Últimamente se escuchen frases de los directivos de Volkswagen que asombran: "El calentamiento global es real y Volkswagen es parte del problema". Ralf Pfitzner, responsable del tema sostenibilidad en Volkswagen, habla así. Otro ejemplo: "El I.D. será el primer coche de Volkswagen que se producirá climáticamente neutro". Thomas Ulbrich, miembro del Consejo de Administración y responsable de la movilidad eléctrica, dijo eso en un simposio organizado por Volkswagen en Dresde.

No han pasado aún cuatro años desde que la marca alemana entró en una crisis existencial como resultado del fraude de las emisiones contaminadas y las multas por miles de millones resultantes. Hasta la fecha, el tema se ha tratado solo en los tribunales estadounidenses. En Alemania, los juicios ni siquiera comenzaron.

Herbert Diess, el nuevo jefe de Volkswagen, ha ordenado a la empresa un "cambio cultural", empujándola hacia la "movilidad limpia". Para conseguir esa meta, Volkswagen quiere introducir un impuesto interno sobre el dióxido de carbono (CO2) para crear incentivos para reducir las emisiones de CO2, según un informe de la revista semanal "Der Spiegel".

Neutralidad climática para el año 2050

El objetivo de Volkswagen es reducir las emisiones de CO2 de sus vehículos a cero para el año 2050, y los automóviles deben ser producidos de manera climáticamente neutra. "Si queremos alcanzar este objetivo, los cambios deben comenzar ahora", dice Christian Senger, responsable para la serie e-mobility. En 2023, VW habrá invertido once mil millones de euros en la digitalización de vehículos y plantas y en la producción neutra en emisiones de CO2 incluyendo a sus proveedores.

Actualmente se está reestructurando una primera planta sin interrupciones en la producción: en Zwickau (Sajonia), donde se produce el Golf tradicional, se empezará a producir el I.D. a partir de fines de este año.

De Zwickau al mundo

Zwickau será el pionero, pero otras plantas seguirán: Emden, donde se sigue fabricando el Passat de tamaño mediano, Hannover, donde se fabrican las furgonetas, Mlada Boleslav (República Checa), donde se produce la marca hermana Skoda, y por último, dos plantas en China y la plana estadounidense de Chattanooga (Tennessee).

Pero, por supuesto, todo esto es solo un anuncio. Por ejemplo, la producción de acero sigue siendo un proceso extremamente intensivo en CO2. Y Volkswagen no podrá separarse de sus proveedores de acero. El problema es similar en el caso de los fabricantes de células de baterías. VW compra la mayoría de estos elementos básicos de la batería en Polonia, donde la mayor parte de la electricidad se genera a partir del carbón. Sin embargo, según VW, los proveedores polacos cubrirían la energía para la producción de células con electricidad verde.

Por lo tanto, todavía queda mucho por hacer en el camino hacia una producción climáticamente neutra. Pero VW quiere ser pionera y, en aquellos casos en los que los objetivos de sostenibilidad no se puedan cumplir directamente,  Volkswagen quiere invertir en proyectos de protección del clima como compensación.

(gg/cp)

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