Chemnitz: "La Policía debe ser el centro de la prudencia"
Daniel Heinrich
27 de agosto de 2018
Antes de las manifestaciones anunciadas para este lunes en Chemnitz, Rainer Wendt, presidente del sindicato de la Policía, conversó con DW sobre la estrategia del cuerpo, que podría recibir refuerzos de todo el país.
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DW: Luego de un altercado en el que se vieron involucrados ciudadanos de diversas nacionalidades, que se saldó con la muerte de un hombre de 35 años de edad, de nacionalidad alemana, y tras las manifestaciones que les sucedieron a estos hechos, grupos de izquierda y derecha llamaron a protestas esta tarde en Chemnitz. Se esperan también manifestantes violentos. ¿Cómo se prepara la Policía para esta misión?
Rainer Wendt: La Policía de Sajonia está acostumbrada a este tipo de manifestaciones, los colegas son profesionales. Enfrentarán esta misión con una buena táctica y, sobre todo, con suficientes efectivos. Si se llega a considerar que necesitamos más fuerzas, por supuesto que la Policía sajona recibirá apoyo de otros Estados federados y de la Policía federal. De eso no hay dudas. Contamos con la solidaridad de los demás Estados y del nivel central. Si los sajones necesitan refuerzo, lo tendrán.
Este domingo, cientos de manifestantes, no pocos violentos, se lanzaron espontáneamente a las calles de Chemnitz. En principio, la Policía no contó con suficientes efectivos, y se llegaron a producir ataques a migrantes. Desde las filas del partido La Izquierda se han escuchado voces críticas que le reprochan a la Policía haber reaccionado con lentitud. ¿Cómo tendría que actuar hoy la Policía?
La Policía tiene que actuar hoy exactamente igual que ayer: ser el centro de la prudencia. Precisamente en momentos tan agitados como estos, la Policía tiene que velar, con sus fuerzas, por que se restablezcan la ley y el orden. Y, al mismo tiempo, hacer todo lo posible por que los ánimos no se caldeen más.
Tengo absoluta confianza en la dirección de la Policía sajona. Los colegas saben lo que hacen, están acostumbrados a este tipo de misiones. Que en una situación tan espontánea como la de ayer (26.08.2018) la Policía esté escasamente representada sobre el terreno y tenga que pedir refuerzos es pan de cada día. Es bastante frecuente que la Policía necesite refuerzos al inicio de un despliegue como ese, pero eso se supera rápidamente.
Usted ha dicho que fuerzas de otros cuerpos regionales podrían ser desplazadas con prontitud a Sajonia. ¿Cómo es posible que ese desplazamiento ocurra a la velocidad necesaria?
Por suerte la Policía alemana es extremadamente móvil. Por eso, puede movilizar rápidamente efectivos desde otros Estados federados. Ese tipo de pedidos de refuerzo no es nada extraordinario. En caso de emergencia, pueden llegar por vía aérea. Estas movilizaciones se logran también de manera muy espontánea. No hay nadie sentado, con las maletas hechas, esperando por una misión de estas. Se reúnen y se envían al terreno colegas destinados en otras misiones de apoyo de las autoridades policiales distritales, por ejemplo. Así, nuestra Policía antidisturbios está siempre lista para actuar.
Rainer Wendt es funcionario de la Policía alemana y, desde 2007, presidente federal del Sindicato Alemán de la Policía.
Entrevista conducida por: Daniel Heinrich (RML/CP)
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La escena de los crímenes de la NSU
La conmoción continúa: la exposición "Suelo sangriento" (Blutiger Boden) en el museo Rathausgalerie, de Múnich, muestra imágenes abrumadoras de los crímenes de los terroristas de extrema derecha de la NSU en Alemania.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Enver Şimşek, 09.09.2000, Núremberg
Enver Şimşek, de 38 años, fue la primera víctima del terrorismo neonazi de la célula NSU en Alemania. Fue hallado en junto a una ruta con varias balas en la cabeza y murió dos días después. Regina Schmeken comenzó a fotografiar los lugares de los crímenes de la NSU y los visitó varias veces en 2016. Sus fotografías se exhiben en la Rathausgalerie de Múnich, desde el 17.07.2018 hasta el 29.10.2018.
Imagen: Regina Schmeken, 2015
Süleyman Taşköprü, 27.06.2001, Hamburgo
El vendedor de verduras y frutas turco Süleyman Taşköprü, de 31 años, yacía tirado en un charco de sangre cuando su padre lo encontró. Murió poco después. La fotógrafa Regina Schmeken dice que muchas veces es como si en ese lugar el suelo la arrastrara hacia abajo. Después de 14 años del crimen, las baldosas siguen siendo las mismas.
Imagen: Regina Schmeken, 2015
Mehmet Turgut, 25.02.2004, Rostock
Aquí murió Mehmet Turgut, de 25 años. Trabajaba como ayudante en un puesto de comida, cuando los asesinos de la célula terrorista de extrema derecha NSU le dispararon un tiro en la cabeza. En su exposición, Regina Schmeken quiere hacer un homenaje a la memoria de las víctimas enfrentándose a los lugares donde fallecieron y donde ya no quedan huellas de esos crímenes.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Ataques con bombas de clavos, 09.06.2004, Colonia
En la calle Keupstraße de Colonia, la explosión a control remoto de una bomba con clavos hirió a 22 personas, a cuatro de ellas gravemente. El atentado terrorista neonazi de la NSU conmocionó al barrio de Mülheim, conocido por sus negocios turcos y kurdos. La Policía creyó durante mucho tiempo que el ataque era producto de la rivalidad de bandas familiares turcas.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Theodoros Boulgarides, 15.06.2005, Múnich
La séptima víctima del terrorismo de extrema derecha de la NSU fue Theodoros Boulgarides, un griego que fue ejecutado de tres disparos en la cabeza. En sus imágenes, Regina Schmeken incorporó escenas de la vida cotidiana. Con eso quiso dejar en claro que los asesinatos perpetrados por los neonazis pueden suceder en cualquier lugar.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Halit Yozgat, 06.04.2006, Kassel
En esta casa, Halit Yozgat, de 21 años, nacido en Kassel, tenía un cibercafé, hasta que un día de junio de 2006, los criminales de extrema derecha acabaron con su vida ejecutándolo a tiros. Como todas las víctimas de la célula terrorista neonazi NSU, fue hallado desangrado en el suelo. Murió en los brazos de su padre.
Imagen: Regina Schmeken, 2015
Michèle Kiesewetter, 25.04.2007, Heilbronn
La mujer policía Michéle Kiesewetter, de 22 años, fue asesinada de un tiro en la cabeza dentro de su automóvil de servicio en la Theresienwiese, un descampado de la ciudad de Múnich. Fue la décima y última víctima de los asesinatos perpetrados por los terroristas de la NSU. La exposición de las fotografías de Regina Schmeke quiere dejar en claro que esos crímenes no serán olvidados.