"¡Podemos hacerlo!", dijo Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en su primer discurso sobre el estado de la unión. Fueron palabras adecuadas en tiempos de crisis, opina Bernd Riegert desde Bruselas.
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Antes de redactar su discurso, la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, debió haber pensado que las situaciones extraordinarias, como una pandemia, requieren palabras extraordinarias. Su primer discurso sobre el estado de la unión fue extraordinariamente largo y extraordinariamente concreto en algunos puntos. En estos tiempos de crisis, tiene que transmitir una confianza extraordinaria. La crisis como oportunidad fue el hilo conductor de las palabras de Ursula von der Leyen, que ocupa el cargo desde diciembre de 2019.
La presidenta de la CE alabó la "alentadora respuesta" dada a los retos sociales y económicos por una Unión Europea frágil al inicio de la pandemia, pero que ha reconquistado su capacidad de lucha. El rápido acuerdo alcanzado por los Estados miembros de la UE para llevar a cabo un programa de reconstrucción financiado con deuda conjunta es, de hecho, un logro asombroso, una revolución para los parámetros de la UE. Cuando la presión es acuciante, la UE es capaz de responder.
Ursula von der Leyen advirtió que ahora es el momento de sacar partido de este impulso para que sean las decisiones, y no un desastre, las que dicten "las transformaciones necesarias en economía, digitalización, protección del clima y el polémico tema de la migración".
Salir reforzados de la crisis
El dinero inesperado de los fondos de reconstrucción, sobre cuyo destino codecidirá la Comisión Europea en los próximos años, otorga a Von der Leyen un poder inusitado. Y ella quiere utilizarlo, tal y como dejó claro durante su discurso, en el que dio algunos datos concretos. Más de un tercio de los 750 mil millones de euros acordados para la reconstrucción habrían de destinarse a inversiones para proteger el clima. El 20 por ciento está previsto para el desarrollo de una Europa más soberana a nivel digital, es decir, para el almacenaje y tratamiento de datos de forma independiente de los consorcios estadounidenses o chinos. Al mismo tiempo, Ursula von der Leyen desea introducir en Europa un salario mínimo, así como una unión sanitaria con más competencias en Bruselas. Además, desea crear una identidad digital segura para todos los ciudadanos de la Unión Europea.
La presidenta de la CE aludió a las amenazas del exterior para reforzar la cohesión de la UE. Von der Leyen criticó a Rusia, China y Turquía e insistió en la independencia europea también frente a la Casa Blanca, que la presidenta de la CE desvinculó expresamente del resto de Estados Unidos. ¿Cuál es la diferencia entre el actual presidente de EE. UU. y ella? Que la línea maestra de Von der Leyen no es "Europa first", sino la cooperación a nivel mundial.
La presidenta de la CE deja pocas dudas sobre quién desea ver al frente de la Casa Blanca en enero de 2021 para relanzar las relaciones trasatlánticas. Es correcta la conclusión que Ursula von der Leyen extrae del comportamiento de Trump, Bolsonaro y Putin durante la pandemia: la "propaganda egocéntrica" no sirve de ayuda. Por eso, dice que una "Europa geopolíticamente activa debe ser líder", dado que otros se apartan del mundo.
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Los hechos cuentan
Pero, para liderar, la UE necesita más unidad interna. Por esa razón, Ursula von der Leyen abogó por tomar más decisiones mayoritarias en cuestiones de política exterior y por atenerse de forma estricta al estado de derecho en los países de la UE, también en Polonia. La presidenta de la CE reclamó alcanzar finalmente un acuerdo sobre el reparto de solicitantes de asilo en la UE.
El ambicioso objetivo de Ursula von der Leyen, convertida por obra y gracia de la pandemia en gestora de crisis, es organizar el mundo del mañana. Y su discurso fue proporcionado a ese reto. Incluso se valió de una frase similar a la de su modelo, Angela Merkel. "Lo lograremos", profirió la canciller alemana en 2015, cuando se refirió a la crisis de refugiados. "Podemos hacerlo", dijo Ursula von der Leyen en su primer discurso sobre el estado de la unión. El listón lo puso bien alto, ahora le toca saltarlo.
(ms/ers)
Incendio en el infierno: el campamento de refugiados de Moria en llamas
El campamento de refugiados Moria, en la isla griega de Lesbos, fue destruido por un incendio. Pero ya antes de eso, la situación en el centro de refugiados más grande de Europa era más que dramática.
Imagen: Reuters/E. Marcou
La noche de los incendios
En la noche del miércoles, hubo incendios en varios lugares del campamento de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos. Por lo tanto, existe la sospecha de que los fuegos fueron iniciados deliberadamente. Algunos residentes del campamento hablaron de un incendio provocado por los pobladores. Pero también hay informes según los cuales los refugiados mismos podrían haber provocado las llamas.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Lagoutaris
Vivir en la calle
Los habitantes del campamento de refugiados, totalmente superpoblado, pudieron salvarse, Al parecer no hubo ni muertos ni heridos. Según los medios de comunicación griegos, mucha gente huyó a las colinas y bosques cercanos al campamento. Según los informes de los trabajadores de rescate, miles de personas deambulan por las calles. No hay comida ni agua, y las condiciones son caóticas.
Imagen: Imago Images/Xinhua/P. Balaskas
Condiciones miserables
Moria fue diseñado para 2800 personas. En el momento en que todo se incendió, sin embargo, alrededor de 12.600 refugiados vivían allí. Las condiciones de vida en el campamento de refugiados se consideraban catastróficas mucho antes del incendio. Las imágenes tomadas después del desastre muestran que una vida digna probablemente ya no será posible allí en un futuro cercano.
Imagen: Reuters/E. Marcou
Moria está cerca de Turquía
El campamento de refugiados de Moria está situado en el este de la isla griega de Lesbos. La distancia con la costa turca es de unos 15 kilómetros. Lesbos es la tercera isla de Grecia en cuanto a su tamaño, y tiene unos 90.000 habitantes. Alrededor de 38.000 personas viven en la capital, Mitilene, que queda a sólo unos pocos kilómetros de Moria.
Campo de refugiados pixelado
Quien quiera ver el campamento de refugiados de Moria desde el aire en Google Maps, no lo logrará fácilmente. El campamento entero es allí irreconocible. A petición de DW, la única información que se obtuvo del gigante informático fue que "Google no manipula imágenes de satélite". Pero apuntaron a proveedores que producen las imágenes de satélite. No queda claro por qué el campamento fue pixelado.
Imagen: 2020 CNES/Airbus, European Space Imaging, Maxar Technologies
El campamento no pixelado
Esta fotografía aérea, de la cual elegimos un sector similar, muestra que el entorno se ha ampliado considerablemente. Mientras que en la foto satelital de Google Maps la casa con el techo rojo todavía estaba completamente libre, aquí parece haber sido gradualmente rodeada por el campamento.
Imagen: DW/D. Tosidis
Una mirada al pasado
Las imágenes de "Street View" de la zona, en la foto, fueron tomadas en diciembre de 2011. En ese momento, el campamento de refugiados no existía todavía. En su lugar había una vieja instalación militar. Las personas solicitantes de asilo comenzaron a registrarse en ese sitio a partir de octubre de 2015, antes de ser trasladados al continente griego.
Imagen: 2020 Google
La estadía en Moria se prolonga
Mientras que, en ese momento, los migrantes sólo se quedaron por poco tiempo -esta foto fue tomada en octubre de 2015- el acuerdo entre la UE y Turquía de marzo de 2016 amplió considerablemente la duración de su estadía. Desde entonces, las personas que solicitaron asilo han estado esperando aquí para ser repartidos en otros estados de la UE, o para ser deportados.
Imagen: DW/D. Cupolo
Cuando solo queda esperar
En virtud del acuerdo entre la UE y Turquía, ya no se puede trasladar a las personas migrantes a Grecia continental. Dado que los países de la UE están divididos en cuanto al número de migrantes que cada país acoge, a veces estos permanecen en el campamento durante un largo tiempo. Personas de diversas nacionalidades hacinadas en un área pequeña: no es extraño que surjan tensiones.
Imagen: DW/D. Cupolo
Las tensiones, en su punto máximo
Las tensiones ya estallaron en septiembre de 2016 en violentos enfrentamientos en los que se produjeron incendios. En ese momento "solo" había unos 3.000 migrantes en el campamento. Grandes partes de Moria fueron destruidas. Solo un mes después, varios cientos de inmigrantes prendieron fuego a los contenedores de la autoridad de asilo de la UE, en protesta por el largo tiempo de tramitación.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Schwarz
Otro incendio, con víctimas
En septiembre de 2019 se produjo otro gran incendio. En ese momento, primero se incendió un olivar hacia el cual se había extendido el campamento. Veinte minutos más tarde, otro incendio estalló dentro del campamento fortificado. Este incendio se cobró dos vidas: la de una mujer y la de su bebé. En ese momento ya había más de 12.000 personas en el campamento de refugiados.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Una crisis es también una oportunidad
Un campamento completamente superpoblado, pésimas condiciones higiénicas y médicas, tensiones étnicas y, como si es fuera poco, recientemente surgieron los primeros casos de COVID-19. Una situación catastrófica. Y eso fue antes del incendio. ¿Es esto el apocalipsis inminente o tal vez el punto de partida para una solución más humana? Hasta ahora, nadie puede, o quiere, responder a esa pregunta.