En 1990 se descubrió en el Océano Pacífico, entre Hawai y California, un remolino de basura de dimensiones gigantescas. También en el Mar del Norte, pescadores alemanes encuentran a veces más basura que peces. DW World habló con Thilo Maack, biólogo marino de Greenpeace, sobre los vertederos en el mar.

DW World: Puede explicarnos, ¿qué es un remolino de basura?

Thilo Maack: Existen en los océanos cinco remolinos grandes. El remolino en el Océano Pacífico recibe su fuerza del viento y gira en sentido de las agujas del reloj. Toda la basura amontonada en el mar se concentra en ese remolino y permanece allí por un período de hasta 16 años.

En el 2006 lo visité. Es un área en el mar en la que la acumulación de basura es evidente. Veas a donde veas, todo es basura. Buceamos en esa área y viendo desde el agua hacia arriba hacia la luz de sol se ven puntos amarillos, azules, rojos y verdes de los plásticos que cubren esa parte del mar. Se trata de millones de toneladas de plástico flotando.

Las investigaciones que hicimos muestran que en esa parte hay seis veces más plástico que biomasa de plancton. En el futuro vamos a poder medir con más claridad las consecuencias para la fauna y para los humanos.

DW World: ¿Cuáles son esas consecuencias?

Thilo Maack: Todos conocemos las imágenes de aves marinas estranguladas por anillos de plástico o partes de redes de plástico encajadas en las aletas de las focas. Pero además, los animales se llenan el estómago de plástico y mueren de hambre y sed con el estómago lleno porque no queda espacio para alimentación y líquido real.

Lo peor de todo es que las aves marinas alimentan con plástico a sus críos en tierra lo que se puede observar en las playas de Hawai. Allí, en medio de la basura, yacen los albatros en distintos estadios de descomposición y sus esqueletos están llenos de plástico: viejos cepillos de dientes, encendedores, etc. Es una imagen atroz. Lo único biodegradable es el albatros mismo. El resto permanece en las playas. Este fenómeno afecta a 3 de 5 nidadas de albatros que mueren de hambre y sed.

DW World: ¿Cómo llega la basura al mar?

Thilo Maack: La política de basuras en Alemania funciona muy bien, con su sistema de reciclaje. Pero no se puede asumir que la situación es igual, por ejemplo, en Indonesia, Tailandia o Japón. De los vertederos salvajes la basura llega a los ríos y por los ríos llega al mar. Naciones Unidas estima que 8 de 10 piezas de basura llega de esta forma al mar y las otras 2 provienen de la navegación.

En el Mar del Norte la mayor parte de basura proviene de los barcos. Las vías de navegación del Mar del Norte son de las más usadas en el mundo. Parece ser que es poco atractivo para los capitanes desechar correctamente su basura en los puertos y prefieren tirarlos por borda.

DW World: Usted mencionó la suciedad del Mar del Norte. ¿Existe la posibilidad de que surja un remolino de basura en el Mar del Norte?

Thilo Maack: No, no existen las condiciones: la corriente en el Mar del Norte no es lo suficientemente estable y el mar es poco profundo. Sin embargo esto no nos salva de la problemática de la basura en general que tenemos tanto en el Mar del Norte como en el Mar Báltico.

DW World: ¿Cuáles son las medidas más urgentes para resolver la problemática de basura en los mares?

Thilo Maack: No puede ser que produzcamos 120 millones de toneladas de plástico al año a nivel mundial y al final no sepamos que hacer con el. Hay que cerrar el ciclo de materia para que del plástico viejo surja plástico nuevo o que el plástico sea biodegradable. Existen estos productos pero falta todavía voluntad política o presión pública para hacerlos obligatorios y la industria de plástico sigue produciendo.

Otra solución: todos sabemos que una bolsa de plástico se puede utilizar más de una vez o también se puede comprar una bolsa de tela por poco dinero. Si todos fuéramos más concientes una gran parte del problema se resolvería.

Entrevista Simone Dohms

Editora: Claudia Herrera Pahl