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Wikileaks, Julian Assange y la legislación sueca contra delitos sexuales

9 de febrero de 2011

El caso del fundador de Wikileaks, Julian Assange, que lucha en Gran Bretaña contra su extradición a Suecia bajo acusaciones de violación y abuso sexual, anima debates sobre la legislación sueca contra delitos sexuales.

Julian Assange esta semana en Londres.Imagen: AP

Todo un equipo de abogados del Reino Unido, Australia y Suecia representan a Assange en el proceso de extradición. Sus abogados y observadores en todo el mundo critican los procedimientos de la Justicia sueca en este caso, sugieren motivaciones políticas tras las acusaciones de las presuntas víctimas y hasta cuestionan, en general, la legislación sueca sobre delitos sexuales.

El debate en Suecia, sin embargo, ha sido más empático con las mujeres. “Está claro que el balance de fuerzas inicial, cuando importantes personalidades culturales apostaban por la inocencia de Assange y las mujeres (que lo acusan) eran consideradas sospechosas, ha cambiado”, escribió Hanna Kjoeller, columnista del más leído diario sueco, Dagens Nyheter (Noticias del Día).

Aaron Israelson, editor jefe del sitio web Nyheter 24 (Noticias 24), opina sin embargo que la investigación ha demostrado que el caso “lidia claramente con zonas poco claras”. Su resonancia motivó a la periodista independiente Johanna Koljonen a describir en Twitter una experiencia propia similar, depertando un amplio debate público sobre “las zonas poco claras de una relación de cama”, bajo el hashtag “#prataomdet” (“habla de ello”).

Es posible que las mujeres suecas sean más decididas a la hora de acudir a la policía a denunciar delitos sexuales.Imagen: CC/La Citta Vita

“Violación” y “feminismo“, en sueco…

Las estadísticas internacionales colocan a Suecia entre los países con más procesos jurídicos por violaciones en el globo. Ello se debe a que las mujeres suecas se atreven más a acudir a la policía que las de otras naciones, dicen los unos. O a que la justicia del país escandinavo emite condenas incluso sin contar con pruebas suficientes, sugieren los otros.

El caso de Assange se ha convertido en parte de una campaña feminista sueca, declaró recientemente Johann Binninge, presidente de una red independiente de juristas suecos por la seguridad jurídica (Rättssäkerhetsorganisationen). “Aquí se condena a acusados sin pruebas y se interpretan las declaraciones de las mujeres de forma que cualquier cosa puede ser vista como una violación”, dijo Binninge, condenado también por violación hace unos años, sin suficientes pruebas, según aseguró al diario alemán Welt Online.

En declaraciones a periodistas en el Parlamento de su país, el primer ministro sueco, Frederick Reinfeldt, defendió la independencia de la Justicia, así como los derechos de las mujeres suecas. “Es importante que en Suecia hayamos llegado tan lejos, que no estemos dispuestos a aceptar las agresiones sexuales o violaciones”, dijo Reinfeldt. El primer ministro añadió que las dos mujeres tienen derechos y que hay que investigar si estos fueron violados.

El código penal sueco, que aborda los delitos sexuales en su capítulo sexto, se refiere a la violación, la coacción o acoso y el abuso sexual entre otras modalidades. Desnudarse de forma que provoque incomodidad ante otra persona o afectar su integridad con actos o palabras puede ser penado. Pero “hay un problema estructural en la legislación”, escribió en el Dagens Nyheter la periodista Johanna Koljonen. Es difícil establecer las fronteras de estos delitos, “tenemos que hablar de ellos”, concluyó.

Londres: defensa vs. fiscal y presuntas víctimas

Un equipo de abogados del Reino Unido, Australia y Suecia representan a Assange.Imagen: picture-alliance/dpa

La defensa del fundador de Wikileaks, Julian Assange, pidió este martes (8.01.2011) que Marianne Ny, la fiscal sueca que lo acusa de violación y abuso sexual, declare en Londres. La defensa de Assange acusó a la Justicia sueca de parcialidad en el segundo día del proceso de extradición contra el activista australiano.

El abogado sueco de Assange, Björn Hurtig, aseguró que la fiscalía sueca reunió más de 100 mensajes de texto en torno a las víctimas, pero que no los divulgó hasta ahora porque probarían la inocencia de Assange y que las mujeres buscan dinero y venganza.

Suecia: ¿Fallos de procedimiento?

Por su parte, la acusación planteó que Assange huyó de Suecia el pasado año tras conocer las acusaciones en su contra y que ni siquiera su abogado pudo localizarlo. La defensa recurrió a Sven-Erik Alhem, ex fiscal general sueco, como testigo de descargo. "Yo le habría detenido cuando estaba en Suecia", dijo Alhem. Pero en vistas de que Assange ya se halla en el Reino Unido, Suecia debería interrogar al fundador de Wikileaks mediante videoconferencia, sugirió el ex fiscal.

Alhem ya se había mostrado crítico en los medios con el procedimiento de la Justicia sueca en el caso Assange, cuya identidad fue revelada a los medios por la fiscal del caso, sin respetar su presunción de inocencia. Esta postura refuerza la tesis de que el fundador de Wikileaks –contra el que está abierta una investigación pero aún no se han presentado cargos– no debería ser extraditado al país escandinavo porque no tendría allí un juicio justo.

Presunta víctima de origen cubano

Marianne Ny, fiscal de Gotemburgo, acusa a Assange de haber abusado sexualmente de dos mujeres en agosto del año pasado en Estocolmo y de haber violado a una de ellas. Ambas alegan que el fundador de Wikileaks mantuvo con ellas relaciones sexuales sin protección en contra de sus voluntades.

Una de ellas acusa al australiano de haber roto intencionalmente el condón con que mantenían relaciones sexuales de común acuerdo, así como de desnudarse y frotarse contra ella cuatro días más tarde. La otra, habría tenido relaciones sexuales con Assange en este mismo período, consentidas y con condón, pero el acusado habría repetido el contacto sin protección mientras ella dormía.

El caso ha sido visto como campaña feminista, como agresión a Wikileaks o como oportunidad para debatir sobre delitos sexuales.

De ser comprobadas, las acusaciones equivaldrían a delitos sexuales tipificados por el derecho sueco. Ambas mujeres han sido identificadas por sus nombres en Internet pero la justicia británica las nombra "señorita A" y "señorita W". La primera –a la que se han atribuido desde un origen cubano hasta estrechos vínculos con organizaciones políticas opositoras en la isla– se presenta en su propio blog como “politóloga, comunicadora, empresaria y escritora independiente especializada en temas de fe y política, igualdad, feminismo y América Latina”.

Ésta –que ha sido relacionada con la agencia de inteligencia estadounidense, CIA, por diversas teorías conspirativas de defensores del proyecto Wikileaks– organizó el seminario de los Cristianos Socialistas de Suecia (Broderskapsrörelsen) donde ella y la otra acusadora –asistente al evento– conocieron a Assange. Según diversas fuentes en Internet, ambas habrían “twitteado” o enviado mensajes por teléfonos móviles en los que celebraban la relación con Assange.

Fiscal sueca: ¿parcial, por feminismo?

La defensa acusa a la fiscal sueca de ser parcial. Otra jurista sueca, Brita Sundberg-Weitmann, declaró que la fiscal Ny, una reconocida militante feminista, tiene una relación perturbada con los hombres y "ha perdido el equilibrio". El abogado defensor sueco, Hurtig, aseguró por escrito al tribunal que las alegaciones de abuso sexual contra su cliente son las más inconsistentes que ha visto en toda su carrera profesional.

El tribunal londinense encargado del caso aplazó este martes su decisión sobre la extradición de Assange. El juicio continuará el próximo viernes 11 de febrero.

Autora: Rosa Muñoz Lima

Editor: Emilia Rojas-Sasse

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