El autoproclamado presidente interino Guaidó regresó a Venezuela protegido por la opinión pública, y sin ser arrestado. Eso es un éxito para él, pero la guerra de nervios en su país continúa, opina Uta Thofern.
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Juan Guaidó no volvió a Venezuela del mismo modo en que se fue: a través de algún lugar de la frontera con Colombia. No, esta vez Guaidó aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Caracas, pasó sin problemas los controles fronterizos y fue recibido por una gran cantidad de seguidores. Casi como un presidente de verdad. Pero la presencia de algunos embajadores, entre ellos, la del embajador de Alemania, señalizó que su gobierno interino no está, en absoluto, exento de riesgo. Guaidó necesita la atención internacional. Ese es su seguro de vida.
El jefe de Gobierno de Venezuela, Nicolás Maduro, había anunciado que si Guaidó volvía a Venezuela sería detenido por haber abandonado ilegalmente el país, así como por llamamiento a la rebelión, y entretanto inició una investigación de sus bienes. Maduro siempre encuentra una posibilidad de encarcelar a políticos opositores exitosos o de excluirlos de otra forma de participar en las elecciones. La Justicia y, evidentemente, todavía un sector decisivo del Ejército, siguen apoyando inquebrantablemente al régimen chavista.
Maduro sigue a la espera
El hecho de que Guaidó haya viajado alegremente a Caracas y anunciado nuevas protestas delante de los miles de seguidores que lo celebraban es, en principio, solo una señal de que Maduro espera antes de reaccionar. Los países que respaldan al presidente interino, sobre todo EE. UU., y también la Unión Europea, aclararon expresamente que una posible detención de Guaidó tendría consecuencias. En qué consistirían dichas consecuencias, es aún un interrogante.
Sigue sin descartarse una intervención militar por parte de EE. UU., aunque esta parece improbable, ya que no uniría al país, sino que dañaría a la oposición a largo plazo y es, además, rechazada por los países vecinos que apoyan a Guaidó. Desde ya, todo tipo de amenaza estadounidense es para los chavistas y para el resto de sus seguidores una prueba más de que Venezuela debe defenderse ante una invasión imperialista. Con ese argumento, y con ayuda tanto rusa como venezolana, Cuba se mantuvo a flote durante décadas.
Continuar con el recrudecimiento de las sanciones sin que eso afecte más a la población civil es también algo difícil de lograr. Con sus medidas contra la industria del petróleo, EE. UU. utilizó su arma más potente, y ahora, en realidad, a eso solo pueden seguirle sanciones individuales. En este juego por tiempo es decisivo cuánto demorará en asfixiar al régimen chavista el congelamiento de los ingresos de las ventas de crudo, y está por verse si el carisma de Juan Guaidó es suficiente como para que siga contando con el apoyo de sus adeptos.
China y Rusia mantienen con vida a Maduro
Pero hay otros actores de peso: China, y sobre todo Rusia, mantienen con vida el régimen de Maduro. Que el presidente venezolano no le haya hecho problemas, hasta ahora a su rival, Guaidó, indica que a ninguno de esos dos países le interesa que se produzca una confrontación internacional. Rusia y China podrían jugar un papel decisivo para poner fin a la guerra de nervios con un diálogo verdadero entre las fuerzas gobernantes y la oposición. Sin embargo, para eso tendrían que dejar de apoyar a Maduro, ya que este ha aprovechado, hasta el momento, todo tipo de negociación para seguir cimentando su poder. La oposición se niega categóricamente a sentarse otra vez con él a una mesa de negociaciones. Y si Guaidó dejara de lado esa postura, pondría en peligro el respaldo con el que cuenta.
Finalmente, solo los venezolanos pueden decidir sobre su futuro. Pero ni la salida a la crisis permanente que golpea a Venezuela ni la tarea que aguarda a ese país para retomar el camino hacia el bienestar del que supo gozar alguna vez serán posibles sin ayuda internacional.
(cp)
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Venezuela: un país, dos presidentes
El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, desafió abiertamente a Maduro y se autoproclamó presidente. Desde entonces, en Venezuela se vive una lucha de poder acompañada de protestas y una crisis que no cesa.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Becerra/R. Pena
En curso de confrontación
Con solo tres semanas en el cargo, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, se convirtió en la nueva cara de la oposición. El miércoles (23.01.2019), el político de 35 años se declaró presidente interino. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le aseguró inmediatamente su apoyo. Las fuerzas armadas venezolanas, sin embargo, apoyaban a Nicolás Maduro.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Disturbios y muertes
27 soldados se habían amotinado contra Maduro el lunes anterior (21.01.2019). Desde el fracaso de este levantamiento, la situación empeoró en el país con protestas y disturbios. Según el Observatorio de Conflictos Sociales (OVCS), una organización no gubernamental, al menos 13 personas perdieron la vida.
Imagen: Reuters/C. Eduardo Ramirez
Guaidó, ¿portador de esperanza?
Ese mismo miércoles, cientos de miles de personas siguieron el llamamiento a protestar de la oposición. Se manifestaron contra el gobierno socialista de Maduro, al que culpan la mala situación económica, la represión y la mayor inflación a nivel mundial. Los obispos venezolanos pidieron a los militares que protegieran a los ciudadanos.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
"Venezuela pide libertad y un Estado de Derecho"
Un manifestante en Caracas es llevado en motocicleta a un lugar seguro. En la madrugada del jueves (24.01.2019) continuaron los enfrentamientos violentos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes. El presidente estadounidense, Trump, dijo en una declaración: "La sociedad venezolana ha alzado valientemente la voz contra Maduro, y ha pedido libertad y un Estado de Derecho"
Imagen: Reuters/C. Eduardo Ramirez
Maduro moviliza a sus seguidores
Los seguidores de Maduro también salieron a la calle esa semana y celebraron el fin de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, derrocado el 23 de enero de 1958. En una maifestación masiva en Caracas, Nicolás Maduro demandó que sus partidarios defendieran a su gobierno y al socialismo.
Imagen: Reuters/Miraflores Palace
Apoyo desde el extranjero
Estas dos venezolanas sostienen en Honduras carteles que muestran su apoyo a Juan Guaidó. En el curso de la crisis estatal y de suministro, que ya dura varios años, cerca de tres millones de venezolanos han abandonado su país. Las Naciones Unidas advirtieron recientemente que podría producirse otro éxodo masivo en 2019.
Imagen: Reuters/
Reconocimiento militar
El dos de febrero, entre marchas de opositores y oficialistas en Caracas, el general de aviación Francisco Yáñez desconoció la "autoridad dictatorial de Maduro" y reconoció a Guaidó como presidente actual del país. Hasta este momento, el militar de más alto rango en hacerlo.
Imagen: twiter.com
Ayuda detenida en la frontera
Mientras la situación sigue agravándose, el contigente de ayuda humanitaria con medicinas y alimentos enviados por EE.UU. quedó bloqueado en la frontera de Cúcuta, Colombia. Maduro acusó a Washington de querer usar la ayuda humanitaria como "excusa" para una invasión militar.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/F. Vergara
Política vs. cultura: dos presidentes, dos conciertos
El 22 de febrero, durante un concierto humanitario organizado en Cucutá, Guaidó apareció por sorpresa junto a presidentes de Colombia, Chile y Paraguay, desafiando la prohibición de salir del país. Del lado venezolano también se convocó otro evento musical bajo el lema "Manos fuera de Venezuela".
Imagen: Getty Images/AFP/L. Robayo
Apagones en Venezuela
Entre la crisis de Gobierno, desde principios de marzo los apagones se suceden por toda Venezuela, empeorando la situación de la población. El 7 de marzo, 23 de los 24 Estados del país se vieron afectados. Maduro denunció sabotaje para desestabilizarlo.
Imagen: picture-alliance/dpa/NurPhoto/J. Lanza
Ayuda humanitaria en el foco de la lucha política
Finalmente la Cruz Roja consiguió comenzar con la distribución de ayuda humanitaria el 16 de abril tras autorización de Maduro. Cerca de 24 toneladas de asistencia humanitaria llegaron a Caracas provenientes de Panamá.
Imagen: Reuters/M. Quintero
Marcha del primero de mayo
Pocos días antes del primero de mayo, día internacional del trabajo, Guaidó convocó a una marcha en Venezuela. El presidente autoproclamado invita a una gran movilización ciudadana en el país para exigir "el cese definitivo de la usurpación".
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Hernandez
Movilizaciones previas a la "gran marcha"
Un día antes de la anunciada movilización, un grupo de militares se alzó contra el Gobierno. Guaidó volvió a llamar a tomar las calles con la llamada "Operación Libertad" hasta lograr la caída de Maduro. Por su parte, el régimen de Venezuela denunció otro intento de golpe de Estado.