Vicepresidente de Brasil rompe con Rousseff en plena crisis
8 de diciembre de 2015
El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, envió una dura carta a Dilma Rousseff en la que acusa a la mandataria de sabotear a su Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el mayor aliado del gobernante PT.
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"Desde ya le digo que no es necesario alardear públicamente sobre la necesidad de mi lealtad. La he demostrado a lo largo de estos cinco años", arranca Temer la misiva, enviada a la presidenta en la noche del lunes y reproducida íntegramente este martes (8.12.2015) por medios locales.
"No obstante, siempre estuve consciente de la absoluta desconfianza de usted y de su entorno en relación conmigo y con el PMDB. Desconfianza incompatible con lo que hicimos para mantener el apoyo personal y partidario a su Gobierno", prosigue Temer.
El vicepresidente rompe así el silencio que mantenía desde el miércoles pasado, cuando su correligionario en el PMDB y presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, acogió un pedido de destitución de Rousseff.
Temer contradice a Rousseff
En los últimos días, desde que la posibilidad del juicio político en su contra comenzó a ser palpable, Rousseff no dudó en ensalzar la figura de su vicepresidente, primero en la línea de sucesión en caso de que ella pierda el mandato, y también al PMDB, que Temer lidera. La mandataria ha insistido en que cuenta con Temer y el PMDB para superar la profunda crisis que vive el país y, en especial, para impedir que el Congreso decida hacerle un juicio político.
Sin embargo, en su misiva, Temer lista 11 episodios que a su entender demuestran que Rousseff no le tiene confianza ni a él ni a su partido político. Entre otros, señala que durante los primeros cuatro meses de Gobierno fue "un vice decorativo", solo llamado para "resolver votaciones del PMDB y crisis políticas". Jamás, asegura, él o su partido fueron "llamados para discutir formulaciones económicas o políticas del país; éramos simples accesorios secundarios, subsidiarios", agrega.
También subraya su actuación como articulador político del Gobierno, papel que asumió a pedido de Rousseff, para lograr que el Congreso aprobara las primeras medidas de ajuste fiscal propuestas por el equipo económico: "No titubeamos. Estaba en juego el país", constata, pero lamenta que después de aprobado el ajuste, "los acuerdos asumidos en el Parlamento" para lograrlo "no fueron cumplidos".
Para demostrar lo dicho anteriormente, sube la parada Temer, basta resaltar que en la última convención del partido solo el 59,9 por ciento votó por mantener la alianza con el gobernante Partido de los Trabajadores (PT). "Y solo lo hicieron, me atrevo a registrar, porque era yo el candidato a la reelección a vice", se jacta Temer, que alude al "prestigio político que he cosechado con la credibilidad y el respeto que sembré en el partido".
Altos y bajos en la trayectoria política de Dilma Rousseff
Antes de llegar a la presidencia de Brasil, Dilma Rousseff luchó contra la dictadura y un cáncer, y fue ministra de Lula. La crisis económico-política y un juicio de destitución se convirtieron en su mayor adversario.
Imagen: Roberto Stuckert Filho
Un agitada vida política
Un vistazo a la vida política de Dilma Rousseff, que comenzó ssiendo muy joven. A fines de los años 60 integró organizaciones que combatían la dictadura, hasta ser tomada presa, en enero de 1970, y torturada durante más de 20 días. Cuando salió de prisión, dejó la lucha armada y se mudó a Río Grande do Sul, donde estudió Economía y ayudó a fundar el Partido Democrático de los Trabajadores (PDT).
Imagen: AP/Arquivo Público do Estado de São Paulo
Junto a Lula
Dilma se afilió al Partido de los Trabajadores (PT) en 2001, cuando era secretaria de Minas y Energía de Rio Grande do Sul. Con la elección de Luiz Inacio "Lula" da Silva, en 2002, fue nombrada ministra de Minas y Energía. En 2005, asumió la jefatura de la Casa Civil. Ese cambio marcó el inicio de una reforma ministerial en medio de una crisis política.
Imagen: Ricardo Stuckert/PR
Ministra "de línea dura"
Cuando era ministra y jefa de la Casa Civil, Dilma anunció la creación de un Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), en 2007, que no se desarrolló como se esperaba, y asumió la dirección de iniciativas como el programa “Mi casa, mi vida”. En 2009 presentó un marco regulatorio que define las reglas de la explotación de las reservas de petróleo del presal.
Imagen: A. Nascimento/ABr
Su lucha contra el cáncer
En abril de 2009 se le diagnosticó cáncer linfático. Tras una cirugía y meses de radioterapia, Dilma anunció en septiembre de ese año que estaba curada. Ya era precandidata del PT para suceder a Lula. “Si uno se desarma ante esta dolencia, ella vence. Pero si uno no lo hace, percibe que la vida no acabó, y que incluso puede estar mejor que antes”, dijo a DW sobre su enfermedad.
Imagen: AP
Llegada a la presidencia
En octubre de 2010, Dilma dejó de ser una actriz secundaria en el escenario político para ser la sucesora de la política del expresidente Lula. Ganó en segunda vuelta contra José Serra y pasó a ser la primera presidenta de la historia brasilera. Asumió el cargo el 1º de enero de 2011.
Imagen: AFP/Getty Images/Evaristo Sa
Primer discurso en la ONU
“Por primera vez en la historia de las Naciones Unidas, una voz femenina inaugura el debate. Es la voz de la democracia y la igualdad amplificándose en esta tribuna”, dijo Dilma en la apertura de la 66ª Asamblea General de la ONU, en septiembre de 2011. Allí resaltó el papel de la mujer en la sociedad y en la política, lamentó la ausencia palestina y defendió la reforma del Consejo de Seguridad.
Imagen: picture-alliance/dpa
Dimisión de ministros
De los 39 ministros que integraban el equipo de la presidenta electa, ocho dejaron sus cargos en los primeros 14 meses de mandato tras escándalos. Siete de ellos venían del gobierno de Lula. De los ocho que dimitieron, solo Nelson Jobim, entonces ministro de Defensa, no estaba envuelto en denuncias de corrupción.
Imagen: AP
Inclusión social
Durante su primer mandato, Dilma dio continuidad a programas sociales del gobierno de Lula como la Bolsa Familia y Mi casa, Mi vida, y subastó el Campo de Libra, en el presal, destinando recursos a la educación y a la salud. También se crearon nuevos programas, como Pronatec y Más Médicos, este último, objeto de duras críticas por las entidades médicas, que realizaron protestas y huelgas.
Imagen: picture alliance/AE
Corrupción en Petrobras
En marzo de 2014, la Policía Federal de Brasil puso en marcha la Operación Lava Jato para investigar un megalavado de dinero que envuelve a Petrobras, a grandes empresas del país y a decenas de políticos. El escándalo en la petrolera estatal sirvió de combustible a la oposición durante la campaña electoral en ese año.
Imagen: AFP/Getty Images/K. Betancur
Elecciones disputadas
Dilma fue reelecta el 26 de octubre de 2014 con 54,5 millones de votos, en segunda vuelta, en una de las elecciones más disputadas de la historia de Brasil, con una diferencia de apenas 3,5 millones de votos para el segundo, Aécio Neves (PSDB). La campaña estuvo marcada por ataques verbales, escándalos y la muerte de uno de los candidatos, Eduardo Campos (PSB), sustituido por Marina Silva.
Imagen: picture-alliance/dpa/Sebastião Moreira
Crisis económica
Con una victoria apretada, Dilma enfrentó la paralización del crecimiento económico. En su primer mandato, el PIB creció menos de lo esperado, pero para los próximos dos años, la proyección fue aún peor: de retracción. La inflación, que viene creciendo desde 2012, superaría el techo prefijado en 2015, lo que no ocurría desde 2003.
Imagen: E. Sa/AFP/Getty Images
Protestas y reprobación
Las manifestaciones de junio de 2013 apenas afectaron a Dilma. En 2015, por otro lado, centenas de miles de personas salieron a la calle en Brasil para protestar específicamente contra el gobierno de la presidenta y los escándalos de corrupción. La gestión de Dilma Rousseff, que llegó a ser aprobada por el 73% de los brasileros en 2011, vio caer esa cifra a un 8% cuatro años más tarde.
Imagen: Getty Images/AFP/E. Sa
Déficit de presupuesto
En agosto de 2015, enfrentándose con el Congreso, el gobierno presentó una propuesta de presupuesto para 2016 con una previsión de déficit de 30,5 billones de reales, algo inédito. La decisión llevó a que la agencia de clasificación de riesgo Standard & Poor’s rebajara la nota de Brasil. Luego, el gobierno anunció un ajuste fiscal que aún trata de negociar con el Congreso.
Imagen: picture-alliance/epa/F. Bizerra jr.
"Maniobras" fiscales
A comienzos de octubre, el Tribunal de Cuentas de la Unión Brasilera recomendó rechazar las cuentas de 2014. La decisión es usada por la oposición para fundamentar un pedido de proceso de destitución para Rouseff. Dilma anunció el corte de ocho ministerios, la extinción de 30 secretarías en todas las carteras y la reducción de un 10% del salario para los ministros y para sí misma.
Imagen: Reuters/U.Marcelino
Cunha, pieza clave del juego político
El presidente de la Cámara de diputados, Eduardo Cunha, rompió con el gobierno cuando fue investigado por el escándalo de Petrobras. En vez de perder fuerza por las denuncias de corrupción, se mantiene firme en el poder y su actuación es decisiva para abrir un proceso de destitución contra Dilma, lo que desea la oposición.
Imagen: reuters
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Corolario de la crisis
Así, la carta del político y constitucionalista que asumiría la Presidencia del país, en caso de que Rousseff acabe destituida, se convierte en corolario del dificultoso comienzo del trámite, que debe iniciarse con la instalación de una comisión especial en la Cámara baja. Ya el lunes, a raíz de la división que existe en el PMDB en relación con la destitución de Rousseff, la creación de la comisión tuvo que ser aplazada para este martes, pese a la urgencia de la presidenta para concluir el trámite y no seguir desgastándose.
En el PMDB existen desde hace meses sectores disidentes que han declarado abiertamente su decisión de romper con el Gobierno y, en especial, con el Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff. Uno de esos sectores es encabezado por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, un líder evangélico con influencia en vastos sectores del PMDB, quien a su vez ha visto peligrar su escaño en un proceso iniciado por el Congreso, debido a sus implicaciones en el escándalo de corrupción en Petrobras.