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Wen Jiabao: no sólo pan y cerveza

Pablo Kummetz4 de mayo de 2004

Con un trago de cerveza en Alemania comenzó Wen Jiabao, primer ministro de China, su gira por Europa, que lo llevará por Bélgica, Italia, Gran Bretaña e Irlanda. Wen se reunirá también con la Comisión Europea.

El premier de China, Wen Jiabao, a su arribo al aeropuerto de Múnich.Imagen: AP

Un trocito de pan y un sorbo de cerveza. Eso fue todo lo que se sirvió Wen Jiabao, premier de China, en la finca agrícola de la familia Pellmeyer, en Baviera, sur de Alemania, donde comenzó su primer viaje por Europa.

Wen había manifestado gran interés en visitar un establecimiento agrícola familiar alemán. La impresión que se llevó fue excelente. Lo que más le impresionó fue una planta de biomasa y dijo que se llevará un par de ideas a China.

Pero no se quedó en eso. Con pasos ligeros, el jefe de gobierno ministro chino se dirigió luego, acompañado de su delegación de 80 personas a la fábrica de Audi en Ingoldstadt, acompañado de su primer anfitrión, Edmund Stoiber, primer ministro de Baviera.

Audi es parte del consorcio Volkswagen, que planea aumentar su capacidad de producción en China paulatinamente desde este año a 2008 a 1,6 millones de vehículos anuales.

Este lunes, Wen se reunió luego con Gerhard Schröder, el canciller federal, en Berlín. Juntos visitaron una fábrica de turbinas de gas de la empresa Siemens en la capital alemana. Luego firmaron una serie de acuerdos de cooperación, sobre todo en el área económica.

Enormes inversiones

Temas económicos predominan en la agenda de Wen y sobre todo los relacionados con el sector energético. En vista de sus crecientes necesidades de energía, China planea invertir próximamente enormes sumas en plantas eléctricas. La capacidad instalada aumentará este año nuevamente en 30 millones de kilovatios, dijo Wen Jiabao.

O sea aproximadamente la energía que generan 30 grandes plantas atómicas. China aspira también a reducir la generación de corriente sobre la base de petróleo y pasar cada vez más a otras fuentes. Gran importancia da el país a las energías renovables. En vista de esas perspectivas, la empresa Siemens se manifestó optimista en cuanto a futuros negocios en China.

China ofrece a la industria alemana interesantes posibilidades. Si bien son unos cuantos los países que intentan hacerse con una parte del pastel, en el sector de la alta tecnología los chinos tienen una innegable debilidad por Alemania.

Los contactos ayudan

Los contactos políticos a alto nivel, a quien sorprende, ayudan mucho. El consorcio Siemens desarrolla actividades en China desde hace 20 años. La empresa alemana tiene participaciones en unos 50 joint ventures y da trabajo a 30.000 pesonas.

China está interesada también en importar una central atómica entera, la de Hanau, que será desguazada próximamente en Alemania. La exportación aún no está decidida, ya que en Alemania se ha desatado una intensa discusión pública, incluso en el seno de la coalición de gobierno, en torno a si es conveniente o no ese tipo de negocios con una energía peligrosa.

De las cintas de ensamblaje saldrá próximamente el primer Mercedes de fabricación china, no atómico, sino con motor de gasolina. El Consejo de Estado de China dio al consorcio alemán DaimlerChrysler la autorización definitiva para construir automoviles Mercedes de las clases C y E.

Un éxito fulminante

Las relaciones económicas germano-chinas son un éxito fulminante. En 1972, las empresas alemanas exportaban a China bienes por apenas 270 millones de euros. Hoy, las exportaciones son nada menos que cincuenta veces mayores. China es el principal mercado asiático para exportaciones alemanas, antes de Japón.

China se transformó en los últimos años en el más importante mercado de exportación para productos alemanes en Asia. Las exportaciones alemanas a China aumentaron en 2001 en un 27,5% a 12.100 millones de euros, en 2002 y 2003 volvieron a incrementarse en sendos 20%, llegando a 14.500 y 17.000 millones de euros.

1.300 millones de chinos

Con casi 1.300 millones de habitantes y un crecimiento económico del 8% anual, China está considerada la región de más crecimiento en el mundo. Con el desarrollo económico surge en el país también una capa media, con una creciente demanda de bienes de consumo duraderos, por ejemplo automóviles y equipos electrónicos.

También los enormes déficits en las áreas de transporte, infraestructura y telecomunicaciones suponen un gran potencial de encargos para empresas extranjeras. China se transformó en 2002 en el número uno en cuanto a inversiones directas del exterior. De los 89.000 millones de dólares que fluyeron a Asia, China recibió 53.000 (aproximadamente el 60%).

Un factor de fricciones

Las relaciones económicas bilaterales son empañadas por la situación de los derechos humanos en China. "A pesar de la positiva disposición al diálogo de la parte china, la situación de los derechos humanos continúa siendo un factor de fricciones en las relaciones bilaterales", dice el Ministerio de RR.EE. de Alemania.

El gobierno alemán ha dejado claro repetidas veces, en el marco de su diálogo bilateral sobre derechos humanos y en el marco de la UE, que la existencia de progresos verificables en las áreas de los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho es un importante criterio para una mayor intensificación de las relaciones entre China y Alemania.

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