El cierre obligatorio por COVID-19 terminó en Alemania. Los aficionados del arte pueden volver a ver exposiciones. Pero solo bajo ciertas condiciones. Hay estrictas normas de higiene. Pero tienen sus ventajas.
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Es martes por la mañana. Son las 10 en punto. El museo de arte contemporáneo K20 en Düsseldorf es uno de los primeros museos de Alemania en abrir sus puertas. Afuera, una veintena de visitantes con mascarillas forman una cola. La directora del museo, Susanne Gaensheimer, los espera. He conectado mi micrófono a un palo de escoba para poder realizar las entrevistas a una distancia suficiente. El coronavirus fomenta la creatividad. Para Susanne Gaensheimer también es el primer día de museo después del cierre. ¿Son suficientes las medidas? Y sobre todo: ¿se atreven los visitantes a entrar de nuevo a los museos?
Junto con el personal del museo, la directora aprovechó las últimas semanas para preparar el nuevo comienzo del K20, donde se alojan obras del siglo XX, de acuerdo con las nuevas normas de higiene. Esto incluye una distancia de 1,5 metros en las salas de exposición, el suministro de desinfectante y mascarillas obligatorias. Es mejor llevarlos puestos en cuanto se entra en el museo. Pero "a los que no tengan una máscara, les proporcionaremos una máscara desechable", dice Gaensheimer.
Medidas de protección para los primeros visitantes
En el suelo de la entrada se encuentran pegatinas que indican el distanciamiento mínimo. El área de la caja está protegida por paredes de plexiglás. El primer día después del cierre hay muy pocas personas que encuentran el camino a este museo. Una madre con dos niños pequeños está feliz de recuperar un poco de normalidad, aunque le preocupa que todo ya vuelva a abrir, como explica detrás de su máscara: "Sin embargo, también estamos contentos. Por eso vinimos tan temprano hoy."
Un grupo de tres amigas también esperan con impaciencia la apertura del museo. "No podemos prescindir del arte", dice una de ellas, que vino a ver la exposición "Pablo Picasso". Años de guerra 1939 a 1945".
Muchas cosas han cambiado. Las visitas guiadas por la colección o la exposición están prohibidas de momento. Los audioguías tampoco están disponibles. En su lugar, los visitantes pueden descargar una aplicación a su propio teléfono móvil. No obstante, y a pesar de estos cambios, las condiciones para visitar una exposición de éxito como "Los años de guerra de Pablo Picasso" son ahora realmente ideales. Incluso en el museo Kunsthalle Düsseldorf, a pocos metros del K20, la multitud es limitada. El director Gregor Jansen quería inaugurar una nueva exposición a finales de marzo con una vernissage festiva. Pero entonces intervino el coronavirus. "Hoy ya no tenemos una apertura con discursos o con muchos artistas. Celebramos en silencio".
Nuevas tareas para el personal del museo
La exposición "Objeto Sujeto" muestra por primera vez cómo la fotografía se ha establecido como un género artístico independiente desde los años 60 entre las ciudades Essen, Krefeld, Düsseldorf y Colonia. Se pueden ver ejemplos tempranos de la fotografía objetiva de la región occidental en Alemania.
También hay mucho espacio en el museo Kunsthalle en este primer día después del cierre. Unos quince visitantes se reparten en los tres pisos. Usan –como yo– mascarillas caseras. Al igual que en el K20, hay estrictas normas de higiene en la Kunsthalle de Düsseldorf. Se requiere un talento para la improvisación y el humor. Un empleado del museo es responsable de que no entren demasiados visitantes al mismo tiempo. Como un guardia de cruce, se para en la puerta de entrada con una paleta. "Si el área de la caja está ocupada, muestro el lado rojo, si todo está libre, el verde", dice con una sonrisa. Para algunos visitantes, comprar una entrada para la exposición el primer día es también un importante signo de solidaridad. Porque, como dice una visitante: "Un museo vacío significa una vida vacía".
(gg/few)
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Películas realizadas en un espacio reducido
¿Qué pasa cuando el espacio queda reducido a nuestras cuatro paredes? En tiempos de coronavirus, muchos fanáticos de cine se están haciendo esa pregunta. El cine ya ha dado ejemplos. Aquí algunos.
Imagen: picture-alliance/United Archives/IFTN
Alfred Hitchcock: "La ventana indiscreta" (1954)
El fotógrafo Jeff (James Stewart) no puede salir de su departamento, una pierna enyesada lo ata a una silla de ruedas. Solo su novia Lisa (Grace Kelly) lo puede visitar, pero, ¿qué hacer aparte de mirar por la ventana? Este clásico de Hitchcock es, probablemente, la película más famosa que limita a sus protagonistas a sus cuatro paredes - y sigue siendo tremendamente emocionante.
Imagen: picture-alliance/United Archives/IFTN
Luis Buñuel: "El ángel exterminador" (1962)
Misteriosa es la película que el español Luis Buñuel hizo a principios de los 60 del siglo pasado en su país adoptivo, México. "El ángel exterminador" muestra a invitados de una fiesta burguesa que quedan encerrados en las instalaciones de una villa. La razón no se explica en la trama. Y eso es lo pérfido del clásico de Buñuel: desafía al público. Filosóficamente, una obra maestra.
Imagen: picture-alliance/United Archives/IFTN
Roman Polanski: "Repulsión“ (1965)
Además de Hitchcock y Buñuel, Polanski es el tercer director de fama mundial que reduce radicalmente los escenarios de sus protagonistas. Tres años después de "El ángel exterminador" de Buñuel, llegó a los cines "Repulsión": el espantoso caso de la joven Carol (Catherine Deneuve) que no quiere salir de su departamento y siente gran repulsión sexual. Polanski tampoco aclara del todo las razones.
Imagen: imago/United Archives
Sidney Lumet: "Doce hombres sin piedad" (1957)
El director Sidney Lumet, por otra parte, presenta una narrativa compacta en su primer largometraje: un joven puertorriqueño es acusado de asesinar a su padre y un tribunal debe emitir un veredicto. Los doce miembros del tribunal se retiran hacia una habitación, de la que después no pueden salir. Lumet convierte esto en una pequeña obra maestra que une a los protagonistas de manera efectiva.
Imagen: picture-alliance/United Archives
Tevfik Başer: "40 m² Alemania" (1985)
Esta película es menos conocida internacionalmente. Pero el director alemán de origen turco, Tevfik Başer, tuvo un brillante éxito con su ópera prima. La historia trata sobre un emigrante turco y su esposa en Hamburgo: su departamento se convierte en una prisión para ellos. Una película que no ha perdido nada de su actualidad.
Imagen: picture-alliance/United Archives
Duncan Jones: "Moon" (2009)
Claustrofobia, aislamiento, distancia: esto también puede suceder en otro lugar que no sean las propias cuatro paredes. El cine de ciencia ficción tiene muchos ejemplos. Uno de los más efectivos es "Moon", el debut del hijo de David Bowie, Duncan Jones. Un técnico estuvo viviendo solo en una estación lunar durante tres años: una película increíblemente inquietante sobre el confinamiento espacial.
Imagen: Koch Media
Wolfgang Fischer: "Styx" (2018)
Al igual que en el espacio, puede ser muy solitario estar en alta mar, a miles de kilómetros de un puerto. El cine ha contado a menudo esta historia con éxito: la inmensidad como espacio estrecho. El Atlántico se convierte en un infierno en "Styx", que muestra a Rike (Susanne Wolff) en un fallido viaje de vacaciones. Su mundo queda reducido a los pocos metros cuadrados de un velero. Aterrador.
Imagen: trigon-film.org
Robert Zemeckis: "Cast Away" (2000)
En esta película de Hollywood, también el mar es protagonista - y el héroe queda aislado del mundo. Películas en islas, todas basadas en la novela clásica "Robinson Crusoe", de Daniel Defoe, publicada hace 300 años, muestran a personas abandonadas a su suerte. La exitosa película de Tom Hanks, "Cast Away", fue una nueva versión de "Robinson Crusoe".
Imagen: Imago/Prod.DB
Joel Schumacher: "¡No cuelgues!" (2002)
El director Joel Schumacher redujo de forma consecuente el espacio a las dimensiones de una cabina telefónica. La trama del thriller se centra en su protagonista (Colin Farell), que prácticamente no sale de la cabina durante toda la película al quedar amenazado por un asesino. Así también puede funcionar un nuevo cine de entretenimiento inteligente. Este fue casi un experimento cinematográfico.
Imagen: picture-alliance/United Archives
Chris Columbus: "Mi pobre angelito" (1990)
Finalmente, este clásico de películas con locaciones limitadas. "Mi pobre angelito" fue un éxito mundial en 1990: Kevin (Macaulay Culkin), de ocho años, es olvidado por su familia en su casa. Kevin conquista ésta de una manera completamente novedosa: un lugar donde puedes hacer de todo. Pero para su mala suerte, llegan dos ladrones. A pesar de todo, la película es muy divertida. (ct/vt)