Como primera medida de protesta, el presidente Nicolás Maduro ordenó revisar la participación de su país como facilitador de las negociaciones de paz que llevan a cabo la guerrilla de las FARC y el Gobierno colombiano en Cuba. "El recibimiento de una persona que desconoce las instituciones venezolanas (...) es una muy mala señal y de alguna manera devela lo que muchas veces repetimos: que desde Bogotá había una conspiración contra Venezuela", aseguró el canciller Elías Jaua a la televisión estatal venezolana, tras una reunión del gabinete de gobierno.

También Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y segundo hombre fuerte del Gobierno venezolano, aseguró que la decisión de Santos ha puesto en serio peligro las relaciones binacionales al recibir al líder opositor. "Es para nosotros altamente sospechoso y altamente preocupante que un gobierno que dice ser amigo del pueblo de Venezuela (…) no descarriló el tren de las buenas relaciones sino que le puso una bomba", afirmó Cabello.

Reunión a puertas cerradas

Capriles inició en Bogotá una gira por varios países de la región buscando apoyo para que se realice una revisión exhaustiva de los disputados resultados electorales de abril, mientras se niega a reconocer el "fraudulento" triunfo del sucesor del fallecido Hugo Chávez.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, recibió en una reunión privada al líder opositor venezolano, quien llegó este martes a Bogotá para dialogar con dirigentes políticos colombianos. El hermetismo rodeó el encuentro, del cual solamente trascendió una foto, aunque al final del día Capriles reveló que la conversación con Santos se enfocó en la situación que se vive en Venezuela y el proceso de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC.

Capriles re reunió además con los presidentes del Senado, Roy Barreras, y la Cámara de Representantes, Augusto Posada, desmintió los rumores que señalaban un posible encuentro con el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe y criticó las declaraciones de Maduro sobre una supuesta contratación de sicarios por parte de la oposición. Maduro había denunciado la víspera que los dirigentes de la oposición buscan "contratar sicarios" y "sabotear la economía" con la ayuda de otros países, mientras la inflación, la escasez y la reciente devaluación están presionando su popularidad.

Respuesta a Venezuela, “sin micrófonos”

Por su parte, la canciller colombiana, María Ángela Holguín, quien también se reunió con Capriles, indicó sin referirse directamente al reclamo de Jaua, que Colombia "responderá a este tipo de asuntos de manera directa y sin micrófonos". El ministro colombiano de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ofreció asimismo, el miércoles, ayudar a su vecino a paliar el desabastecimiento de productos básicos si se garantizan los pagos a los exportadores, recordando el ángulo más pragmático de las relaciones bilaterales.

El Gobierno de Maduro acusa al ex candidato opositor de ser el responsable de las violentas protestas que siguieron a su desconocimiento de las cifras oficiales, prometiendo poner entre rejas al gobernador de Miranda por "fascista" y "asesino".

Las relaciones entre Venezuela y Colombia mejoraron con la llegada de Santos a la presidencia en 2010 tras fuertes altibajos durante los 14 años de Chávez en el poder, quien llegó a romper lazos diplomáticos y comerciales con Bogotá debido a la estrecha alianza de Colombia con Estados Unidos.

rml (dpa, reuters)