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VLT: un ojo gigante para mirar el universo

28 de julio de 2012

Observar si hay vida en otros planetas o la formación de estrellas tempranas será posible con el enorme observatorio que ESO construirá en el Desierto de Atacama. DW conversó con expertos en Chile y Alemania.

Así se verá el Telescopio Extremadamente Grande que la ESO construirá en el Desierto de Atacama, en Chile.
Así se verá el Telescopio Extremadamente Grande que la ESO construirá en el Desierto de Atacama, en Chile.Imagen: ESO/L. Calçada

Extremadamente grande y sumanente poderoso. Así es el telescopio que el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) proyecta construir en el Desierto de Atacama, en el norte de Chile.

Lo de extremadamente grande no es un decir. Con sus 39,3 metros de diámetro, el E-ELT (European Extremely Large Telescope) será el mayor telescopio óptico/infrarrojo del mundo, muy superior al actual VLT (Very Large Telescope), el observatorio óptico más avanzado del mundo, con 8 metros de diámetro. Como dicen en ESO: éste será el ojo más grande del mundo en el cielo.

Los astrónomos de todo el mundo están expectantes ante la oportunidad de mirar a través de este poderoso ojo que entregará imágenes mucho más nítidas y de mejor resolución, llegando a distancias nunca antes alcanzadas. Las operaciones científicas del E-ELT debieran comenzar a principios de la próxima década y las posibilidades que se abren para la observación del universo podrían superar todo lo conocido.

Jochen Liske, astrónomo alemán de ESO, en medio del Desierto de Atacama.Imagen: parallax raumprojektion/ESO

“Si queremos ver objetos muy lejanos, necesitamos un telescopio muy grande. Además, la nitidez depende del tamaño del telescopio. Mientras más grande, mayor nitidez”, indica el astrónomo alemán Jochen Liske, experto de la ESO en Garching, Alemania.

Todos los campos de la astronomía se beneficiarán con el E-ELT. Con este telescopio se podrán estudiar detalles de las galaxias y la formación de las primeras estrellas, “lo que es fundamental para la comprensión de una cosmologia del universo”, señala el italiano Massimo Tarenghi, director de ESO en Chile.

¿Hay vida extraterrestre?

Este poderoso gigante permitirá, por ejemplo, observar en forma individual planetas de un tamaño similar a la Tierra que están rotando alrededor de una estrella a una distancia parecida, y observar si la composición de su atmósfera tiene elementos que indiquen la existencia de vida.

Esta animación muestra cómo será el Telescopio Extremadamente Grande, comparado con el actual Telescopio VLT, de Cerro Paranal.Imagen: ESO

“Esperamos estar en condiciones de tomar exoplanetas, estudiarlos y ver si hay vida en ellos. Creemos que hay una oportunidad de que podamos demostrar si hay vida extraterrestre”, indica Liske. “Por primera vez tenemos la capacidad de demostrar si hay vida en el universo. Y eso es una revolución enorme”, agrega Tarenghi.

Los mejores cielos del mundo

Los países miembros de ESO han dado su total respaldo al proyecto. En la reciente reunión efectuada en Garching, Alemania, el consejo del organismo europeo aprobó el comienzo del programa del E-ELT y sólo está pendiente la confirmación de los gobiernos de cuatro países miembros que votaron a favor ad referendum (pendiente de ratificación).

El sitio ya está decidido: el Telescopio Extremadamente Grande se ubicará en el Cerro Armazones, a 20 kilómetros del Observatorio Paranal de ESO, y 130 kilómetros al sur de la ciudad de Antofagasta, en el Desierto de Atacama, el más árido del mundo. A una altura de unos 3.000 metros, Armazones ofrece condiciones insuperables para la observación, pues está casi todo el año despejado.

“En el hemisferio sur, el Desierto de Atacama es el mejor lugar. Armazones es un sitio excelente, lo probamos por varios años. Es muy seco, a una buena altura y con una atmósfera muy limpia y pocas turbulencias. Además de que está libre de nubes, tampoco hay polución luminosa porque está lejos de grandes ciudades”, indica Liske.

Los despejados cielos de Desierto de Atacama, sobre el cerro Armazones, aseguran excelentes condiciones para la observación.Imagen: ESO/S. Brunier

Con un costo estimado de 1083 millones de euros, el proyecto recibe impulso en un momento especialmente crítico de la economía europea y mundial, lo que sin embargo no debería interferir en su concreción. Las próximas tareas incluyen el diseño de la ruta, preparación de la carretera de acceso a la cumbre del Cerro Armazones y la aprobación de los primeros grandes contratos industriales para el E-ELT. Las operaciones científicas deben comenzar a principios de la próxima década. “En 10 años más podremos observar el universo en su totalidad”, anuncia Tarenghi.

Impulso a la astronomía

Para un pequeño país como Chile, albergar este gran telescopio es una tremenda oportunidad. No sólo por el beneficio económico de una inversión de esta magnitud, la llegada de expertos que transmiten sus conocimientos y las posibilidades de trabajo y formación para científicos y expertos locales. También porque, como ocurre con otros observatorios instalados en el país sudamericano, Chile tienen derecho al 10por ciento del tiempo de observación.

“Es una escuela y un gran beneficio para la ciencia astronómica. Es una cantidad enorme de tiempo, comparado con lo que cuentan países miembros, como Alemania, que no tiene tiempo garantizado”, explica Tarenghi. “Cuando hablamos del telescopio más grande del mundo, la probabilidad de hacer grandes descubrimientos e incluso ganar un premio Nobel es muy grande”, concluye.

(vd/rml)

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