Volkswagen se dispone a cerrar numerosas fábricas en Alemania y en otros países europeos. El jefe de la empresa, Herbert Diess, señaló en la presentación del balance del año que se perfila una pausa de entre dos y tres semanas, para frenar la propagación del coronavirus.

Otros fabricantes europeos de automóviles, como FiatChrysler, PSA y Renault, ya habían anunciado cierres de plantas.

En los días pasados se registraron los primeros casos confirmados de infecciones con el virus Sars-Cov-2, que puede ocasionar la enfermedad pulmonar Covid-19, en fábricas de VW.

A raíz de ello, el consejo de la empresa criticó la existencia de una "sociedad de dos clases”. A diferencia de las labores de oficina, que a menudo se pueden realizar también desde casa, la producción reviste un mayor riesgo de contagio, ya que con frecuencia se trabaja codo a codo y no se pueden mantener las distancias mínimas recomendadas por el Instituto Robert Koch. En la mayoría de las plantas se planea suspender la producción el viernes (20.03.2020). Demasiado tarde, a juicio de representantes de los trabajadores.

Colapso y recuperación

Para Volkswagen, prosigue así en Europa el reto que viene ocupando a la empresa desde comienzos de año en China. El mercado automotriz chino, de por sí en crisis, colapsó debido a la propagación del coronavirus. En febrero, las ventas cayeron allí en cerca de un 80 por ciento.

Pero ahora que se esperan grandes pérdidas en Europa y en Estados Unidos, en la mayoría de las fábricas de China se ha renudado en cambio la producción. También las ventas se están recuperando allí.

Por ahora no se puede calcular la cuantía de las pérdidas sufridas por Volkswagen debido a la crisis del coronavirus, según su gerente de finanzas, Fank Witter. No obstante, augura que el resultado operativo del primer trimestre se reducirá por lo menos a la mitad, con respecto al mismo período del año anterior.

La experiencia china

2019 fue un año exitoso para la empresa, que logró aumentar su volumen de ventas en un 7,1 por ciento. Los directivos estaban especialmente orgullosos de que Volkswagen haya podido incrementar levemente sus ventas en China, en un 0,6 por ciento, pese a que el mercado se contrajo allí en un 7,5 por ciento.

"2020 es un año muy difícil", afirmó Diess. Pero recalcó que Volkswagen ya aprendió mucho en China acerca de cómo enfrentar la crisis del coronavirus. Como ejemplo, mencionó disposiciones sanitarias, teletrabajo, reducción de los viajes de servicio, y la distribución de paquetes de comida cerrados en los restaurantes de la empresa.

Volkswagen no quiere mencionar metas para 2020. Pero la experiencia de China alimenta la esperanza. Según Witter, si la recuperación e Europa sigue un patrón similar, quizá todavía se pueda salvar el año.

(ers/cp)

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