Violencia xenófoba en Sudáfrica desata ola de críticas
4 de septiembre de 2019
La calma ha vuelto a las calles de Johannesburgo, la mayor ciudad de Sudáfrica, bajo vigilancia policial después de tres días de violencia xenófoba que dejó al menos cinco muertos.
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Los episodios de saqueos y ataques xenófobos ocurridos en Johannesburgo y sus alrededores en los últimos días han desencadenado una lluvia de críticas contra Sudáfrica por parte de Gobiernos y personalidades de África e, incluso, han motivado la anulación de un partido amistoso de fútbol contra Zambia.
Los saqueos y disturbios fueron especialmente graves entre el domingo y anoche, período en el que hubo al menos 5 muertos y casi 300 detenidos en distintas zonas de Johannesburgo y el cinturón metropolitano hasta la vecina Pretoria, informó la Policía en un comunicado.
Nigeria, Etiopía, Zimbabue, la propia Zambia o la Unión Africana (UA) son algunos de los actores que han emitido mensajes de condena por la violencia en Sudáfrica y han instado a sus ciudadanos migrantes a extremar la precaución.
"El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, condena con la mayor firmeza los actos de violencia cometidos en Sudáfrica contra inmigrantes de países africanos, incluido el pillaje y la destrucción de sus bienes", señaló esta organización continental en un comunicado difundido anoche.
Antes, Nigeria, uno de los países cuyos ciudadanos radicados en Sudáfrica se han visto más golpeados por los saqueos y disturbios, se había mostrado especialmente dura y había decidido enviar a un representante gubernamental para analizar la situación con las autoridades sudafricanas.
"Los continuados ataques a ciudadanos y negocios nigerianos en Sudáfrica son inaceptables. Ya basta. Nigeria tomará medidas para garantizar la seguridad y protección de sus ciudadanos", indicó el lunes en la red social Twitter el Gobierno nigeriano.
Auge y caída del Apartheid: exposición de fotos en Sudáfrica
Ningún otro medio refleja la historia de Sudáfrica de forma más impresionante que la fotografía. El Museo África de Johannesburgo, mostró en 2017 un panorama de la historia de la represión y la liberación.
Imagen: Museum Africa
El fotógrafo como testigo
El mensaje es claro: la segregación racial era inmoral. A mediados de los años 50, miembros de la organización de derechos civiles "Black Sash” salieron a las calles a protestar contra el régimen de Apartheid. Un fotógrafo capta la manifestación. "Banda negra" fue fundada por mujeres blancas. Nelson Mandela calificó a dicha ONG como "la conciencia de la Sudáfrica blanca".
Imagen: Museum Africa
La cámara como arma
Uno de los más famosos fotógrafos negros es arrestado: Peter Magubane empezó como chofer y mensajero de la legendaria revista DRUM. El alemán Jürgen Schadeberg fue maestro de Magubane, quien habría de convertirse en mundialmente famoso con fotos de la resistencia en los "Townships". Magubane tenía que esconder su cámara en una Biblia ahuecada.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
El fin de Sophiatown
El régimen del Apartheid comenzó en los años 50 con la división entre barrios “blancos” y barrios “negros”. El barrio multirracial Sophiatown, centro cultural de la mayoría negra, fue derribado y sus residentes trasladados a otra parte. En el lugar donde estaba Sophiatown fue construido el centro urbano llamado "Triunfo", un barrio en donde solo podían vivir blancos.
Imagen: Museum Africa
Templo andante
Ahora los viajes que tenían que hacer los negros desde sus barrios marginados, conocidos como “Townships”, eran eternos. Aún así, en los abarrotados trenes había momentos mágicos. El fotógrafo Santu Mofokeng destaca el papel de la fe y la religión.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
Carta de la Libertad
En 1956, en el llamado "Juicio de la traición", 156 sudafricanos fueron acusados. Su "delito": un año antes habían publicado una Carta de la Libertad, en la que pedían el fin del Apartheid. Entre los acusados se encontraba Nelson Mandela. El proceso generó solidaridad de los grupos de la oposición, más allá de todas las barreras raciales.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
Un niño como ícono de la resistencia
Una de las imágenes más importantes de la exposición se encuentra en el centro de Soweto. Con ella se conmemora el levantamiento - en 1976 - de los escolares que protestaban contra la política discriminatoria racial. Hector Pieterson, de doce años, fue baleado por la policía surafricana en la manifestación. El fotógrafo Sam Nzima plasmó la tragedia; una imagen que le dio la vuelta al mundo.
Imagen: DW/Ulrike Sommer
Los funerales como marcha de protesta
Imágenes del duelo colectivo son omnipresentes en la muestra. Los funerales se convierten en grandes eventos políticos, como el entierro de los opositores conocidos como el grupo de los "Craddock Four”. En 1985, los cuatro fueron secuestrados y asesinados. Más tarde se descubrió que el crimen fue cometido por oficiales secretos de la Fuerza de Defensa de Sudáfrica.
Imagen: Rashid Lombard
Nueva era
Una nación esperanzada celebra el ganador. El 3 de mayo de 1994 Nelson Mandela se convierte en el primer presidente de una Sudáfrica democrática. "Fue un momento increíble", recuerda el fotógrafo George Hallett.
Imagen: George Hallett
Aún se sufren las consecuencias de la segregación
Durante décadas, se impidió a la población negra el acceso a la educación, la salud y el progreso económico. Hoy aún, 20 años después de las primeras elecciones libres, en muchas regiones son visibles las consecuencias de la segregación territorial. Un aspecto que también trata la exposición de Johannesburgo.
Imagen: Thabiso Sekgala
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"Todo el mundo es bienvenido en Sudáfrica"
Por su parte, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, volvió a condenar los disturbios que empezaron el domingo en Johannesburgo y luego se propagaron a Pretoria, la capital política, y a la provincia de KwaZulú-Natal (este). "Atacar a los extranjeros no es una buena actitud", dijo antes de una reunión del Foro Económico Mundial de África, en Ciudad del Cabo (suroeste), donde se espera hasta el viernes la presencia de unos quince jefes de Estados y numerosos empresarios. "Todo el mundo es bienvenido en Sudáfrica", aseguró el presidente del país, que tuvo a Nelson Mandela como mentor.
Tensiones subyacentes
Los actos violentos con tintes xenófobos se repiten a menudo en Sudáfrica, especialmente en zonas de Johannesburgo y de su cinturón metropolitano con población de bajos recursos.
Pese al pobre desempeño de la economía sudafricana en los últimos años y los altos niveles de desempleo (29 %), Johannesburgo es un gran foco de atracción de inmigrantes de la región que buscan un futuro mejor en el corazón financiero de la nación más desarrollada de África.
Los graves problemas sociales, sin embargo, provocan tensiones subyacentes que estallan periódicamente y ponen en el blanco a las comunidades de inmigrantes. Estas son a menudo responsabilizadas de la alta criminalidad y otros problemas, lo que en entornos de paro y pobreza desemboca frecuentemente en actos de violencia.
En esta ocasión, los primeros conatos violentos se produjeron el domingo, después de que tres personas fallecieran en un incendio de un edificio ocupado. Hace un año, en el enorme distrito de antiguos guetos negros de Soweto, las acusaciones contra los pequeños vendedores de origen extranjero por vender productos caducados y falsificados se transformaron en saqueos violentos que dejaron tres muertos y una treintena de arrestados.
FEW (EFE, AFP)
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Ciudad del Cabo: la urbe desecada
Predicciones señalan que Ciudad del Cabo será la primera urbe del mundo en quedarse sin suminsitro de agua. Esto podría ocurrir dentro de pocas semanas. Autoridades han puesto en marcha medidas de emergencia.
Imagen: Julia Jaki
Añoranza de lluvia
Otro día con cielo azul en Ciudad del Cabo. Parece el clima ideal. Pero las escasas precipitaciones y el bajo nivel de las represas dejan a la urbe en medio de una aguda crisis de agua. Se aplican severas restricciones; no obstante, la ciudad pdría quedarse sin suficiente cantidad del vital líquido en el mes de abril.
Imagen: Julia Jaki
Cada gota cuenta
Un habitante de Ciudad del Cabo instala un tanque recolector en su casa. Si la escasez llega a un nivel crítico, a cada persona la será asignado una cantidad de agua potable en sitios designados para la distribución.
Imagen: Julia Jaki
Se intensifica la sequía
Los prados en el paseo de Sea Point, que antes ostentaban un hermoso color verde, hoy se cubren de pasto seco. Desde mediados de 2017 está vigente la prohibición de usar agua potable para el riego. También está estrictamente prohibido realizar perforaciones a fin de encontrar agua para regar parques y jardines.
Imagen: Julia Jaki
Creatividad empresarial
Este establecimiento para el lavado de autos, ubicado en la zona de Sunset Beach, usa agua reciclada para seguir ofreciendo sus servicios a los clientes. Bajo las actuales condiciones, los comercios deben reducir su consumo de agua en 45 por ciento en comparación con lo usado en 2015. En caso de no cumplir, se enfrentan a multas severas.
Imagen: Julia Jaki
Gran demanda de depósitos
Los pocos depósitos que quedan en este centro comercial del suburbio de Table View muestran letreros que indican que ya han sido vendidos. El consumo de agua en Ciudad del Cabo está limitado a 87 litros por persona, por día. A ello se debe que, ante la posibilidad de que la urbe se quede sin agua, los depósitos se hayan agotado rápidamente en las tiendas.
Imagen: Julia Jaki
Piscinas llenas de agua... marina
Las piscinas públicas de Sea Point están llenas de agua y funcionando. En total son cuatro, y se les ha llenado con agua tratada del Océano Atlántico. En cambio, los operadores de las piscinas públicas mantienen cerradas las duchas, a fin de no desperdiciar agua.
Imagen: Julia Jaki
De Sudáfrica a Lima
En América Latina también hay ciudades que se enfrentan a una posible escasez aguda de agua. El fondo Económico Mundial ubicó a Lima en la zona de "escasez económica de agua" mientras que Perú en general se acerca al nivel de "escasez física de agua". Se calcula que cada peruano consume en promedio 150 litros de agua al día en diversos usos.
Imagen: DW/E. Vannes
Advertencia desde Bolivia
En junio de 2017, el presidente de Bolivia, Evo Morales, advirtió en la ONU que "según las Naciones Unidas, cada día mueren entre 800 y 1.000 niños menores de cinco años por enfermedades relacionadas con la falta de acceso a agua potable y saneamiento". Por iniciativa de Bolivia en 2010, el agua fue declarada por la ONU como "un derecho humano".