El "Parsifal" del Festival de Bayreuth combina la acción sobre el escenario con la realidad aumentada. Un experimento donde la magia de la música de Wagner se mantiene.
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¿Se ha atrevido alguien a afirmar que el festival alemán más importante es también el más conservador? La renovación forma parte del alma de Bayreuth.
Del "gusano gigante" a gafas de realidad aumentada
Desde que el festival fuera inaugurado por el compositor Richard Wagner y tuviera lugar la representación de la primera ópera en 1876, Bayreuth ha apostado siempre por la experimentación, tanto artística como técnica. Así, en 1876, se encargó en Inglaterra nada más y nada menos que un "gusano gigante" -probablemente un maniquí que asemejaba ser de un dragón- para el estreno del "Anillo" en la Colina Verde. El cuerpo llegó a tiempo, pero la cabeza se quedó a mitad de camino.
Al final la cabeza sí llegó y todo salió según lo previsto. Sin embargo, la presencia escénica del gusano no dejó una huella duradera en aquella recepción de Wagner.
Para este año, aquel "gusano gigante" se llama "realidad aumentada" (AR). Se trata de una especie de gafas 3D, -realmente pesadas-, que permiten ver imágenes digitales y reales, producto del director estadounidense Jay Scheib.
En el país de las maravillas digitales
Estéticamente, el festival recuerda a los juegos de ordenador de la primera generación. En cuanto al contenido, la avalancha digital de imágenes sólo puede descifrarse tras una lectura minuciosa del folleto del programa o una conversación con el director.
Mientras que el revoloteo de los cisnes o las numerosas flores de fantasía en las escenas se explican hasta cierto punto por sí solas, otras imágenes (trenzas de espinas, calaveras, serpientes que se muerden la cola y más) proceden de la imaginería de Parsifal de Wagner, que era en sí misma una mezcla salvaje de símbolos cristianos, paganos, budistas y demás.
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Crear algo nuevo versus adquirir algo nuevo
Mientras no le duela el puente de la nariz por las pesadas gafas, se podría considerar esta mejora visual como una oferta adicional a la obra de Wagner y rendir homenaje a la alegría de experimentar tanto del festival como del equipo de dirección, si no fuera por un enorme obstáculo: estas gafas no pueden ser adquiridas por todo el mundo, sino sólo por 330 de los 1940 espectadores del gran teatro de Bayreuth, cariñosamente apodado el "cobertizo de Wagner". De otro modo, todo el experimento habría resultado demasiado caro -según declara la dirección del festival.
Así que, los que no se encontraron entre los "pocos afortunados" y miraron al escenario con sus propias gafas llegaron a ver muy poco: Jay Scheib trabaja con imágenes reducidas y estáticas, algunas de las cuales recuerdan a la época original de Bayreuth. El colorido vestuario anima el conjunto, aunque no puede suplir la falta de tensión dramatúrgica.
Uno recuerda al viejo Richard Wagner que, desesperado por algunos de los experimentos de dirección de su época, deseaba un "teatro invisible" por completo, probablemente una especie de "cine en la cabeza", como contrapartida a la "orquesta invisible". Esto tiene lugar en el legendario foso de la orquesta de Bayreuth, el "abismo místico" creado por Richard Wagner, que se extiende por debajo del escenario, invisible para el público.
La magia de la música se mantiene
Pero hay buenas noticias: la música de Wagner no ha perdido nada de su efecto embriagador. Los jóvenes wagnerianos alabaron la magnífica interpretación del director de orquesta español Pablo Heras-Casado, que debutó triunfalmente en Bayreuth, y que estuvo flanqueado por Andreas Schager, Georg Zeppenfeld y Elīna Garanča.
Con tanto capital, se puede recurrir con confianza a nuevos experimentos.
(aa/ers)
El Festival de Bayreuth se abre a nuevos mundos a través de la realidad aumentada
Crisis climática, guerra y nuevas tecnologías se combinan en el Festival de Bayreuth 2023. La realidad aumentada es la gran protagonista del "Parsifal" del compositor alemán Richard Wagner.
Imagen: Enrico Nawrath/Bayreuther Festspiele
Avatares sobre el escenario
El Festival de Bayreuth es sinónimo de innovación, no sólo en cuanto a la puesta en escena, sino también en lo que se refiere a experimentos técnicos. Por primera vez se emplea la realidad aumentada en una ópera. El director Jay Scheib complementó así el espacio escénico real con imágenes digitales para su producción de la ópera "Parsifal" de Wagner.
Imagen: AR-Design Joshua Higgason (2023)
Personalidades alemanas
La ex canciller Angela Merkel y el primer ministro bávaro Markus Söder (CSU) asistieron a la apertura del festival como invitados, además de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. También lo hicieron la secretaria de Estado de Cultura, Claudia Roth, y la líder del partido de los Verdes, Ricarda Lang. Como sucedió el año pasado, el canciller Olaf Scholz no asistió al evento.
Imagen: Christof Stache/AFP
Sumergirse en otro mundo
Mediante unas gafas de realidad aumentada, el público pudo ver el decorado del escenario y experimentar la presencia de avatares digitales. Pero debido a su elevado coste, sólo 330 de los visitantes disfrutaron de dichas gafas, pese a que la sala de ópera del Bayreuth tiene 1.900 localidades. Muchos se quejaron de que sólo estuvieran disponibles para un número limitado de personas.
Imagen: Gaby Reucher/DW
El "Parsifal" de Wagner
Las óperas de Wagner suelen tratar de la redención humana. Ya sea a través de la muerte, del amor de una mujer, o de un héroe. En su última obra, "Parsifal", es un "simple bobo" que lleva una lanza de vuelta al círculo de los caballeros del Grial y libera así a la gente del sufrimiento. Richard Wagner recurrió al mundo de las leyendas, como ya había hecho en otras óperas.
Imagen: Enrico Nawrath/Bayreuther Festspiele
Clima y guerra
El director Jay Scheib dejó flotar en el espacio símbolos de los mundos operísticos de Wagner, como la espada de Parsifal o avatares femeninos, lirios como símbolo de pureza e inocencia, pero también árboles muertos. Más tarde, las gafas de realidad aumentada permitieron vislumbrar el futuro: rocas dentadas y armas, la Tierra destruida por catástrofes climáticas y guerras.
Imagen: AR-Design Joshua Higgason (2023)
"Chicos, hagan algo nuevo"
Bajo el lema " Chicos, hagan algo nuevo", basado en una cita de Richard Wagner, el Festival de Bayreuth se inauguró la víspera de su estreno con un gran concierto al aire libre. En el programa figuraban compositores que se adelantaron a su tiempo o cuyas nuevas ideas inquietaron inicialmente al mundo de la música. Entre ellos, la pieza "Dream on" del grupo Aerosmith.
Imagen: Daniel Vogl/dpa/picture alliance
Manuscritos originales de Wagner para "Parsifal"
Custodiado como si fuese el Santo Grial, el manuscrito original de Wagner de la partitura de "Parsifal" puede verse el Museo Richard Wagner. El compositor siempre escribía sus partituras con tinta morada y solía regalarlas a su mecenas, el rey Luis II, con tal de contar con su apoyo financiero. Tras la muerte de monarca en 1886, muchos de estos manuscritos desaparecieron.
Imagen: Gaby Reucher/DW
"Flower Power" sobre el escenario
Mundos exóticos y catástrofes climáticas: el director estadounidense Jay Scheib permite a los visitantes del estreno de "Parsifal" sumergirse en distintos mundos. Esto sucede tanto en el escenario como de forma virtual gracias a unas gafas de realidad aumentada. El Festival de Bayreuth es el festival de ópera más importante de Alemania y se celebra hasta el 28 de agosto.