Alemania está en schock desde hace algún tiempo: el afamado estudio PISA arrojó unos niveles catastróficos de educación –según los cánones europeos. Muchas han sido las consecuencias de esos negros datos para el debate público y para las instituciones de cultura del país; entre ellas que políticos y sindicalistas exijan reformas sustanciales.

La encargada de Asuntos de Migración, Marieluise Beck, del partido de Los Verdes declaró al respecto que la igualdad de oportunidades, en realidad, no existe en Alemania. El Sindicato de Educación y Ciencia convocó a un "Día de la Educación", en el cual más de 100.000 personas manifestaron su voluntad de reformas educativas.

Cambio en la sustancia

La presidenta del Sindicato de Educación, Eva-Maria Stange, declaró que Alemania ha llegado a un punto en que debe haber radicales cambios, que deben empezar en la educación pre-escolar, una ampliación de la oferta de escuelas de jornada completa y de una atención individualizada, así como de pensum y patrones escolares estandarizados a nivel federal.

Los extranjeros, los peores

La Conferencia de Ministros de Cultura –máxima instancia de leyes y reformas educativas a nivel federal- había declarado a comienzos de la semana que regularía el estándar a nivel de todo el país aplicando exámenes generalizados. El desacuerdo que Stange puso hoy de manifiesto se basó en que esa medida no tiene en cuenta para nada la integración del público escolar extranjero, que es el que peor rendimiento escolar tiene. Reformar el tipo de exámenes no soluciona en nada el problema social, así la presidenta del Sindicato de Educación.