesar de las muchas diferencias culturales y políticas, Los Verdes y el FDP tienen una cosa en común: los electores primerizos y los jóvenes han puesto su cruz sobre los dos partidos con especial frecuencia. Entre los jóvenes, al menos, los Verdes y el FDP ya tienen un mandato para desempeñar un papel decisivo en el próximo gobierno.

(jov/er)