El rotativo belga Le Soir opina: "El canciller Schröder logró, con el 90% de los votos, una victoria impresionante sobre sus contrincantes. Aún más si se considera que fueron los miembros de su partido los que le obligaron defender sus planes de recortes en el congreso extraordinario en Berlín. [...] Una derrota hubiera significado una grave crisis para el gobierno en Berlín y probablemente un cambio político. Los delegados estuvieron muy conscientes de esto cuando votaron de forma masiva para respaldar a Schröder."

Una nueva época

El diario británico The Guardian subraya las consecuencias de la decisión para el Reino Unido: "El acontecimiento más importante de este fin de semana fue la aprobación que brindó el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) del canciller Gerhard Schröder al plan de reformas. La decisión del SPD podría marcar el comienzo de una nueva época en la historia europea. Es una decisión importante para toda la Unión Europea. El Reino Unido debería estar atento. En los próximos días escucharemos aquí en el debate sobre el euro que Alemania debe aflojar sus estructuras rígidas. Pero ahora que en Alemania la liberalización se encuentra en camino, el ministro británico de Finanzas, Gordon Brown, ya no puede seguir aplazando la decisión sobre el euro."

Populista de regate corto

El diario español ABC se muestra mucho más escéptico y critica a Schröder: "El tiempo está dando la razón a quienes fueron calificados de agoreros cuando meses atrás advertían que Alemania tomaba el camino de Japón hacia una recesión crónica que puede convertirse en deflación. Y no es fácil que una sociedad rica se dé cuenta del declive, menos aún que se ponga a trabajar para evitarlo. Sólo con un liderazgo político muy firme, muy decidido, se consigue dar la vuelta al declive. Y ése no es el caso del canciller Schröder, un populista de regate corto. Su popularidad es muy baja, aunque cuenta con los resquicios que le deja una oposición que tampoco anda sobrada de proyectos. Schröder ha ganado una batalla, la de su partido, pero anda muy retrasado en el combate contra la recesión, decisivo para Alemania e importante también para la Unión Europea."

Pocas explicaciones

El periódico alemán Berliner Zeitung desconfía del plan de reformas y escribe: "De nuevo el canciller y jefe del SPD, Gerhard Schröder, no consiguió convencer del todo a su partido. [...] Sus declaraciones no ocultan que su plan de reformas, la Agenda 2010, sólo da unas pocas respuestas a los problemas y no soluciones duraderas. ‘Justo es, lo que dé trabajo a la gente’, dice Schröder. Pero el canciller no pudo explicar del todo cómo piensa crear nuevos puestos de trabajo para cientos de miles desempleados en tiempos en los que la situación en el mercado laboral se agrava diariamente."