“Quien rompe el silencio rompe el poder de los verdugos” es el lema de la campaña que fue presentada en Berlín por la encargada del Gobierno alemán en la lucha contra los abusos de menores, Christine Bergmann y el realizador de cine alemán Wim Wenders que ilustró con imágenes el proyecto. La campaña, que será transmitida por la television alemana a partir de este 21 de septiembre, busca animar a las víctimas a hablar de lo sucedido y denunciar a sus torturadores.

En una de las imágenes se ve a un niño y en otra a una niña. En ambos casos aparece después un adulto al que no se le ve el rostro que les tapa la boca. En otras imágenes los niños se transforman en adultos que siguen oprimidos por la mordaza. Su sufrimiento es revelado con una frase: "él me dijo que era un secreto entre los dos y eso me convirtió en su víctima durante toda la vida”.

Maestros en ocultar sentimientos

El realizador de Palermo Schooting (2008) reconoció durante la presentación de los anuncios publicitarios de 30 segundos de duración que el pueblo alemán tiene una tradición en lo que a emociones reprimidas se refiere. “El silencio prolonga el sufrimiento. Yo mismo he conocido a mucha gente que ha arrastrado un trauma de la infancia durante años”, dijo el laureado cineasta.

“El mensaje con el que queremos llegar a los corazones de la gente es que hablar ayuda, hablar sobre lo ocurrido es el primer paso para alcanzar la cura”, dijo el ilustrador de la campaña que incluye también folletos y carteles con los que se busca sensibilizar a la población en torno a la dimensión de los abusos de menores. Adicionalmente se han establecido líneas telefónicas a través de las cuales las víctimas pueden recibir ayuda de manera anónima. La campaña cuenta con una página internet (www.sprechen-hilft.de – hablar ayuda).

Eliminar los plazos de prescripción

“Si queremos proteger mejor a los niños tenemos que empezar por dejar de proteger a los pederastas” dijo por su parte Christine Bergmann, que pidió una abolición de los plazos de prescripción de este tipo de delitos. Bergmann asumió el cargo en marzo pasado después de que salieron a la luz numerosos casos de abusos de menores en Alemania.

Durante los últimos cinco meses se han reportado unas 2.500 personas afectadas e incluso han llamado once perpetradores sexuales. Los expertos recomendaron a estos últimos realizar una terapia y entregarse a la policía. Un 60 por ciento de las víctimas reconoció nunca haber confesado a nadie las traumáticas experiencias vividas, las más recientes datan de por lo menos 20 años. En promedio las víctimas superaban los 50 años de edad. Llamó la atención de los expertos que las víctimas fueron casi en igual número tanto hombres como mujeres. Mientras que los niños eran abusados en colegios y monasterios las niñas encontraron a sus victimarios en su entorno familiar.

Autora: Eva Usi/Agencias
Editor: José Ospina-Valencia