Wayaw: la mujer inca que maravilla a los arqueólogos en Perú
30 de noviembre de 2020
Si bien los restos de la mujer fueron hallados en 2018, los resultados arqueológicos se dieron a conocer la semana pasada. Los expertos creen que la mujer era una hilandera, como miles de trabajadoras en la actualidad.
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Una mujer que vivió hace 600 años en los días del Imperio Inca, cuyos restos fueron hallados por obreros mientras instalaban tuberías de gas en una polvorienta calle de Lima, maravilla a los arqueólogos peruanos. Wayaw (sauce en quechua), como la llamaron los arqueólogos, tenía unos 20 años, medía 1,48 metros y al parecer murió por causas naturales.
Aunque el hallazgo se realizó en 2018, recién fue anunciado esta semana tras finalizar los estudios arqueológicos, que incluyeron la reconstrucción digital del rostro y que se habían retrasado por la pandemia del coronavirus. "Es un descubrimiento para nosotros asombroso, nos conectó directamente con nuestro pasado", dijo la arqueóloga Cecilia Camargo, encargada de la excavación.
Wayaw fue bautizada como la 'Dama del Sauce' por los vecinos de San Juan de Lurigancho, el populoso distrito del noreste de Lima donde fue encontrada, y donde miles de precarias viviendas improvisadas se amontonan en medio de desérticos cerros.
El cráneo de la mujer tiene una deformación, algo típico de ciertos pueblos del Antiguo Perú, que colocaban tablillas, paños y sogas en la cabeza de los niños como rasgo de identidad.
"Este personaje fue una artesana, no de élite, que se dedicaba a una labor tan noble como es el tejido, con técnicas que hasta hoy se preservan", añadió Camargo, la arqueóloga jefa de la empresa de distribución de gas natural Cálidda.
"Ella era como muchas mujeres actuales que trabajan en tejidos en San Juan de Lurigancho", destacó Camargo.
La ley en Perú obliga a las empresas que hacen excavaciones, como Cálidda, a contar con los servicios de arqueólogos, debido a que con frecuencia aparecen vestigios precolombinos en el subsuelo de la costa peruana.
El descubrimiento de los restos "es bastante emocionante porque es una pieza más que le devolvemos a las perdidas hojas de nuestra historia. Es un orgullo saber que vivimos en una tierra que tiene mucha historia", dijo en tanto el arqueólogo independiente Julio Abanto, que trabaja en San Juan de Lurigancho.
La mujer estaba en posición fetal y en su fardo fúnebre había textiles y objetos decorativos, como un prendedor de plata y brazaletes con conchas de mariscos, algo típico de los pueblos de la costa peruana que fueron conquistados por el imperio inca, que floreció en los siglos XV y XVI.
Los huesos de los hombros y cadera estaban desgastados, señal de que trabajaba como tejedora o hilandera. El esqueleto de Wayaw y los utensilios serán entregados al Ministerio de Cultura, que determinará dónde serán expuestos.
JU (afp, larepublica.pe, peru21.pe, telemundo.com, es-us.noticias.yahoo.com)
El chaccu, recuperación de una tradición inca
La vicuña es un camélido sudamericano emparentado con las llamas. De su pelaje se extrae la fibra animal más fina del mundo para hilar tejidos, algo que ya hacían los pueblos prehispánicos.
La vicuña es el más pequeño de los camélidos sudamericanos, entre los que se cuentan la llama, el guanaco y la alpaca. Vive en Los Andes a unas altitudes que varían entre los 3.800 y los 4.800 metros. Sobre todo en Perú, pero también en Chile, Bolivia y Argentina. Es una especie protegida que da una lana muy apreciada. Este ejemplar y su cría, por ejemplo, son del zoológico de Hannover.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Stratenschulte
Una lana muy especial
El término "lana", sin embargo, se reserva comercialmente para la fibra animal que se extrae del pelaje de la oveja, como esta que corre junto a una vicuña en otro zoológico, el de Las Leyendas en Lima, Perú. Una oveja da unos 6 kg de lana y se la esquila una vez al año. Una vicuña, como mucho, 0,5 kg cada dos años. Como viven unos doce años, son 3 kg de "lana" durante toda su vida.
Imagen: picture-alliance/dpa/Zuma/M. Bazo
Chaccu turístico
En la Reserva Nacional Pampa Galeras Bárbara d'Achille, la primera y más grande reserva de vicuñas en Perú, se organizan chacos casi cada mes. Pero una vez al año se hace de forma abierta a los visitantes, que pueden incluso participar de la caminata, de hasta 9 km y tres horas de duración. Los organizadores además se enfundan trajes tradicionales y recrean ceremonias incas.
Imagen: picture-alliance/AP/S. Castandea
Un trabajo de equipo
'Chaccu' significa en la lengua autóctona indígena "arrear" o "juntar", y es el término con el que se conoce esta forma de atrapar las vicuñas para esquilarlas, que ya practicaban los incas. Decenas, a veces cientos de personas, sujetan una cuerda con banderolas, como esta de 2 km, con la que van estrechando el cerco a la manada para que entre en el corral trampa al que conocen como "embudo".
Imagen: picture-alliance/AP/S. Castandea
El arreo
Los participantes jalean a las vicuñas y avanzan coordinadamente para no separar al grupo e irlo guiando hacia el "embudo". El recorrido puede llegar a ser de hasta diez kilómetros y durar tres horas de caminata. El avance tiene que ser coordinado, para que no se escapen muchos ejemplares, por lo que cada diez personas se coloca alguien experimentado.
Imagen: picture-alliance/AP/S. Castandea
Capturadas
Al final, si todo sale bien, pueden llegar a ser atrapadas en el "embudo" entre varios cientos y un par de miles de vicuñas. Pero no todas serán esquiladas: las que nacieron o ya fueron esquiladas el año anterior, se sueltan; así como las enfermas y las que no tienen suficiente lana. Para que cumplan los estándares de calidad, el pelaje tiene que tener al menos 15 cm de largo.
Imagen: picture-alliance/AP/S. Castandea
Selección para el esquilo
Los animales se seleccionan concienzudamente antes de esquilarlos. Por ejemplo, no se esquila a los animales que están enfermos, ni a los que fueron esquilados el año pasado, ni a los que nacieron el año pasado y, en general, ni a los que el pelaje no le ha crecido hasta la longitud requerida mínima, unos 15 cm.
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Esquilado automático
Aunque por supuesto la forma tradicional de esquilar a la vicuña es con tijeras, actualmente se utilizan aparatos mucho más rápidos. La forma de hilado tradicional manual también ha sido sustituido, aunque muchas mujeres lo siguen utilizando para hacerse sus propios tejidos y sus propias prendas de vestir. La lana de vicuña es muy cálida y suave, por eso es tan apreciada en todo el mundo.
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Primera limpieza
Las mujeres (en este caso se trata de aymaras en Bolivia) son las encargadas de hacer la primera criba de la "lana" de vicuña, quitándole las cerdas, los gruesos pelos blancos del animal, y las impurezas. Ya en el taller de hilado se hará una segunda limpieza de esta preciada materia prima.
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Producción importante
En Perú se producen, por ejemplo, unos 3.500 kg de fibra de vicuña, en una actividad que está muy regulada. Para algunas comunidades rurales es el principal ingreso. Pero problemas como la caza furtiva persisten, aunque en menor grado que antaño, cuando llegó a poner en peligro la propia supervivencia de la especie.
Imagen: picture-alliance/AP/J. Karita
Reconocimiento político
La vicuña es un símbolo del país. Por eso no es extraño que los políticos se hayan acercado a la celebración del chaccu, como aquí el entonces presidente Alejandro Toledo, en la Reserva Nacional Pampa Galeras de Ayacucho, en junio de 2003. En 2017, 50º aniversario de la reserva, el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski fue nombrado guardaparque honorario junto al embajador alemán.
Imagen: picture-alliance/dpa/Presidencia del Peru
También en Bolivia
Y no es el único, ni el único país... en Bolivia, donde está la segunda población mundial de estos animales, los políticos también han dado importancia a esta práctica. Aquí, por ejemplo, Evo Morales visitó una granja ecológica cercana a la Paz, en Ulla Ulla, en junio de 2007.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Lizaure
De Perú a París
Las prendas confeccionadas por la lana de vicuña se venden principalmente en China, Suiza o Alemania. El británico Kim Jones, diseñador de Dior, presentó en la semana de la moda de París el 17 de enero una colección que incluía un abrigo para la ópera de 75.000 euros. "Es exclusiva y terriblemente de alta costura, con materiales lujosos como la vicuña o el cachemir que imitan piel de foca", dijo.