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Vuelve la música en vivo al cine mudo

5 de noviembre de 2004

Alemania vive el renacimiento de la música como acompañante de las películas de cine mudo. Nuevos acordes acompañan imágenes y narran historias rememorando así los orígenes del séptimo arte.

Sergei Eisenstein, director de El Acorazado Potemkin.Imagen: AP


Mientras el cine actual está plagado de estrellas de Hollywood y animaciones digitales, todavía existe la nostalgia de retornar a los orígenes del séptimo arte. Poco a poco, los conciertos de cine mudo van ganando más adeptos. Y es que cada pieza musical en vivo acompañando a una película hace del evento una interpretación única.

El cine mudo es mucho más que pura nostalgia. Algunas películas quedarán para siempre en los anales de la historia. Por ejemplo, "El Acorazado Potemkin" sigue siendo considerada una de las mejores películas de todos los tiempos, y la película "Metrópolis" de Fritz Lang, fue tomada por la UNESCO en las "Memorias del mundo".

Metrópolis, uno de los clásicos del cine mudo.

Paradójicamente, años después de que los hermanos Lumiere contratasen saxofonistas para su salón de París, el cine mudo todavía cautiva al público en Berlín. Sobre todo si va acompañado con los acordes de Stephan von Bothmer. El músico regresó a su ciudad natal desde Italia únicamente para interpretar la cinta "Fausto" (1926) de Friedrich Wilhelm Murnau.

Libertad de interpretación

Al contrario que las películas actuales, las bandas sonoras del cine mudo no son fijas y permiten mucha más libertad al intérprete. "En algunas cintas se escribía música para los preestrenos. Cuando la cinta llegaba al cine, ya no se interpretaba esta música. Así lo hacemos todavía. En cada pase, creamos nuevas músicas", dice von Bothmer.

Robert Israel, conocido pianista de cine mudo.Imagen: dpa

La improvisación en la interpretación es una de las formas de expresión. Mientras antiguos genios del piano como Willy Sommerfeld (uno de los pocos pianistas de cine mudo que todavía vive) improvisaban con su repertorio de obras clásicas, los jóvenes del genero van mucho más allá. Para el músico, interpretar para una película que nunca se ha visto es una rareza. Von Bothmer prefiere el camino intermedio, conocer la película. "Tiene la ventaja de que se conoce la cinta desde el primer segundo, tanto el desarrollo como el tono de la cinta", dice el músico.

Géneros variados

El abanico de posibilidades que el músico puede elegir es inmenso. Puede interpretar desde música de la época hasta hacer una improvisación con un género más actual. Von Bothmer se considera un intérprete. No pone música a lo que ve sino que sintetiza en sonidos lo que la película expresa. "Un buen acompañante tiene que estar siempre al servicio de las imágenes", matiza el músico.

Los experimentos de von Bothmer llegan a necesitar auténticas orquestas de cámara. Sin embargo, cuantos más músicos interpretan la obra, menos libertad queda para la improvisación. Otros artistas todavía se atreven a ir más lejos. El dúo británico "Pet Shop Boys" ofreció en Londres la nueva versión de la banda sonora de "El acorazado Potemkin". Los integrantes del grupo, Neil Tennant y Cris Lowe, y la Orquesta Sinfónica de Dresde, con 26 instrumentos de cuerda, tocaron la trepidante partitura, que acompañó a la proyección de la cinta en una pantalla gigante encima del escenario.

Pero pese al renacimiento de la interpretación para el cine mudo, el espectáculo no es tan rentable como el cine comercial. Como von Bothmer dice, no sólo hay que pagar entrada para ver la película sino también para escuchar a los músicos. De cualquier manera, se trata de toda una "antigua y moderna" forma de ver el cine.