Las críticas de los socialdemócratas al empresariado alemán subieron hoy de tono con el llamamiento indirecto de la vicepresidenta del partido, Ute Vogt, a boicotear productos de empresas que desmantelen puestos de trabajo. 'Los consumidores tienen en sus manos evitar productos de empresas que despidan a gran escala', señaló Vogt en una entrevista con el diario 'Mannheimer Morgen'. Vogt ofreció así una primera propuesta concreta a lo que hasta ahora había sido un debate teórico sobre lo que el presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Franz Müntefering, criticó como 'creciente poder del capital'. Aunque la propia Vogt matizó después en declaraciones radiofónicas que no había llamado explícitamente al boicot, las reacciones no se hicieron esperar y el presidente de la patronal, Dieter Hundt, le reprochó provocar 'una nueva polarización'. Hundt emplazó al gobierno a seguir por el camino de las reformas si no quería causar un 'fuerte daño' a la economía de Alemania. La oposición cristianodemócrata reprochó a Müntefering y Vogt jugar con el miedo de la gente. 'Sacar partido del miedo de la gente con fines partidistas es moralmente lo más bajo que puede hacer un político', dijo el secretario de organización del grupo parlamentario, Norbert Röttgen. El debate se produce cuando falta un mes para las elecciones regionales de Renania del Norte Westfalia, en las que el SPD teme perder su último bastión, todo ello a un año de los comicios generales.