¿Vuelve Europa a la carga en Ucrania?
19 de abril de 2025
Altos funcionarios de Estados Unidos, Francia y Ucrania se reunieron el jueves 17 de abril en París para mantener conversaciones que podrían permitir que representantes europeos, que habían quedado al margen hasta ahora, se incorporen en las lentas negociaciones para poner fin a la agresión rusa en Ucrania.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió personalmente al secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y al enviado presidencial, Steve Witkoff, quien recientemente se había reunido con el líder ruso Vladimir Putin, en el marco de los esfuerzos de la administración de Donald Trump para poner fin a la guerra.
Una fuente del gobierno francés describió las conversaciones como "positivas y constructivas", y anunció que la próxima semana habrá más conversaciones entre funcionarios europeos relevantes, así como de Ucrania y Estados Unidos.
"Creo que los estadounidenses ven con interés este formato de trabajo", dijo la fuente a la prensa. También estuvieron en París altos funcionarios de Reino Unido y Alemania, además del asesor presidencial ucraniano, Andrii Yermak. Antes de que comenzaran las reuniones, la oficina de Macron declaró que el objetivo era "revisar el progreso de las negociaciones de paz destinadas a poner fin a la agresión rusa en Ucrania".
Zelenski: "Debemos presionar a los asesinos"
En la víspera de su investidura en enero, Trump prometió poner fin rápidamente a la guerra. Poco después de asumir, Trump dejó atónitos a los líderes europeos al iniciar conversaciones bilaterales con Putin, dejando de lado a sus aliados que, al igual que Estados Unidos, han canalizado miles de millones de euros a Ucrania mientras se defiende de Rusia.
Esas conversaciones, sin embargo, no han tenido grandes logros. Hace unas semanas, Putin rechazó una propuesta de alto al fuego, lo que irritó a Washington. El jueves, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, instó a los aliados reunidos en París a presionar al Kremlin.
"Rusia usa cada día y cada noche para matar. Debemos poner más presión a los asesinos para poner fin a esta guerra y garantizar una paz duradera", escribió Zelenski en Telegram. En Rusia, el portavoz del régimen, Dmitro Peskov, desestimó las conversaciones. "Desafortunadamente, vemos que los europeos se centran en continuar la guerra", aseguró.
¿Acercamiento transatlántico?
Los primeros meses del segundo mandato de Trump han sido muy difíciles en lo que refiere a las relaciones con Europa, y no solo en cuanto a las negociaciones sobre Ucrania, sino también por la imposición de aranceles del 10 por ciento que realizó Estados Unidos en el marco de su guerra comercial.
Cuando Rubio se reunió en Bruselas hace dos semanas con sus homólogos de la OTAN, la mayoría de los cuales son también miembros de la Unión Europea (UE), se esforzó mucho en enfatizar que Estados Unidos valoraba la alianza y a sus socios europeos. Pero muchos aliados expresaron su exasperación por los aranceles impuestos por Trump y la insistencia de Washington sobre la necesidad de que Europa invierta 5 por ciento de su PIB en defensa.
Desde entonces, la administración Trump ha retrocedido en algunas de sus amenazas más extremas en la guerra comercial, ofreciendo una pausa de tres meses para permitir negociaciones.
Europa busca su lugar en la mesa
A medida que Estados Unidos se ha distanciado de Ucrania y ha cultivado un aparente acercamiento a Rusia, Macron, junto con el primer ministro británico, Keir Starmer, ha coordinado un grupo de unos 30 países que intentan llenar el posible vacío en Ucrania.
Ambos planean una "fuerza de seguridad" conformada por tropas internacionales que actúen como elemento disuasor ante eventuales futuros intentos bélicos rusos en un escenario de posconflicto. El Kremlin calificó la iniciativa como "provocación". Sin embargo, muchos funcionarios de países miembros de la OTAN creen que una fuerza así requeriría de facto algún tipo de respaldo estadounidense para ser viable.
Para los funcionarios europeos, las conversaciones del jueves pueden haber ofrecido una oportunidad de reinsertarse plenamente en las negociaciones, actualmente estancadas, y reformularlas a su favor. Algunos de los términos planteados durante las negociaciones con Rusia han sido inaceptables tanto para Ucrania como para la UE.
Un diplomático comunitario, que habló bajo condición de anonimato, dijo que eran un buen primer paso. "Depende en gran medida de cuánto concretamente se involucre a los europeos en las futuras negociaciones".
(dzc/rr)