La violencia en Colombia azota a campesinos, indígenas y afrocolombianos del Pacífico. ¿Es el detonante la falta de voluntad para cumplir el Acuerdo de Paz, o la ineficacia para saldar la deuda social?
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En completa indefensión han muerto más de 30 personas en varias masacres en las últimas semanas en Colombia. Carlos Andrés Betancourt, familiar de una de las víctimas de la masacre del 16 de agosto, en Samaniego, Nariño, fronterizo con Ecuador, pidió respuestas este 24 de agosto ante la Comisión de Derechos Humanos del Senado: “Esto no es un ajuste de cuentas, nuestros familiares no tenían relación con el narcotráfico. No hay avances en la sustitución de los cultivos de uso ilícito. En las intervenciones militares de 2006, 2007 y 2008, los civiles fueron los más afectados. Le pedimos al Gobierno que cambie la perspectiva de guerra, apostémosle a la paz”, pidió Betancourt al Senado.
La violencia en Colombia azota especialmente a campesinos, indígenas y afrocolombianos del Pacífico. ¿Cuál es el detonante tras la violencia de las últimas semanas, la falta de voluntad para cumplir el Acuerdo de Paz, o la ineptitud estatal para saldar la deuda social? El presidente de Colombia, Iván Duque, azuza el debate nacional haciendo hincapié en finezas semánticas y aclara que en el caso de las últimas matanzas no se trata de masacres sino de “asesinatos colectivos”. ¿Qué opinan los expertos colombianos? DW habló con algunos de ellos.
Idioma: espejo de empatía y voluntad
“Duque prefiere poner el espejo retrovisor para decir que las matanzas de hoy no son masacres, porque antes del proceso de paz eran peores, con lo que compara lo incomparable y minimiza realmente la dimensión de la violencia, demostrando además, falta de empatía y voluntad”, dice a DW la politóloga Viviana García Pinzón, del Instituto Alemán para la Investigación de América Latina (GIGA), con sede en Hamburgo.
María Victoria Llorente, directora de la Fundación Ideas para la Paz, considera que el Gobierno de Duque intenta hacer una distinción clara entre la violencia de la década de los 90 y la de ahora. Llorente explica a DW que “la distinción entre masacre y asesinato colectivo no es solo retórica, sino real”, e invita a comparar los asesinatos de hoy con las dimensiones de la masacre de El Aro, por ejemplo.
“Término ‘masacre’ denota indefensión de las víctimas”
En la masacre conocida por El Aro (Ituango, Antioquia), paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) torturaron y asesinaron a 15 personas el 22 de septiembre de 1997. Allí, las milicias de ultraderecha acorralaron y torturaron durante varios días a campesinos, y luego los mataron arguyendo que eran “guerrilleros”. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se trató de una masacre cometida contra 15 civiles en estado de indefensión y en la que todos los habitantes fueron despojados de sus bienes y desplazados de su territorio.
“Si bien el concepto de ‘masacre’ no existe en el código penal, el término sí tiene una relevancia sociológica e histórica, toda vez que hace referencia a un concurso de homicidios agravados. Así que, aunque no exista el delito exacto de ‘masacre’, en Colombia sí se ha utilizado por parte de los tribunales”, dice a DW el jurista Walter Arévalo, profesor de la Universidad del Rosario de Colombia, quien apunta que “la sala de casación penal de la Corte Suprema de Justicia, justamente con motivo de la masacre de El Aro, explicó en la decisión de 2018 que se trataba de una ‘masacre social’ definida como un concurso de homicidios agravados o en persona protegida”.
En todo caso, el término “masacre tiene un valor social para denotar la gravedad, la indefensión de las víctimas y la magnitud del delito, que ha sido usado para tales fines de contextualización de los hechos en el derecho internacional humanitario”, concluye el profesor Arévalo, Secretario General de la Academia Colombiana de Derecho Internacional.
El narcotráfico no conoce finezas semánticas
Emilio Archila, consejero para la Consolidación y Estabilización del Gobierno, explica que la presencia de las Farc mantenía acallados los liderazgos: “Una vez salen, hay múltiples manifestaciones de liderazgos que empiezan a hacerse visibles y que ponen en riesgo el control de los narcotraficantes”. Esta es la explicación de Archila a El Espectador de este 24 de agosto. La directora de Ideas para la Paz indica que aún es hora de cumplir con el gran propósito del Acuerdo de Paz, “construir Estado”, justo en las comunidades que necesitan tanto seguridad como educación y salud.
"Un cheque sin fondos”
Luz Marina Becerra, líder de la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (AFRODES), dice a DW que “a pesar de que la ruta de la restauración de los derechos de los afrocolombianos como de las víctimas del conflicto armado está trazada realmente desde mucho antes del Acuerdo de Paz, ese camino no ha sido transitado”, y agrega que eso equivale a que “el Gobierno les ha girado a las víctimas afrocolombianas un cheque sin fondos”.
Becerra recalca que la precaria situación de seguridad de las comunidades negras en el Pacífico colombiano es la consecuencia de “una deuda que el Estado colombiano no ha pagado desde hace décadas, no solo desde el Acuerdo de Paz”.
La solución es social, no únicamente militar
María Victoria Llorente, directora de Ideas para la Paz, afirma que la única constante de la violencia de ayer y hoy son el narcotráfico como motor de la misma y las demás economías ilegales. Llorente destaca que el punto en donde empieza a no coincidir con el Gobierno de Iván Duque es que “si seguimos viendo el problema con el espejo retrovisor vamos a ser incapaces de desarrollar las estrategias contra el problema: grupos fragmentados y localizados del narcotráfico”.
Y resolver el problema, significa para la directora de Ideas para la Paz “no una respuesta exclusivamente militar y policial” a los problemas de las comunidades que dependen de las rentas ilegales. Llorente cita el caso de Samaniego, una de las comunidades donde ocurrió una de las últimas masacres, en donde el alcalde esperaba ser honrado con la visita del presidente de la república y el lanzamiento de una iniciativa social, pero la receta que le llevó Iván Duque fue militar: el anuncio de un nuevo grupo de élite militar y policial. Una estrategia que ha fracasado una y otra vez.
A pesar de la falta de recursos, los ataques, los obstáculos, la falta de voluntad y de estructuras estatales para implementarlo, María Victoria Llorente reconoce el empeño del Gobierno de Duque y, en especial, de la Consejería gubernamental para la Consolidación y Estabilización, y concluye que el Acuerdo de Paz puede aún convertirse en aquello para lo que fue hecho: “Una agenda para que nosotros, como Nación, cerremos las brechas sociales que aún siguen abiertas”.
La respuesta del Gobierno no hubiera podido ser más fácil, explica la politóloga García Pinzón de la Universidad de Marburgo: “Reactivar el apoyo a los campesinos que quieren sustituir la coca por productos legales”, así como está en el Acuerdo de Paz.
(chp/ers)
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Colombia: de la guerra a la paz
Cesa el fuego en Colombia, tras décadas de violencia y tensiones sociales que tuvieron origen en la lucha por la tierra entre campesinos y terratenientes desde los años 20 del siglo XX y estallaron con fuerza desde 1960.
Imagen: LUIS ACOSTA/AFP/Getty Images
Largo y tortuoso camino
Los violentos enfrentamientos sociales con los que hoy se pretende acabar en Colombia tuvieron origen en los años veinte del siglo pasado con la lucha por la tierra entre campesinos y latifundistas; pero estallaron con fuerza a partir de la década de los sesenta.
Imagen: Reuters/J. Vizcaino
Los años cuarenta y cincuenta: “La Violencia”
Enfrentamientos sangrientos entre liberales y conservadores provocan cientos de miles de muertes. El asesinato del liberal Jorge Eliécer Gaitán (foto), en 1948, origina protestas conocidas como El Bogotazo y e inicia el llamado período de La Violencia. Miembros del partido comunista son reprimidos. Se fundan grupos clandestinos. El Ejército asalta poblados y persigue a "campesinos comunistas".
Imagen: Public Domain
1964: las FARC y el ELN
Se fundan las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Las FARC pretenden enfrentar la concentración de tierras. El ELN nace de la radicalización del movimiento estudiantil y teólogos de la liberación como Camilo Torres (foto). El Gobierno intenta combatirlas a ambas con asistencia de Estados Unidos.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Los años setenta y ochenta: el M-19
Surgen otros movimientos clandestinos como el M-19 –que protagonizaría acciones como la trágica toma del Palacio de Justicia en 1985 (foto)−, MAC y MOIR. El Gobierno negocia por primera vez con las FARC y el ELN, pero las conversaciones fracasan tras el asesinato del ministro de Justicia.
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La década de los ochenta: los paramilitares
Surgen numerosos grupos paramilitares de ultraderecha, al servicio de la protección de grandes terratenientes y sus tierras contra los ataques rebeldes. Con el tiempo, los paramilitares se involucran con los cárteles de la droga. Cuatro candidatos presidenciales y numerosos políticos de izquierda fueron asesinados por los paramilitares entre 1986 y 1990.
Imagen: Carlos Villalon/Liaison/Getty Images
1989: el M-19 se desmoviliza
El M-19 entrega las armas en octubre de 1989 y se convierte en partido político. Su entonces líder, Carlos Pizarro, se lanza como candidato presidencial y es asesinado en campaña en 1990.
Imagen: picture alliance/Demotix/K. Hoffmann
1996: los escuadrones de la muerte
Los grupos paramilitares se integran en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Los llamados escuadrones de la muerte llegan a tener hasta 30.000 miembros.
Imagen: AP
1998-99: Pastrana intenta negociar
El Gobierno de Andrés Pastrana negocia con las FARC. Conversa también con el ELN (foto) y las AUC. Se desmilitariza un amplio territorio controlado por las FARC en el sur del país. Una masacre interrumpe las conversaciones con las AUC.
Imagen: picture-alliance/dpa
2002: Íngrid Betancourt y Álvaro Uribe
Tras el secuestro de una aeronave en febrero, el gobierno interrumpe las negociaciones con las FARC, durante las que cientos de personas murieron. El 23 de febrero, las FARC secuestran a la candidata presidencial Íngrid Betancourt (foto). Álvaro Uribe gana la presidencia en mayo, intensifica el combate militar y rechaza las negociaciones. Es reelegido en 2007. Betancourt fue liberada en 2008.
Imagen: AFP/Getty Images
2003-2006: desparamilitarización y amnistía
Tras largas negociaciones, unos 32.000 paramilitares de las AUC deponen las armas (foto). Unos 4.200 de ellos son juzgados por violaciones a los derechos humanos hasta 2014. Muchos vuelven a tomar las armas. En junio de 2005 se aprueba la Ley de Justicia y Paz, una amplia amnistía para miembros de los escuadrones de la muerte.
Imagen: picture-alliance/dpa
2007-2008: “falsos positivos”
En 2007 son detenidos los primeros políticos de derecha, acusados de vínculos con los paramilitares, también en el entorno de Uribe. En septiembre de 2008 estalla el escándalo de los "falsos positivos": sobre todo entre 2004 y 2008, más de 3.000 personas fueron asesinados por el Ejército, para falsear la estadística de guerrilleros eliminados. Cientos de militares han sido juzgados desde entonces.
Imagen: Jesús Abad Colorado
2012: comienza el diálogo de paz con las FARC
El 20 de junio de 2010 es elegido presidente el exministro de Defensa Juan Manuel Santos. En 2012 entra en vigor la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras para reparar a las víctimas y desplazados. En noviembre, se inician oficialmente los diálogos de paz entre el equipo de negociadores del Gobierno (foto) y las FARC.
Imagen: Reuters
2014-2015: se fija fecha tope para el pacto
El Gobierno colombiano anuncia que prepara conversaciones con el ELN. Santos es reelegido en junio de 2014. Las negociaciones con las FARC se traban o suspenden varias veces por acciones militares de ambas partes hasta que, el 23 de septiembre de 2015, Santos y Rodrigo Londoño Echeverri (Timochenko), líder las FARC, se encuentran en La Habana y fijan el objetivo de firmar la paz en seis meses.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Ernesto
2016: diálogos de paz con el ELN
El 30 de marzo, Frank Pearl, representante del Gobierno de Colombia, y Antonio García, jefe de la delegación del ELN (foto), anunciaron en Caracas el inicio de un proceso formal de diálogos de paz. Mientras, las FARC y el Gobierno aplazaron, por desavenencias, la firma del acuerdo de paz definitivo, que se pretendía inicialmente conseguir antes del pasado 23 de marzo de 2016.
Imagen: Reuters/M. Bello
23.6.2016: firma del acuerdo de cese el fuego
El Gobierno de Colombia y las FARC han alcanzado un acuerdo para el cese el fuego bilateral y definitivo, cuyos detalles se darán a conocer en La Habana en un acto al que acudirán el presidente Juan Manuel Santos y mandatarios de los países garantes y acompañantes del proceso de paz, entre otros, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, delegaciones de Cuba y Noruega, Chile y Venezuela.
Imagen: picture-alliance/dpa
24.8.2016: pacto final
El Gobierno de Colombia y las FARC rubricaron el acuerdo final que cierra las negociaciones de paz desarrolladas en La Habana, y que deberá ser refrendado por el pueblo colombiano en un plebiscito. El documento fue rubricado por los jefes negociadores, Humberto de la Calle, por el Gobierno y Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", por la guerrilla, y por los embajadores de Cuba y Noruega.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
24.8.2016: se anuncia el plebiscito
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció que convocará a un plebiscito el 2 de octubre para refrendar o rechazar el acuerdo de paz logrado con la guerrilla de las FARC. "Queda en manos de ustedes los colombianos decidir con su voto si apoyan este acuerdo histórico", dijo Santos en una alocución por radio y televisión.
Imagen: picture-alliance/Xinhua/Colprensa
“Timochenko” ordena bajar las armas
“En mi condición de comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP, ordeno a todos nuestros mandos, a todas nuestras unidades, a todos y cada uno de nuestros combatientes, a cesar el fuego y las hostilidades de manera definitiva contra el Estado colombiano a partir de las 24 horas de la noche de hoy”, decretó desde Cuba el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”. (28.08.2016)
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Lage
29.8.2016: cesa el fuego en Colombia
El alto el fuego definitivo entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC comenzó a las cero horas de este lunes 29 de agosto. "Este 29 de agosto empieza una nueva historia para Colombia. Silenciamos los fusiles. ¡SE ACABÓ LA GUERRA CON LAS FARC!", escribió a la medianoche en punto el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en Twitter.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Legaria
Una pregunta concreta
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dio a conocer la pregunta que sus compatriotas responderán en el plebiscito del próximo 2 de octubre: “¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?”. Santos insistió en que la pregunta no debía ser tendenciosa o manipuladora, sino clara y concreta. (30.08.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Munoz
Los primeros menores abandonan las FARC
Ocho niños y adolescentes fueron entregados por las FARC al Comité Internacional de la Cruz Roja para luego ser sometidos a exámenes médicos integrales y procesos de comprobación de identidades. Más tarde, los menores quedarán bajo responsabilidad de UNICEF. Aún se desconoce la cifra exacta de jóvenes en manos de las FARC. La guerrilla habla de 21 y el Gobierno, de 170. (10.09.2016)
Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Dalton
Observadores para Colombia
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó unánimemente el plan presentado por el secretario general de esa organización, Ban Ki-moon, para apoyar la aplicación de los acuerdos de paz entre el Estado colombiano y las FARC. 450 observadores en cuarenta localidades de ese país verificarán el desarme y monitorizarán el alto el fuego. (13.09.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Rajmil
Crece la oposición al acuerdo de La Habana
Según una encuesta publicada este 16 de septiembre, el margen de diferencia entre los grupos de personas que votarán a favor (55,3 por ciento) y en contra (38,3 por ciento) del acuerdo de paz con las FARC se ha ido reduciendo. Una semana antes, el 64,8 por ciento dijo que votaría por el “sí” y el 28,1 dijo que lo haría por el no. El número de indecisos ronda el 4,3 por ciento. (16.9.2016)
Imagen: Guillermo Legaria/AFP/Getty Images
La última conferencia de las FARC
El líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Rodrigo Londoño –alias “Timochenko”–, inauguró la décima y última Conferencia Nacional Guerrillera de las FARC, donde sus comandantes aprobaron el acuerdo de paz con el Gobierno. Timochenko hizo hincapié en que las FARC seguirán luchando por la justicia social y los más pobres, pero como un partido político. (17.09.2016)
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Santos en la ONU: “La guerra llegó a su fin”
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, agradeció el 21 de septiembre de 2016 en la ONU el respaldo de la comunidad internacional al proceso de paz con la guerrilla de las FARC y dijo con contundencia que el conflicto armado en su país terminó.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Gombert
Las FARC ratifican el acuerdo
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron el 23 de septiembre de 2016 la ratificación unánime del acuerdo de paz alcanzado con el Gobierno colombiano y, de este modo, dejarán las armas tras 52 años de conflicto armado.
Imagen: Reuters/J. Vizcaino
El ELN facilitará la celebración del referendo
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda organización guerrillera de Colombia, anunció un cese de las acciones ofensivas –que no de las “defensivas”– para facilitar la participación de la población en el plebiscito del 2 de octubre en torno al acuerdo de paz alcanzado con las FARC. El ELN no descarta negociar un pacto similar al sellado con las FARC. (26.9.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/El Tiempo
Firmado el pacto de paz con las FARC
El 26 de septiembre de 2016, el presidente Juan Manuel Santos, en representación del Estado colombiano, y Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”, líder de las FARC, rubricaron el acuerdo que pone fin a 52 años de conflicto armado entre ambos. El convenio es fruto de casi cuatro años de diálogos celebrados en La Habana y fue sellado en Cartagena de Indias ante más de 2.500 invitados.