Wim Wenders ha marcado para siempre al cine alemán. Sus largometrajes y documentales ofrecen disparates poéticos y una realidad observada con enorme sensibilidad.
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Wim Wenders es una figura icónica de la gran pantalla alemana. El más conocido en casa y en el extranjero entre los padres fundadores del "Nuevo Cine Alemán". El que continúa rodando una película tras otra, incansablemente. El que sigue defendiendo la causa del cine en numerosos escenarios culturales de todo el mundo.
Wenders estuvo allí cuando el cine alemán se liberó del corsé del aburrido cine de posguerra, en la década de 1960. Con Rainer Werner Fassbinder, Alexander Kluge, Edgar Reitz, Werner Herzog y Volker Schlöndorff, una nueva generación de cineastas alemanes subió al escenario, trajo un soplo de aire fresco, contó otras historias de forma diferente. Y el cine alemán lo sigue agradeciendo hasta hoy.
Wenders dirige incansablemente desde 1967
Nacido en Düsseldorf, Wim Wenders, que cumplirá 75 años este 14 de agosto, se convirtió en uno de los más influyentes realizadores de este "Nuevo Cine Alemán". Y sigue asombrosamente activo hoy. Fassbinder murió hace tiempo. Kluge experimenta con formatos televisivos y escribe libros. Y los demás siguen filmando de vez en cuando, pero sus obras no despiertan la atención que arrastra la de Wim Wenders. Solo Werner Herzog puede comparársele, aunque apenas está presente en Alemania.
Wenders, por su parte, es ahora una especie de artista multimedia todoterreno. Realiza largometrajes, documentales, exhibe su trabajo fotográfico en todo el mundo, trabaja como profesor universitario, participa en jurados, está presente en entregas de premios y en numerosos eventos de arte. Es homenajeado en festivales, sus obras se muestran en retrospectivas y le llueven los premios.
Obras maestras: "París, Texas" y "El cielo sobre Berlín"
Por supuesto, una película como "Paris, Texas" -expresión de su amor por el cine estadounidense y los Estados Unidos, donde vivió durante muchos años- supera gran parte de lo que hizo después. Wenders recibió con razón la "Palma de Oro" de Cannes en 1984. Pero "El cielo sobre Berlín", de 1987, es también una de sus obras maestras: la visión poética de la capital alemana desde la perspectiva de dos ángeles, con fantásticas fotografías en blanco y negro.
Pero no hay que despreciar sus inicios. Wenders se hizo rápidamente un nombre con películas como "Alicia en las ciudades" y "En el curso del tiempo", road movies desde y sobre la provincia alemana. "El amigo americano", protagonizada por Denis Hopper, la estrella de Easy Rider, marcó el desvío cinematográfico hacia Estados Unidos, el soñado país del cine, en 1977. "París, Texas" abrió las puertas al gran mundo del cine unos años después. A partir de entonces, Wenders jugó en su propia liga. Pero nunca olvidó sus raíces alemanas. Y efectivamente regresó a Alemania tras 16 años en Estados Unidos. En parte, porque allí solo tuvo éxito a ratos.
Wenders no era hombre para el sistema de estudios de Hollywood
Wim Wenders siempre fue artista y director de cine de autor. Un sistema de estudios en el que el director solo hace lo que le dice el productor no era para él. Cuando todos creyeron que venía en retirada de la cúspide de su carrera, tras varios largometrajes menos convincentes, Wenders se reinventó como director de cine documental.
"Buena Vista Social Club", "Pina" y más recientemente "El Papa Francisco: un hombre de palabra": el alemán desarrolló un agudo sentido por temas artísticos y espirituales, y lo empleó en sensibles documentales. El resultado: en los últimos años, el público ha seguido más sus obras documentales que el material de ficción.
Copiosos textos, no siempre buenos para las películas de Wenders
¿Vale criticar a un artista y cineasta tan meritorio en su 75 cumpleaños? Wenders seguramente sabrá que los críticos y el público del cine de autor siempre se han quejado mucho, especialmente de sus últimos largometrajes. Estas películas son demasiado pesadas, hay demasiadas conversaciones cargadas de sentido en ellas, demasiada poesía de Peter Handke estropea las hermosas imágenes, dicen.
Y algo de razón tienen. Algunas películas de Wenders han perdido gran parte de la elegancia y la ligereza que deben al estilo visual y al poder de sus bien arreglados cuadros: textos que suenan recitados han arruinado simplemente la poesía en más de una ocasión.
Una película como "El cielo sobre Berlín", restaurada hace unos años y presentada personalmente por Wim Wenders, lo deja claro. Por maravillosas que fueran las imágenes berlinesas diseñadas por el camarógrafo Henri Alekan, por fantásticos que resultaran los movimientos de cámara, en algún momento, incluso la audiencia bien intencionada se hartó del peso de los textos de Handke.
Wim Wenders, un grande de la historia del cine alemán
A Wim Wenders, que es un artista con una enorme cantidad de intereses y fuentes de inspiración, también en términos musicales, ya nada podría perjudicarlo. Su trabajo cinematográfico y artístico, ojalá aún inconcluso, destaca por encima de estas críticas. Y con razón. Porque Wenders ha hecho tantas películas notables que hoy, en Alemania, podemos decir con orgullo: Wim Wenders es una de las más grandes y singulares figuras de la historia del cine alemán. Su trabajo cinematográfico perdurará: ¡Feliz cumpleaños Wim Wenders!
(rml/ers)
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Wim Wenders: lo que hay que saber sobre sus películas
Sus filmes "París, Texas" y "El cielo sobre Berlín" contribuyeron a la fama mundial del cine alemán. Una mirada a las más importantes obras de Wim Wenders.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Guillot
El mundo a través del lente de la cámara
Wim Wenders no es solo cineasta. Es un artista, fotógrafo, amante de la música y mucho más. En sus numerosos largometrajes y documentales, Wenders, que nació en Düsseldorf el 14 de agosto de 1945, acercó el mundo a los espectadores a través del lente de la cámara. En esta galería les mostramos un resumen de las obras más importantes de este artista todoterreno, que está cumpliendo 75 años.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Guillot
"París, Texas": un hombre, un camino...
Travis (Harry Dean Stanton) en el desierto tejano, camino a ninguna parte: una imagen que se ha grabado en la memoria de los fanáticos del cine. "París, Texas" es una película alemana ambientada en los Estados Unidos y cuenta su historia con escenarios mágicos. Cuando se estrenó en 1984 fue un verdadero milagro cinematográfico. Y recibió la "Palma de Oro" en el Festival de Cannes.
Además de Harry Dean Stanton, Nastassja Kinski interpretó el papel de su vida en "Paris, Texas" como "Jane" (en la foto). Para Wim Wenders, la película marcó el comienzo de su carrera internacional. A partir de entonces, el alemán fue contado entre los cineastas más importantes del mundo. No lo logró todo lo que se propuso, pero siguió reinventándose.
Imagen: imago images/Mary Evans/Rights Managed
Limitado por Hollywood
Wenders era un gran admirador de EE. UU. y del cine estadounidense. En 1977, se fue a la tierra de sus sueños para hacer películas allí. Pero el sistema de estudios de Hollywood no lo hizo feliz. Wenders era un artista, no un director encargado. No obstante, su filme "Hammett" (1982), sobre el escritor estadounidense Dashiell Hammett, sigue siendo una de sus obras más interesantes.
Imagen: picture-alliance/United Archives
La liberación: "El estado de las cosas"
En el mismo año, 1982, hizo otra gran película: "El estado de las cosas". En la foto: Wenders (izq.) y uno de sus actores, Sam Fuller (der.). En la película, Wenders procesó sus experiencias como director y describió las dificultades y tormentos en el negocio del cine. Para Wenders, la película fue una liberación y allanó el camino para sus años más exitosos.
Imagen: imago images/Everett Collection
En el séptimo cielo del cine
Tras ser premiado en el Festival de Cine de Venecia, por "El estado de las cosas", un punto culminante siguió al otro. "Paris, Texas" ganó el principal premio del Festival de Cannes. En 1987 siguió "El cielo sobre Berlín". La película, con Otto Sander (der.) y Bruno Ganz en la Berlín dividida, se cuenta ahora entre las mejores de Wim Wenders.
Pero Wim Wenders ya había hecho películas antes de sus obras maestras y sus premios. De joven, había filmado películas en blanco y negro con un presupuesto limitado en su tierra natal, en Alemania Occidental. La road movie de 1974 "Alicia en las ciudades" (con Yella Rottländer) se considera el verdadero avance del tremendo director que sería Wenders.
"Falso movimiento" (1975) es otra de las primeras obras de Wenders, y otra colaboración con su amigo, que más tarde ganó el Premio Nobel de Literatura, Peter Handke. La película trata sobre un escritor en ciernes (Rüdiger Vogler), que viaja por la república, conoce gente (aquí con Therese, interpretada por Hanna Schygulla) y reúne experiencias de vida.
En 1976 se realizó una de las películas más bellas de Wim Wenders: "El curso del tiempo". Con esta película, Wenders se convirtió en uno de los representantes más importantes del "Nuevo Cine Alemán". La road movie en blanco y negro aportó un toque completamente nuevo al séptimo arte alemán: melancólico, soñador, con personajes masculinos que nunca antes se habían visto en el cine alemán.
En 1977 siguió la película "El amigo americano", que a indicaba hacia dónde encaminaría sus pasos el director Wim Wenders: a Estados Unidos. Con sus actores principales Bruno Ganz (izq.) y la estrella de "Easy Rider" Denis Hopper, Wenders desarrolló una historia de crimen sobre fraude con obras de arte, amistades masculinas y sueños de una vida diferente, lejos de casa.
Lo que siguió a "El amigo americano" es historia del cine: Wenders fue a los Estados Unidos, rodó allí y en el Berlín dividido sus obras maestras, y recogió premios de cine. Pero luego su carrera dio un giro: Wenders buscaba nuevas formas e historias. Su regreso siguió en 1999, con el magnífico documental sobre músicos cubanos "Buena Vista Social Club".
Imagen: picture-alliance/United Archives
"Pina": el salto al mundo del 3-D
Sus largometrajes ya no alcanzan la intensidad artística de antes. Tras su regreso, Wim Wenders es siempre genial cuando cuenta un documental. Como con "Buena Vista Social Club", Wenders también recibió una nominación al Oscar por el documental en 3-D "Pina". Esta obra de 2011 muestra a la legendaria compañía de danza de la coreógrafa Pina Bausch.
Imagen: picture-alliances/dpa
Wenders y Salgado
El documental de 2014 "La sal de la tierra", sobre el fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, conquistó tanto a la crítica como al público. Wenders es él mismo un fotógrafo con muchas exposiciones internacionales. Con esta película, demuestra una vez más que ama todas las artes.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Rangel
Wim Wenders cumple 75
Lo último publicado por Wenders es el documental "Papa Francisco: un hombre de palabra" en 2018. Sus largometrajes más recientes, "Todo saldrá bien" (2015) e "Inmersión" (2017), se han extraviado un poco en el ajetreo cotidiano del cine. Pero ya nada disminuye la monumental obra de este grande del cine mundial en su 75 cumpleaños, este 14 de agosto.