Solo un pequeño número de sobrevivientes fueron autorizados a participar este sábado (11.07.2020) en las actividades por el 25 aniversario de la masacre de Srebrenica, el único crimen declarado como genocidio en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Debido a la crisis del coronavirus, las ceremonias por la fecha se han visto sensiblemente reducidas.

Entre las actividades de la jornada se encuentra el entierro de los restos de nueve víctimas en el cementerio del Monumento del Genocidio, ubicado en las afueras de Srebrenica. Hasta la actualidad se siguen hallando cuerpos en las fosas comunes, que son identificados por medio de análisis de ADN. Cada 11 de julio se realiza la ceremonia fúnebre de los nuevos identificados.

Docenas de líderes mundiales, entre ellos el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, enviaron mensajes de video para ser emitidos durante los actos. Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, llamó a "apoyar a aquellos que quieren superar las diferencias y ayudar a quienes necesitan la recuperación".

Negacionistas serbios

"Un cuarto se siglo después, aún está abierta la herida en la conciencia europea", declaró Von der Leyen. "El pasado no puede volver ni cambiar, pero es nuestro deber actuar para que nunca más se repita el genocidio ", añadió la jefa de la CE, quien pidió que haya reconciliación en Srebrenica y en Bosnia-Herzegovina, e instó a los líderes bosnios dirigir el país "reconociendo los sufrimientos y con el respeto mutuo".

El 11 de julio de 1995, cinco meses antes del final de la guerra, las fuerzas serbias de Bosnia se apoderaron de Srebrenica, una supuesta "zona segura" declarada por Naciones Unidas, resguardada por unos 400 cascos azules neerlandeses, y en unos días masacraron a más de 8.000 hombres y adolescentes musulmanes bosnios. En aquel entonces el líder político serbobosnio era Radovan Karadzic y el jefe militar, Ratko Mladic. La justicia internacional los condenó a cadena perpetua, sobre todo por la masacre de Srebrenica y el asedio de Sarajevo.

Hasta el día de hoy, los dirigentes políticos serbobosnios siguen restándole importancia al genocidio. El miembro serbio de la presidencia colegiada de Bosnia, Milorad Dodik, rechaza este término, y en cambio habla de "mito".

DZC (EFE, AFP, AP)

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