El director alemán será galardonado por la Sociedad Estadounidense de Cinematógrafos. Herzog explica a DW por qué piensa que las escuelas de cine son una pérdida de tiempo y cuándo se ha enfrentado a sus propios límites.
Publicidad
Después del Premio a la Trayectoria que le entregó la Academia Europea de Cine en diciembre de 2019, el veterano director alemán Werner Herzog también será galardonado por la Sociedad Estadounidense de Cinematógrafos el 25 de enero. DW conversó con él en Múnich, antes de la entrega de los premios del Cine Europeo.
DW: Desde hace diez años lo están premiando por su trayectoria. ¿Qué se siente seguir recibiendo estos galardones?
Werner Herzog: Un poco extraño, porque sigo inmerso en mi trabajo y mi producción cinematográfica es mayor ahora que hace 30 o 40 años. El año pasado presenté tres largometrajes. Uno sobre Gorbachov ["Meeting Gorbachev"], uno sobre el escritor Bruce Chatwin ["Nomad: In the Footsteps of Bruce Chatwin"] y una película de ficción rodada en Japón ["Family Romance, LLC"]. Todo eso en doce meses. Otras personas necesitan seis u ocho años para lograr tanto. Habría esperado que me dieran estos premios después de diez años sin filmar y que me tuvieran que subir al escenario en silla de ruedas.
¿Sigue viendo a Baviera como su hogar, pese a no haber vivido allí en los últimos 20 años?
Mis raíces culturales están allí, aunque mi familia viene de otros lugares. Pero crecí en las montañas y eso me dejó claro que el bávaro es mi primera lengua. Cuando viajo por el mundo, lo que más extraño es no escuchar el dialecto bávaro.
Usted nunca fue a una escuela de cine y suele expresar opiniones desfavorables de ellas. ¿Por qué?
Creo que su enfoque es incorrecto y que básicamente los estudiantes permanecen cautivos mucho tiempo. En los tres o cuatro años de carrera, podrían filmar tres largometrajes en lugar de aprender teoría fílmica. Lo que necesitan saber de eso pueden aprenderlo en una semana.
Usted ofrece sus propias clases magistrales. ¿Qué aprenden allí sus alumnos en una semana?
Fundé la Escuela de Cine Rogue como una alternativa a lo que se está haciendo en las escuelas de cine de todo el mundo. Solo hay dos cosas que los estudiantes realmente necesitan aprender: cómo romper los candados, y cómo falsificar un permiso de filmación de manera suficientemente convincente. Todo el resto es diálogo y ejemplos de películas, música y literatura.
Su propio trabajo, ya sea documental o dramático, siempre ha apostado por los extremos: paisajes situaciones, personajes. ¿Qué lo lleva a seguir buscando esos desafíos?
En realidad no busco extremos, sino lo que veo como normal. La gente dice que es extremo filmar en el Amazonas, pero es solo un bosque. No es nada especial.
En "Fitzcarraldo" trabajó con Klaus Kinski. Los arrebatos de ira del actor son tan legendarios como la relación de amor-odio entre ustedes. ¿Cómo ve eso hoy?
Kinski trabajó conmigo en cinco largometrajes, y describo cómo veo esa relación en el documental "Mi mejor amigo” (1999). Kinski era un personaje singular, en cierto modo, pero no fue el mejor actor con el que trabajé. Ese fue Bruno S. [Schleinstein] en "El enigma de Kaspar Hauser” (1974) y "Stroszek” (1976). He trabajado con los mejores actores del mundo, incluidos Christian Bale, Nicolas Cage, Nicole Kidman y Tom Cruise, pero ninguno de ellos ha estado siquiera cerca de la profundidad, carisma, soledad y honestidad de Bruno S.
En "Jack Reacher” (2012), usted hizo el papel de villano. ¿Cómo fue eso de encarnar al malo?
Sencillo. Un trabajo sencillo. El director y Tom Cruise, el protagonista, me querían, y ni siquiera hice una prueba de cámara.
Hace varios años vive en Los Angeles y ha declarado no sentirse parte de la escena cinematográfica alemana. Pero en Estados Unidos disfruta de un estatus de culto, como el "bávaro en Hollywood”.
Es incluso peor cuando me presento en Brasil, Polonia, Irlanda o Argelia. Se desatan los infiernos cuando voy a presentar películas a esos lugares. Y aunque vivo en Los Angeles, en realidad no pertenezco a la "fábrica de sueños” hollywoodense. Tampoco pertenezco a la escena cinematográfica alemana. Para mí, son categorizaciones erróneas. Pertenezco a algo más regional, al cine bávaro, marcado por su estilo barroco y costumbres. Por eso a veces digo que la única otra persona que podría haber filmado "Fitzcarraldo” es Luis II, rey bávaro del siglo XIX.
En su documental "Grizzly Man” (2005) retrata la vida y muerte de un ecologista fanático de los osos grizzly. ¿Se enfrentó a sus propios límites en esa película?
Hay una cinta del momento en que Timothy Treadwell, que vivía entre osos grizzly, y su novia son comidos por los osos. Los distribuidores y productores querían que incluyera esa grabación en el documental. Los escuché y quedé tan profundamente horrorizado que les dije "¡Sobre mi cadáver!”. Es un límite ético, porque la dignidad y la privacidad de una persona muerta no debe ser violada.
Ha buceado, ha estado en la selva, en el desierto, en la Antártida...¿Hay otro lugar donde le gustaría filmar?
Me gustaría ir al espacio. O a la Luna o Marte, si eso es posible algún día.
¿Qué filmaría allí?
No lo sé. Me gustaría sorprenderme. ¿Hay polvo al aterrizar, o qué pasa cuando uno aterriza? Pero creo que la idea de poblar Marte solo porque hemos destruido nuestro planeta como una plaga de langostas es sencillamente obscena. No seremos capaces de hacerlo. Y tampoco seremos inmortales.
(dzc/cp)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |
Premio del Cine Europeo a la trayectoria de Werner Herzog
En la 32ª edición de los Premios del Cine Europeo, el premio Lifetime Achievement Award es para Werner Herzog. Una reseña de sus películas más importantes.
Imagen: picture-alliance/dpa
Werner Herzog: una visión cinematográfica
Werner Herzog recibió el premio por su trayectoria a la edad de 77 años, pero incluso a una edad avanzada, el director alemán sigue siendo muy activo. En los últimos años ha trabajado principalmente en Estados Unidos, donde ha dirigido numerosos largometrajes y documentales.
Imagen: picture alliance/dpa
"Señales de vida", su ópera prima
Desde su debut, Herzog dio muestras de su enorme gama artística. Cuando su película "Lebenszeichen" (Señales de vida) llegó a las salas en 1968, el "Nuevo Cine Alemán" ya había cobrado fuerza. Con Herzog, un talento extraordinario entró en escena. "Lebenszeichen" hablaba de un grupo disperso de soldados de las fuerzas armadas alemanas en Grecia durante la Segunda Guerra Mundial.
Imagen: Imago/Prod. DB
Excéntrico: "También los enanos empezaron pequeños"
Dos años más tarde, Herzog se presentó en el festival de cine de Cannes con "Auch Zwerge haben klein angefangen" (También los enanos empezaron pequeños) una extraordinaria obra en la que solo participan pequeños actores. Anarquía y revolución, individuo y sociedad: estos fueron los temas de su película. Herzog los retomaría más tarde con mayor frecuencia.
Imagen: imago images/Prod.DB
Klaus Kinski en "Aguirre, la ira de Dios"
A partir de 1972, las películas de Herzog fueron conocidas por un público más amplio con el drama sudamericano "Aguirre, la ira de Dios". Una de las razones fue su actor principal, Klaus Kinski, con quien habría de rodar varias películas. El excéntrico actor y el director se convirtieron en uno de los dúos más interesantes del "Nuevo Cine Alemán".
Imagen: imago/Prod.DB
"Kasper Hauser: Cada cual para sí y Dios contra todos"
La historia de Kasper Hauser fue retomada por Herzog en 1974 en "Jeder für sich und Gott gegen alle" (Cada cual para sí y Dios contra todos). El actor principal era Bruno S., quien pasó su infancia en asilos y era considerado retrasado mental en Alemania. Bruno S. interpreta al huérfano Kasper Hauser, quien transcurrió los primeros años de su vida encarcelado en una habitación oscura hasta 1826.
Imagen: picture-alliance / KPA Honorar & Belege
"Nosferatu, fantasma de la noche"
Cinco años más tarde, el director se basó en un mito cinematográfico más que en un mito histórico. Trajo al cine un "remake" del clásico de terror "Nosferatu". En 1922 Friedrich Wilhelm Murnau había creado un éxito mundial con esta película muda alemana. Herzog lo continuó en 1979, por supuesto, con su actor favorito de entonces, Klaus Kinski, en el papel del vampiro.
Imagen: picture-alliance / dpa
Un clásico de la literatura: "Woyzeck"
A finales de la década de 1970, Herzog era casi tan productivo como su colega Rainer Werner Fassbinder. En 1979 estrenó otra película además de "Nosferatu". Para "Woyzeck" volvió a utilizar un clásico, esta vez de la historia de la literatura. El drama de Georg Büchner del mismo nombre fue filmado por Herzog, nuevamente con Kinski en el papel del soldado maltratado .
Imagen: Studiocanal/Arthaus
Segundo drama sudamericano: "Fitzcarraldo"
Werner Herzog finalmente alcanzó la cima del mundo del cine con "Fitzcarraldo". En 1982, la película recibió el Premio al Mejor Director en Cannes. En los papeles principales: Klaus Kinski y Claudia Cardinale. En el arduo rodaje en Perú y Brasil, un barco completo fue izado sobre la cima de una montaña, entre otras cosas.
Imagen: picture alliance / United Archives/IFTN
"Mi enemigo íntimo"
Pocos años después de la muerte de Klaus Kinski, Herzog relató su no siempre fácil colaboración con su actor favorito en el documental "Mein liebster Feind" (Mi enemigo íntimo). En esta fase de su vida el director también entregó algunas películas más flojas. Pero el documental fue un rayo de esperanza porque demostró que la colaboración siempre estuvo al borde de la locura.
Imagen: picture-alliance / dpa
También en Hollywood: "Enemigo interno"
Después de que algunos de sus colegas directores alemanes fracasaran en Hollywood, o regresaran a casa tras solo unos años, Herzog logró establecerse permanentemente en Estados Unidos. El caprichoso director bávaro consiguió trabajar con grandes estrellas, como aquí con Nicolas Cage y Eva Mendes en la película policial "Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans" (Enemigo interno).
Imagen: AP
Hombre de las cavernas: "La caverna de los sueños olvidados"
Además de sus largometrajes con estrellas de Hollywood, Werner Herzog continúa produciendo documentales muy emocionantes. En "Die Höhle der vergessenen Träume" (La caverna de los sueños olvidados) de 2010 muestra a un pequeño equipo descendiendo a la cueva de Chauvet en el sur de Francia filmando las famosas pinturas rupestres.
Imagen: 2011 Ascot Elite Filmverleih GmbH
Nicole Kidman en "Reina del Desierto"
Hace cuatro años, el director volvió a sorprender a su público con un largometraje protagonizado por una estrella. En "Queen of the Desert" (Reina del Desierto) Nicole Kidman encarna a la historiadora y aventurera británica Gertrude Bell. La película fue estrenada en la Berlinale, sin embargo, no agradó tanto al público. Artísticamente pertenece a las películas menos agraciadas del director.
Imagen: 2015 PROKINO Filmverleih GmbH
"Lo and Behold: ensueños de un mundo conectado"
Después de la debacle del desierto, su siguiente entrega fue nuevamente un éxito. En la película "Lo and Behold" (ensueños de un mundo conectado) Herzog filosofó sobre el internet y la "inteligencia artificial", y describió sus posibilidades y riesgos. En ella entrevista a conocidos investigadores estadounidenses y comparte su fascinación con el público.
Imagen: Magnolia Pictures
Premio a la trayectoria
En 2013 Herzog recibió el Premio de Cine Alemán por su trayectoria (aquí sostiene el trofeo entre sus manos). En cualquier caso, bien merecido: pocos directores han realizado tantos largometrajes y documentales originales y diversos en las últimas décadas.