Sea como sea que se genere el embotellamiento, siempre causa irritación. No es ninguna sorpresa que el largo de las filas de automóviles atascados en las carreteras alemanas se haya triplicado desde 2002. Tan solo en 2015, el largo de los embotellamientos, sumados, llegó a superar un millón de kilómetros. En total, los automovilistas pasan cerca de 341 mil horas en tascos al años.

El experto en congestionamientos viales Miguel Bogus, del grupo de seguridad “TÜV Nord”, mencionó que en otoño empezó “la carrera de resistencia para automóviles”. Es cuando casi nadie está de vacaciones, las citas se incrementan, y siempre hay mucho que hacer. Con el mal tiempo aumenta el uso del auto, muchos dejan de usar la bicicleta o los autobuses en esta temporada.

Bogus también comenta que muchos conductores están más inseguros por causa de la nieve o el hielo. Conducen más lento y dejan más distancia entre los autos. Paradas repentinas provocan que la siguiente ola de flujo vial se atasque e inmediatamente las carreteras se llenen. Poner un límite de velocidad podría generar un flujo vial más equilibrado y continuo, dice el psicólogo.

2015 registró más de 2,5 millones de accidentes automovilísticos en Alemania; 229 mil de ellos ocurrieron en noviembre. Una causa es la falta de neumáticos de invierno. Su uso es obligatorio a partir de noviembre. Bogus argumenta que la gente también necesita adaptarse a las nuevas condiciones de las autopistas después de la llegada del invierno.

También en meses más templados se producen atascos y esto se debe muchas veces a las interminables obras de construcción. La clásica situación se presenta cuando dos carriles se convierten en uno. Los conductores se meten en la fila muy temprano o siguen hasta la punta donde se cierra el carril. Algunos se desesperan porque tienen que esperar a que un alma caritativa los deje entrar.

Los autos alemanes recorren cerca de 224 mil millones de kilómetros cada año. Esto daña, sin duda, los casi 13 mil kilómetros de autopista existentes. En invierno casi no hay obras muy grandes, sin embargo las empresas constructoras usan noviembre para mejorar las superficies viales. En este mes el clima todavía está algo estable, hay presupuesto restante y no es temporada vacacional.

Otra causa clásica: usar el celular conduciendo puede provocar accidentes y, por añadidura, embotellamientos. Utilizar el teléfono celular sin el “manos libres” está prohibido en Alemania. Pero esto no evita la distracción que una llamada telefónica puede generar. Las manos están libres, pero no la cabeza subraya Mark Vollrath, psicólogo del tráfico en la Universidad Técnica de Brunswick.

“La relajación al volante empieza en casa”, recomienda Johannes Boos del club de automóviles ADAC. Tan simple como suena: para evitar prisas, hay que prevenir y salir con tiempo. Esto vale, todavía más, durante el invierno, cuando hay hielo y filas enormes de autos las carreteras.

Antes de salir es bueno enterarse de la situación actual del tráfico, en la radio o páginas de internet donde se encuentra información sobre embotellamientos y obras. Los aparatos de navegación son muy flexibles al recomendar más de dos rutas. Sin embargo muchas veces solo nos llevan a otro atasco vial. Autor: Sabrina Pabst /(KM)