El canciller austríaco, Sebastian Kurz, insistió hoy en rechazar que el problema de los refugiados se pueda solucionar con un reparto de los mismos entre los miembros de la Unión Europea.
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"No nos creamos que con ello se solucionará la cuestión migratoria", declaró este jueves (18.01.2018) en la cadena pública alemana ZDF. En años pasados se ha logrado repartir una vez 30.000 personas dentro de la UE, recordó. "Una cifra así llegaba en el año 2015 cada 48 horas a Europa", indicó.
La solución del problema se encuentra en proteger las fronteras de la UE y en proporcionar ayuda en sus países, agregó. "No sólo algunos Estados miembros se resisten a ello, sino que los refugiados no están para nada preparados para ir a países como Bulgaria, Rumanía o Polonia", declaró el político conservador que se encuentra en su primera visita oficial a Alemania, donde el miércoles se encontró con su homóloga alemana, Angela Merkel.
"Y aunque lográramos con violencia policial llevarlos hasta allí, tras unos años volverían de nuevo a Alemania, Austria o Suecia", criticó y señaló que su país ha acogido a 150.000 refugiados, cifra que, si se divide por la población del país, es mayor que el de Grecia o Italia.
La cuota de refugiados acordada en 2015 debía alviar la carga para los países de primera acogida como Italia y Grecia y repartir hasta 120.000 refugiados de países como Siria.
La Comisión de la UE presentó a principios de año una demanda ante el Tribunal Europeo de Justicia de la UE por el hecho de que países como República Checa, Polonia y Hungría se han resistido a acoger a solicitantes de asilo en el marco de este programa.
Alemania es uno de los países más afectados por la crisis de los refugiados iniciada en 2015. Ese año, el país europeo acogió a cerca de 890.000 solicitantes de asilo. Desde entonces, la cifra ha caído hasta los 186.000 registrados el pasado año.
Canciller austriaco visita Berlín
02:15
El flujo migratorio se desplomó en Alemania después de que varios países europeos, entre ellos Eslovenia, Croacia, Serbia, Macedonia, Hungría y Austria, cerraran sus fronteras, bloqueando la llamada ruta de los Balcanes que utilizaban los migrantes para desplazarse y dirigirse a países del norte europeo.
A la caída del número de refugiados que llegan a Alemania y a Europa también contribuyó la firma de un polémico pacto migratorio entre la UE y Turquía en marzo de 2016 que establecía la devolución al país euroasiático de todo aquel que llegara a Grecia ilegalmente si no se le concedía asilo.
CP (dpa, rtr)
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¿Por qué toda Alemania habla tanto de AfD? (15.03.2016)
El partido de extrema derecha apeló a un discurso antiinmigración y obtuvo excelentes resultados en las últimas elecciones regionales alemanas.
Imagen: Getty Images/A. Hassenstein
Al comienzo era el euro
En abril de 2013 se realizó en Berlín el primer congreso del partido Alternativa para Alemania (AfD), que acababa de ser fundado en febrero. Bajo el liderazgo del profesor de Economía de la Universidad de Hamburgo Bernd Lucke, el partido surgió como una variante un poco a la derecha de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y tuvo como principal tema la crítica a la política de rescate del euro.
Imagen: Reuters
Los "euroescépticos"
El objetivo de AfD era convertirse en una alternativa real a los partidos de centro. Numerosos militantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), del partido liberal FDP e incluso de La Izquierda se plegaron a la propuesta, que buscaba el fin de los millonarios rescates financieros, el retorno de las monedas nacionales y la disolución de la eurozona. La prensa empezó a llamarlos "euroescépticos".
Imagen: Reuters
Los tres presidentes
Lucke compartió la presidencia del partido con la empresaria Frauke Petry y Konrad Adam, un reconocido periodista que había trabajado en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Con las bases listas para competir, se presentaron en las elecciones federales de 2013 con Lucke como principal rostro. Obtuvieron el 4,7 por ciento, muy poco por debajo del 5 por ciento necesario para ingresar al Bundestag.
Imagen: picture-alliance/dpa
Los primeros éxitos electorales
Tras un fracaso en las elecciones regionales de Hesse, AfD comenzó a dar sus primeros golpes electorales en 2014, cuando obtuvo el 7 por ciento en las elecciones al Parlamento Europeo, lo que permitió que Lucke y otros seis militantes se convirtieran en eurodiputados. Luego obtuvo asientos en los parlamentos de Sajonia, Turingia y Brandeburgo, donde alcanzó un 12,2 por ciento de la votación.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las dos almas se separan
Pese a nuevos éxitos en Bremen y Hamburgo, las dos almas del partido poco a poco empezaban a chocar. Por un lado, los liberales económicos capitaneados por Lucke, y, por el otro, los ultraconservadores tutelados por Frauke Petry. En el congreso de julio de 2015, Petry fue elegida presidenta y se produjo un cisma. Cinco de los siete europarlamentarios dejaron el partido, entre ellos Lucke.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Gambarini
Giro a la derecha
Lucke se llevó consigo a unos dos mil militantes de AfD, algo así como el 10 por ciento del total. Con muchos de ellos fundó ALFA, Alianza para el Progreso y el Resurgir. Petry organizó el giro hacia la derecha de Alternativa para Alemania. Hubo reuniones con los islamófobos de Pegida e incluso Petry dijo que la policía debería usar armas de fuego, como último recurso, para proteger las fronteras.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Stratenschulte
Discurso antiinmigración rinde frutos
El discurso contra la política de refugiados propugnada por la canciller Angela Merkel, así como la radicalización en distintas áreas, las soflamas nacionalistas y la cercanía con la ultraderecha rindió sus frutos. En las elecciones regionales de Baden-Wurttemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt (13.03.2016), la AfD obtuvo sus mejores resultados históricos.
Imagen: picture alliance/dpa/S. Willnow
El tiempo hablará
Nadie quiere negociar con ellos. Pero la AfD se ha convertido en un actor de la política alemana, sin que le afectaran las críticas por la cercanía con Pegida o las apariciones de miembros del partido en manifestaciones junto a neonazis.