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Wim Wenders: premiado como director y por prescindir del auto

14 de agosto de 2010

Exceptuando el Oscar, el cineasta alemán Wim Wenders, que este sábado 14 de agosto cumple 65 años, ha ganado casi todos los premios, gracias a películas que aunque controvertidas, se quedan en la memoria de todos.

Wim Wenders en la película "El alma de un hombre".Imagen: ottfilm GmbH

El año pasado, Wenders, que está trabajando en una cinta en tres dimensiones y proyecta llevar su aclamada "París, Texas" (1984) al teatro, fue distinguido incluso con un premio de ciclismo por prescindir del coche, pese a ser un personaje tan famoso.

Wenders es uno de los representantes más importantes del "Nuevo Cine Alemán" y el único que 40 años después de su surgimiento, sigue produciendo con tanta energía cine visual. Las películas de Wenders son cuadros realizados con la cámara. Mediante imágenes y música cuenta historias que con frecuencia hablan de la falta de raíces y de la búsqueda del equilibrio interior.

"Casi ningún director de cine actual ha pensado tanto en la responsabilidad de la imagen, en lo que la imagen hace con nosotros y de nosotros", consideró el jurado del Festival de Locarno, que en 2005 honró a Wenders con el Premio Especial.

En esta imagen, Wenders y su esposa Donata arriban a la ceremonia de apertura de la Berlinale 2010.Imagen: AP

De sus cerca de 40 obras, una de las mejores sigue siendo "El cielo sobre Berlín", una poética declaración de amor a la capital malemana, entonces aún dividida por el Muro. Pero el éxito internacional se lo dieron también "El amigo americano" ("Der amerikanische Freund", 1977), basada en la novela de Patricia Highsmith "Ripley's game", y sobre todo la legendaria "París, Texas" (1984), realizada en colaboración con el autor estadounidense Sam Shepard.

Una vida en 65 estaciones

Al cineasta no le gustan las entrevistas y ni siquiera las concedió por su 65 cumpleaños. Pero en una reciente visita a Berlín, donde se le estaba dedicando una retrospectiva a su trabajo en el

Cine Arsenal, presentó su vida en 65 estaciones, desde la primera visita al cine con su abuela, hasta su amistad con el escritor Peter Handke, pasando por su estancia en Estados Unidos.

"Cuando veo todas estas películas aquí, me doy cuenta de que tengo muchas razones para dar gracias al cine", dijo entonces. Wenders, nacido en Düsseldorf e hijo de un médico, estudió medicina y filosofía y después quiso ser pintor. Pero cuando en 1966 fue rechazado en la Escuela de Bellas Artes de París se percató de su amor por el cine. La Cinemateca Francesa le ayudó a desarrollar esa pasión: le permitía ver por un franco hasta seis películas cada noche y un año después, había visto cerca de mil.

Tras estudiar en la Universidad de Cine y Televisión de Múnich, en 1971 fundó con otras doce personas la productora-distribuidora Filmverlag der Autoren, que buscaba un cine exigente fuera de lo comercial.

De fracasos y triunfos

La primera vez que se el mundo se fijó en él fue con "Die Angst des Tormanns beim Elfmeter" (1971) ("El miedo del arquero al tiro penal"/"El miedo del portero ante el penalti"), basada en la novela de Peter Handke. La siguieron "Alicia en las ciudades" ("Alice in den Städten", 1973), "Falso movimiento" ("Falsche Bewegung", 1975) y "En el curso del tiempo" ("Im Lauf der Zeit, 1976).

Después de rodarlas, a finales de los 70, marchó a Estados Unidos, una primera estancia que se convirtió en una auténtica pesadilla para él. Wenders tenía que rodar para Francis Ford Coppola "Hammet" pero tras cuatro años de trabajo, el proyecto acabó siendo un fiasco.

Sin embargo, durante la "crisis Hammet", aparecieron muy buenas historias como "Der Stand der Dinge", 1982 ("El estado de las cosas") o "París, Texas". Desde mediados de los 90, Wim Wenders empezó a trabajar sólo en Estados Unidos. Entre los premios cinematográficos de los que se ha hecho merecedor destacan la Palma de Oro de Cannes, el León de Venecia y el Oso de Plata de Berlín.

Una de sus primeras nominaciones a los Oscar la obtuvo con el documental musical "Buena Vista Social Club" 1998). El drama "Llamando a las puertas del cielo" ("Don't Come Knocking") recibió 20 minutos de ovaciones en el Festival de Cannes 2005. Para él, aquella película fue una "despedida de América". Ahora vive en Berlín con su tercera esposa, Donata, fotógrafa.

Desde 2006, el cineasta se ocupa también de ayudar a jóvenes talentos mediante su empresa Neue Road Movies. Su última producción, "Palermo shooting" (2008) recibió bastantes malas críticas. "Wim no hace películas que le gusten a todos. Wim hace lo que cree que es necesario", dijo de él Campino, cantante de los "Tote Hosen" y protagonista de esa cinta.

A los 65 años, cuando otros se jubilan, Wenders sigue buscando nuevos desafíos y por primera vez en su vida, experimenta con el cine en tres dimensiones. El documental "Pina", sobre el Teatro de Wuppertal y su principal coreógrafa, Pina Bausch, fallecida en 2009, llegará al cine el año que viene. "El 3D nos da la posibilidad de subir a los espectadores directamente al escenario", considera Wenders.

dpa

Editor: José Ospina-Valencia

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