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Viaje al centro de la biodiversidad

Nuria García Reche12 de julio de 2012

Por los pasillos del Museo König de Bonn no sólo han transcurrido científicos e investigadores de todo el mundo. Las paredes del prestigioso museo han sido testigo, además, del transcurso de la historia alemana.

Museum König Foto: Nuria Garcia Reche, Juli 2012, Bonn
Museum KönigImagen: DW

Custodiado por animales vertebrados e insectos de ojos saltones, el Museo Zoológico de Investigación Alexander König se erige en plena milla cultural de Bonn, en el estado de Renania del Norte-Westfalia. Nada más entrar se perciben los apasionantes momentos históricos que las paredes de la institución custodian con recelo. Y es que sobrevivir a dos guerras mundiales y ser testigo del nacimiento de la Constitución alemana tiene su mérito.

Toda una amplia gama de biodiversidad se da cita en esta abnegada institución científica de carácter universal. Desde los habitantes que integran la Sabana africana hasta los osados animales que desafían las extremas condiciones de sed del desierto conforman las importantes colecciones científicas que dan vida al corazón del museo. A través de estas líneas, les invitamos a un viaje por la historia natural y zoológica de una de las instituciones más prestigiosas del reino animal.

Un paseo por el planeta Tierra

Comenzamos la expedición por entre las salas de muestras del Museo König. En la primera exposición, un árbol autóctono cuenta la historia de los animales expuestos en las vitrinas. Mientras, jirafas, hipopótamos, cebras, leones… aguardan expectantes a los visitantes. Nos hallamos en la región africana de la Sabana, una extensa llanura cubierta de hierba que representa aproximadamente un tercio del continente. Tras admirar la flora y la fauna de la región, avanzamos por el pasillo más próximo.

Continuamos la visita y cambiamos completamente de escenario. Las regiones del Ártico y la Antártida nos envuelven con su blanca nieve, sus auroras boreales y sus tormentas de nieve. Aquí, la muestra destaca los aspectos que rodean el día a día de los indígenas, la biodiversidad y los fenómenos del clima.

Tras el frío polar, nos saltamos las lluvias torrenciales de las selvas tropicales y nos desviamos por el pasillo que ilustra la exposición de los animales que habitan en el desierto para llegar a la muestra que ilustra el centro de Europa. Nos encontramos ante parajes alterados por la acción del hombre, lo que ha afectado negativamente al clima, la vegetación y la biodiversidad. La muestra pretende, así, concienciar a los visitantes de la necesidad de proteger los recursos terrestres, especialmente en aquellas zonas castigadas por los cultivos invasivos y el comercio.

Por último, les propongo acudir a una sala plagada de emociones fuertes: pasen y vean la sección de reptiles y anfibios, donde toda una muestra de serpientes de todos los rincones del planeta les darán la bienvenida enroscándose sobre su propio eje.

Vestíbulo del Museo König de Bonn.Imagen: DW

Testigo de la Constitución alemana

Tras el paseo por los recónditos lugares del planeta Tierra, llega el momento de escuchar la historia que encierra el edificio, construido a principios del siglo pasado. El museo fue fundado por el catedrático ruso Alexander König como una institución privada orientada al estudio de las especies zoológicas. Aunque comenzó a construirse en 1912, la confusión política y económica ocasionada por la virulencia con la que se desencadenó la I Guerra Mundial, paralizó su apertura hasta 1934.

Poco después de la inauguración de la institución, los curadores se apresuraron a organizar las primeras colecciones científicas de vertebrados e insectos de todo el mundo. Muchas de esas muestras han sobrevivido al paso del tiempo y pueden observarse en la actualidad. De hecho, muchos visitantes aún contemplan fascinados la presencia de dos jirafas que pertenecen a las primeras colecciones que albergó el museo en sus comienzos.

Los primero años no fueron nada fáciles. De hecho, a la institución le quedaba todavía mucho camino por recorrer, pues sus paredes aún tendrían que lidiar con las bombas de otra de las guerras que sacudieron los cimientos de toda Europa: la II Guerra Mundial.

La Sabana es una de las regiones africanas con más relevancia en el museo.Imagen: DW

Calificada como una de las conflagraciones más sangrientas de la historia, el museo consiguió aguantar el peso de las bombas sobre sus cimientos. Tras los tratados de paz, la gran sala de exposiciones del edificio, con su majestoso techo de cristal, fue el único salón de actos que resistió la violencia de los ataques en Bonn. Por ello, la afamada institución zoológica fue elegida para acoger la sesión inaugural del Parlamento de la República Federal Alemana celebrada el 1 de Septiembre de 1948. Allí, entre múltiples colecciones científicas, el edificio fue testigo del nacimiento de la nueva Constitución de la Alemania Occidental, promulgada oficialmente el 23 de mayo de 1949.

Autor: Nuria García Reche

Editor: Enrique López

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